Miembros de la asociación Lurpea Garbi han vivido un buen susto cuando trabajaban en el seguimiento de la limpieza de una sima de Larraul. A pesar de que comenzaron hace casi dos semanas con la tarea a petición del Ayuntamiento de la localidad, este miércoles por la mañana se han topado con un obús que ha hecho saltar todas las alarmas.
“Varios vecinos nos habían avisado de que podríamos encontrar un obús, por lo que los primeros días retiramos con cuidado los residuos que había en la superficie”, explica la presidenta de Lurpea Garbi, Uxue Lasa, los comentarios que algunos habitantes les habían trasladado, de una época que la sima se empleaba como una suerte de vertedero. Allí caía lo que pillaban.
Por esa razón, Lasa apunta que la limpieza la han realizado “con precaución y cautela”, porque aunque no sentían “miedo”, la incertidumbre de poder encontrar un artefacto como un obús les tenía “alertados”.
Neutralizado
En el mismo instante en el que han dado con el objeto, los trabajadores han contactado con la Ertzaintza, que ha enviado al lugar un equipo de artificieros y también de rescate. Lo habitual es que ante este tipo de hallazgos se desplacen los primeros, aunque el hecho de que el obús haya sido hallado en el interior de la sima, a varios metros de profundidad, ha motivado la movilización de los agentes de la unidad de rescate.
Una vez analizado el artefacto, los artificieros lo han detonado en dos intentos, neutralizando así un objeto que podría ser peligroso y que puede ser el primero de varios.
“Creemos que no hay más artefactos, pero hasta que terminemos la limpieza entraremos con precaución en la sima, observando bien cada sitio que pisemos”, asegura Lasa, mientras subraya que “nunca habíamos hecho una limpieza tan profunda”.