La doctora Eunate Arana es consciente de que ninguno de los tres casos de cáncer diagnosticados en Euskadi con LUCIA, hubiera entrado en el mayor ensayo clínico realizado hasta la fecha en Europa, el Nelson.
“Porque los criterios de inclusión eran solo fumadores o personas que habían dejado de consumir tabaco hace menos de diez años y nuestros pacientes habían dejado de fumar hace muchos más años. Además el Nelson solo incorporaba candidatos entre 50 y 74 años. Pero se ha visto que cada vez hay más cáncer en gente joven y en personas no fumadoras. Con lo cual hay más factores aparte del tabaco, relacionados con el cáncer de pulmón”, aclara.
Los casos diagnosticados en Euskadi son, además, casos curables. “Hay ya dos personas operadas que están limpias, y no necesitan ni radio, ni quimio ni tampoco inmunoterapia”.
SE DIAGNOSTICA DEMASIADO TARDE
Y es que el problema del cáncer de pulmón es que, en la gran mayoría, se diagnostica muy tarde porque al principio no da síntomas. a pesar de que es el de mayor mortalidad, “más que colon y mama juntos”, precisa la doctora.
“Cuando este cáncer da cara, o se ven síntomas, ya es tarde. Algunos otros tienen más alternativas terapéuticas pero no es el caso del cáncer de pulmón”, matiza. “Si se coge tarde y se diagnostica en estadío 3 o 4, a día de hoy, puede haber tratamiento pero desde luego no curativo”.
La supervivencia es el gran lastre de esta enfermedad. Hasta la segunda década del siglo XX, el cáncer de pulmón se encontraba entre los tumores de peor pronóstico.
MEJORAN LAS TASAS DE SUPERVIVENCIA
Entre 1999 y 2007, solo un 13% de los pacientes diagnosticados de este tipo de neoplasia sobrevivían más de cinco años. Pero afortunadamente también se están mejorando las tasas de supervivencia aunque los diagnósticos en estadios avanzados, las reducen drásticamente.
“Si ha superado los 5 años, las posibilidades de una recaída disminuye mucho. Es cierto que ha mejorado la supervivencia y los tratamientos, que tienen menos efectos secundarios con efectos agresivos”, señala.
La doctora Arana aclara que otra de las ventajas del proyecto LUCIA es que recopila voluntarios en lugares estratégicos del mundo para ver cómo incide en estos tumores los diferentes factores medioambientales de cada zona.
“La CE nos dice que tenemos que poner en marcha un programa de cribado ya porque así podemos detectar nódulos milimétricos en fases tempranas que se pueden operar” recalca la especialista de Biobizkaia