Euskadi ha logrado que las víctimas mortales en las carreteras se estabilicen en torno a las 45-50 cada año, frente a los 218 que se registraron en el año 2000 o las 67 en 2010. Cifras a la baja, que chirrían en Gipuzkoa, un territorio que, sin alcanzar las trágicas cifras de 2023 (33 fallecidos), concentró más de la mitad de las muertes en toda la CAV en 2024.

No es que hubiera más accidentes que en Bizkaia o Araba en relación a la proporción del parque móvil o la población del territorio, pero sí que hubo muchas más víctimas mortales. Las carreteras de Gipuzkoa registraron 17 personas fallecidas en las primeras 24 horas (6 en Araba y 9 en Bizkaia). Y fueron dos más en los próximos 30 días: en concreto, dos conductores que habían quedado en estado grave y finalmente murieron. En total, 19 fallecidos en Gipuzkoa (37 en la comunidad autónoma en la misma comparación).

La N-1

Todo ello, en 12 accidentes mortales, tres de los cuales se produjeron en la N-1, la de mayor tráfico y más accidentes, con puntos negros entre Andoain y Lasarte-Oria. Otros dos en la AP-8, donde los accidentes más graves se produjeron en Donostialdea y Oiartzun. Y dos más en la GI-636 que conecta Errenteria con Irun. Siete de los doce accidentes mortales en solo tres vías, sin olvidar que el 9,3% de todos los accidentes y un fallecido se produjeron en vías urbanas.

Hay otras carreteras con características particulares. Como la GI-6278 entre Bergara y Eskoriatza, que se sitúa entre las diez con más accidentes, pero en su mayoría son colisiones por alcance en horario de ir o salir del trabajo. O la AP-1, que entre sus 63 siniestros, no demasiados en comparación con el resto de vías de alta capacidad, sí destaca por el mayor grado de gravedad relativa de los mismos.

También la variante de Donostia, que fue la quinta vía con más siniestros: 149. Pero no registró víctimas mortales y fueron la mayoría accidentes por alcance propios de periurbanos y accesos metropolitanos.

Un centenar de niños heridos

Son datos extraídos del Anuario Estadístico de Accidentes de Tráfico 2024 recién publicado por el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. Un documento que nos permite hacer una radiografía precisa de la accidentalidad en la red viaria de Gipuzkoa, un territorio en el que uno de cada 100 vehículos (4.704 en total) se vio implicado en los 2.690 accidentes de tráfico registrados.

De las 19 personas que resultaron fallecidas al cabo de un año, 16 eran conductores, dos acompañantes y una fue atropellada: era viandante (en 2023 cayeron cinco peatones fallecieron atropellados en nuestro territorio). Por suerte, no hubo ningún menor de 14 años entre las víctimas mortales de 2024, aunque sí resultaron heridos de gravedad dos menores de entre 0 y 13 años. Fueron 117 en total los niños y niñas de esa edad implicados en accidentes de tráfico en 2024: apenas el 2,3% de las más de 5.000 personas que se vieron implicadas en todos esos siniestros.

En el 73% de los casos, los conductores de los vehículos siniestrados eran varones. Y de las 17 personas fallecidas en las próximas 24 horas al accidente, 12 eran hombres y cinco mujeres (70%). Una proporción similar al conjunto de la CAV.

Por edades, siete fallecidos tenían entre 45 y 64 años, cinco entre 25 y 44 años, cuatro de más de 64 años y uno entre 14 y 24.

Los impactos que mayor proporción de víctimas generan son las colisiones frontales y las que menos, los choques laterales y contra elementos de la vía. De hecho, las 50 colisiones frontales que se produjeron en Gipuzkoa provocaron más del 40% de los fallecidos: siete en total, a los que podría sumarse otra víctima mortal en un choque frontolateral; mientras que otros tres fallecieron en choques contra barreras de seguridad. Son los más graves.

Y tampoco parece que las condiciones meteorológicas adversas resulten un factor determinante. Más bien el factor humano se impone, dado que el 55,4 de los accidentes se produjeron con la carretera seca y limpia; y el 39,3 con la vía umbría, mojada o con barro.

De las 17 víctimas mortales computadas en el periodo de 24 horas desde el accidente, trece fallecieron en días de buen tiempo, dos con llovizna y otros dos nublado.

En Gipuzkoa predominan los choque y salida de vía. Los choques contra obstáculo o barrera son el 31% del total de accidentes y un 20% son colisiones laterales y frontolaterales, un 15% accidentes por alcance y 1,2% atropellos a personas, aunque con una elevada gravedad media.

Mala racha motorista

Destaca la alta siniestralidad relativa de las motocicletas, que representan menos del 15% del parque, pero cerca del 25% de las víctimas mortales.

Entre los 4.704 vehículos accidentados en Gipuzkoa encontramos 418 de dos ruedas, 3.377 ligeros, 734 pesados y 175 de otra tipología.

Abril fue el mes en el que menos accidentes se registraron (185, 6,9%) y diciembre el que más (274, 10,2%), seguido de octubre (262, 9,7%), que curiosamente fue el único mes del año en el que no hubo víctimas mortales en Gipuzkoa. Por el contrario, enero y junio fueron los meses más luctuosos, con tres fallecidos en cada uno y otros dos en mayo.

Los días de más siniestros son los jueves y miércoles, con más del 31% del total semanal, mientras que los fines de semana se acumulan un 25% de los accidentes con víctimas, lo que refleja el peso del ocio y los desplazamientos no laborales.

Con todo, el 53,1% de los accidentes se produjo en días laborables, sin contar los días previos y posteriores a festivos. Y también nueve de los 17 fallecidos se produjeron en días laborables, cinco en festivo, dos en víspera de festivo y uno en día posterior a festivo.