Entre 2021 y 2023 se han construido de promedio 1.195 viviendas protegidas en Euskadi, una cifra que no alcanza a superar los niveles de la década pasada, cuando la actividad alcanzó algo más de 2.000 viviendas al año a pesar de las restricciones presupuestarias a raíz de la crisis económica. Desde su estallido en 2008, además, han aumentado considerablemente las viviendas protegidas en alquiler, que superan ya el 40% del total.

Según se extrae del informe Balance comparado de cuatro décadas de edificación de vivienda protegida (1980-2023) elaborado por el Observatorio Vasco de la Vivienda, Euskadi es uno de los territorios que más ha apostado por la vivienda social en el Estado durante este periodo, aunque su construcción se ha visto reducida en los últimos años.

Aunque desde el comienzo del siglo XXI el nivel de edificación de vivienda protegida por habitante supera ampliamente el promedio estatal, desde el comienzo de esta década el promedio de construcciones no supera los niveles de la década anterior. La crisis económica impactó de forma drástica sobre la oferta de la vivienda, pero entre 2010 y 2020 la edificación de vivienda protegida resistió con algo más de 2.000 viviendas al año a pesar de las restricciones presupuestarias, superando incluso el promedio anual de viviendas libres por año (1.652). No obstante, entre 2021 y 2023 el promedio ha descendido hasta las 1.195 viviendas protegidas cada año. 

A pesar de ello, según se destaca en el informe, desde hace 40 años se ha producido una correlación entre el ritmo de vivienda protegida y libre y el crecimiento en el número de hogares. Así, desde 1981 Euskadi ha sumado 350.000 viviendas nuevas, de las que 110.000 fueron protegidas, lo que supone el 31% del total. Durante la década de los 80 se terminaron 3.106 viviendas protegidas por cada año, pero en la de los 90 la cifra se redujo a la mitad con 1.520 de media. Durante los primeros diez años del nuevo siglo, no obstante, se superó las 4.000 viviendas protegidas impulsada por el boom inmobiliario.

Desde 2001, además, la ratio que mide el peso relativo de la edificación de vivienda protegida sobre el total de viviendas terminadas ha superado ampliamente la media estatal. Durante los primeros diez años, la vivienda protegida supuso el 28,4% del total construido, mientras que en la década de 2010 en Euskadi se alcanzó una cota superior al 50%. Desde 2021, la cifra ha descendido ligeramente hasta el 37%, por lo que una de cada tres viviendas, aproximadamente, son protegidas

Euskadi, en cabeza

Este último porcentaje triplica la media estatal, que se sitúa en el 11,8%, y coloca a Euskadi en el primero puesto del ranking de edificación de viviendas protegidas del Estado, por delante de Madrid, con un 22,4%, y Extremadura, con un 20,7%. Se trata del mejor puesto obtenido por la CAV desde la década de los 80, tras situarse en tercera posición, por detrás de Navarra y Madrid, en la década precedente.

Según apunta el informe, estos buenos datos en Euskadi no se deben solo a la importante actividad de edificación, sino también a haber establecido, a diferencia de otras comunidad autónomas, la calificación permanente en 2003 y haber mantenido desde 1990 una permanente política de cesión de suelos públicos con retornos de 75 años.

Más del 40%, en alquiler

Dentro de las nuevas edificaciones, desde 2008 ha ido cogiendo cada vez mayor fuerza la vivienda protegida en alquiler, que supera en los últimos años la cota del 40% del total. Desde 2014, además este indicador supera ampliamente la media estatal, salvo en el ejercicio 2022. En la actualidad, Euskadi, con 5,23 viviendas por cada 1.000 habitantes, solo se sitúa por detrás de Madrid, con 5,63 por cada 1.000 habitantes, y Catalunya, con 10,05 por cada 1.000 habitantes.

No obstante, tal y como se refleja en el informe, Euskadi alcanzó su máximo histórico de viviendas protegidas en alquiler en 2007, sobrepasando las 1.700 edificaciones. La crisis económica rebajó considerablemente su construcción a partir de 2009, pero desde entonces se ha ido recuperando la actividad hasta casi alcanzar las 1.000 viviendas por año.