La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha señalado que la mujer maltratada que desapareció el pasado sábado con su bebé de diez meses del centro de Donostialdea donde había sido acogida tras poner una denuncia contra su agresor había rechazado tener escolta. En este sentido, confirmó que, tal y como establecen los protocolos, los responsables del centro de la Diputación foral avisaron a la Ertzaintza de que la mujer iba a salir, el pasado sábado, ya que se trataba de una víctima de alto riesgo, pero también explicó que la víctima "no tenía escolta porque la había rechazado". Asimismo, aseguró que los protocolos del centro foral funcionaron correctamente y rechazó la posibilidad de que se hubiera cometido algún error en este sentido.

Mendoza, quien ha sido cuestionada durante una entrevista en Radio Euskadi sobre este caso, ha señalado que no podía dar información que perjudique la investigación oficial y recalcó que la prioridad ahora es lograr que lo ocurrido tenga un "desenlace favorable". No obstante, sí confirmó que la mujer había sido acogida en un recurso foral para víctimas de la violencia machista tras poner una denuncia contra su pareja, con la que convivía, y a la que impusieron una orden de alejamiento. Ante esta situación y "como no disponía de recursos" para poder afrontar el coste de una vivienda, la joven, junto a su bebé de diez meses, fue acogida en una "casa donde vivía con autonomía".

No obstante, debido a las características del caso, que se consideraba de alto riesgo, el centro avisó el pasado sábado a las 11.00 horas a la comisaría correspondiente de que la mujer iba a salir hacia las 15.00 horas. Esta llamada suponía activar un protocolo que, según explicó ayer el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, consiste en activar tanto patrullas uniformadas como agentes de paisano que realizan labores de contravigilancia, ya que había rechazado la escolta policial hasta en dos ocasiones.

A pesar de esto, la mujer abandonó el centro y las cámaras grabaron a su agresor siguiéndole a ella y a la niña de diez meses. De hecho, según las investigaciones realizadas, la mujer se montó en el coche junto al agresor, con el que cruzó la muga hacia Iparralde.

En este sentido, Erkoreka confirmó ayer que se ha abierto una investigación interna para determinar si algo falló en la protección de la víctima.