Se han encendido las alertas en la playa de Hendaia después de que varias decenas de bañistas fueran víctima en la mañana del lunes de una extraña mordedura. Según publica el periódico Sud Ouest, a lo largo de la mañana del lunes, los socorristas atendieron a alrededor de 40 personas que habían sufrido estas mordidas mientras disfrutaban de un baño en la playa. Todas ellas estaban dándose un chapuzón en la zona que va desde el espigón hasta la mitad de la playa.

Mordedura de pez ballesta Redaccion NdG

Por el momento, se sabe que el responsable de estas heridas es un pez, aunque se desconoce la especie. “Que estas picaduras están causadas por peces es seguro, pero no sabemos por cuál”, explicó Yan Huynh-Tot, jefe del puesto de primeros auxilios de la playa de Hendaia al diario galo, al tiempo que lanzó un mensaje tranquilizador: “Se trata de unas picaduras que no son dolorosas y no causan síntomas alarmantes; basta con aplicar un antiséptico”. “Estas picaduras son inofensivas. A estos bancos de peces mordedores les gustan las aguas cálidas para desovar”, informó el director de los servicios técnicos de Hendaia, Arnaud Mandement.

No obstante, se ha alertado de la situación al Ayuntamiento de Hendaia así como a los servicios competentes, a fin de dar con la especie que está causando esta situación.  

Ejemplar de pez ballesta N.G.

Según los expertos, todo apunta a que el responsable de estas curiosas mordeduras es el pez ballesta, una especie similar a la muxarra con dientes parecidos a los humanos que tritura las conchas de sus presas. Aunque puede provocar mordeduras como las causadas en Hendaia, se trata de una especie inofensiva que vive en fondos rocosos, arrecifes y ruinas marinas entre los 15 y los 55 metros de profundidad, cerca de la costa. Pueden alcanzar los 60 centímetros de longitud, aunque lo normal es que apenas superen los 40.

Son peces carnívoros, constituyendo sus principales presas invertebrados de cuerpo duro, como moluscos. De hecho, desgastan su particular dentadura triturando las conchas y los capazones de sus presas.

Se reproducen a comienzos de verano y es en este momento cuando los machos, a fin de asegurar las puestas, atacan mediante mordiscos a aquellos que se acercan a los huevos que las hembras han depositado en agujeros en la arena.

"Es una especie muy común en el Cantábrico", apunta Jon Etxezarreta, biólogo de Aranzadi, que explica que el tipo de mordedura visto en Hendaia es el que suele producir esta especie. "Es muy territorial. Cuando estás alrededor del nido, es bastante habitual que ataque, entre comillas", explica Etxezarreta, que recuerda: "El año pasado, por estas mismas fechas, hubo ataques similares en Zarautz, Orio y Zumaia. Se concentraron todos en una semana. No es casualidad, debe ser que están en una época clave de su ciclo reproductivo".

Aunque el pez ballesta no es una especie cantábrica propiamente dicha, en las últimas décadas el número de ejemplares en nuestras aguas se ha multiplicado. "Hace treinta o cuarenta años había muy pocos, pero empezaron a aparecer más y hoy en día ha crecido mucho y se ha convertido en una especie muy común. Se ven muchas en la zona de La Picachilla en Ulía", explica este biólogo que, aunque no es experto en especies marinas, conoce bien la fauna marina que nos rodea.