Eneko Arrastua, el montañero irundarra que perdió la vida este pasado lunes en Panticosa junto a dos víctimas más, practicaba el esquí de montaña desde hace tiempo con sumo cuidado. “Era una persona con dos dedos de frente. Siempre muy previsor”, asegura el también montañero David Arretxe, amigo del fallecido, todavía impactado por el trágico suceso ocurrido en el Pirineo aragonés.
El propio David se encontraba en el valle junto a su pareja en el momento del alud, aunque no fue hasta última hora de la tarde cuando conoció la noticia. “Ha sido un mazazo. Estuvimos el año pasado con él esquiando. Llevaba muchísimos años subiendo a las montañas y hemos esquiado juntos”, explica, asegurando que Eneko era un montañero “muy previsor”, que siempre cumplía con todas las medidas de seguridad necesarias para practicar un deporte que nunca es 100% seguro.
“Hace mucho frío y eso es bueno para la nieve, pero existe el riesgo de que se forme una capa blanda que se rompa y que caiga”, indica David. A priori, esta parece ser la causa del alud que acabó con la vida de Eneko y de Jorge García-Dihinx y su pareja, Natalia Román, estos dos también expertos montañeros. “Jorge hacía partes semanales de estas zonas con las condiciones meteorológicas e incluso daba su propia previsión de avalanchas”, señala, en referencia al blog que tenía el pediatra fallecido.
Los tres, al igual que el resto de integrantes del grupo que sobrevivieron al alud, cumplían con todas las medidas de seguridad para practicar el esquí de montaña. Unas medidas que, según apunta David, tienen siempre “su primer paso desde casa”. “Lo primero es ver cuánto ha nevado, qué meteorología hay, la estabilidad de la nieve... Para ello, hay boletines de montaña y otros específicos de riesgo de avalancha que te dicen qué nivel de peligro existe y te detallan en qué zonas para que adaptes la ruta a ello”, explica.
En el momento del alud mortal en Panticosa, la zona se encontraba en el nivel 2 sobre 5 con placas de viento a más de 2.100 metros y problemas de nieve húmeda en las solanas. “Es muy importante saber leer el monte. Observar si se ven cornisas, sospechas de placas de viento... Y, en caso de ir en grupo, nunca atravesar zonas inestables a la vez”, cuenta el montañero que, sin embargo, recuerda que la montaña siempre “es impredecible”. “Puede haber una capa débil en la zona que es imposible de ver”, añade.
Tanto las federaciones como los clubes de montaña de Euskadi y Navarra suelen llevar a cabo cursos con los que dar a conocer estas claves para intentar comprender el comportamiento de las montañas. “Sirven para estar al día y son muy importantes. Después de la pandemia hubo un boom por la montaña de gente que no sabe lo suficiente”, opina.
El kit “imprescindible”
Además del conocimiento necesario para ello, a la hora de realizar un deporte de invierno es fundamental equiparse con un equipo de seguridad esencial compuesto por el sistema ARVA, una pala y una sonda. “El ARVA (Aparato de Rescate de Víctimas de Avalancha) es un dispositivo que emite una señal para localizar a una persona y saber dónde está. Pinchas la sonda en la nieve para dar con ella y utilizas la pala para retirar la nieve”, explica David sobre un “kit imprescindible” para todo aficionado al esquí de montaña.
A ello se suma la piel de foca, un tejido que se pega a la base de los esquís para que solo se deslice en un sentido, permitiendo, de este modo, subir pendientes con ellos. Una vez en la cima, se retira la piel de foca para deslizarse por la montaña.
Todos estos elementos, no obstante, no han sido suficientes para los tres fallecidos en Panticosa. “Es una zona clave para el esquí de montaña. En estas fechas, además, se junta el turismo alpino con el familiar, los montañeros, esquiadores...”, indica David, señalando que la temporada se prolonga más allá del invierno, incluso hasta la primavera.
“Ahora mismo hay poco viento y sol, por lo que son las condiciones idóneas para esquiar, pero no sabemos si seguiremos”, explica este montañero, cuya intención era pasar la Nochevieja en los Pirineos antes de conocer la muerte de su amigo.