Con el objetivo de analizar la situación y ofrecer soluciones viables, NOTICIAS DE GIPUZKOA organizó en el hotel Catalonia de Donostia la jornada Construcción Accesible, un encuentro en el que participaron expertos del sector y en el que se abordaron cuestiones clave como la financiación de obras de accesibilidad, las barreras arquitectónicas, las normativas vigentes y la importancia de la concienciación social.
Si bien la primera mesa redonda de la jornada se centró en los aspectos técnicos y la financiación, en esta segunda parte el foco estuvo en las personas. Porque la construcción no trata solo de medidas, aislamientos o envolventes térmicas; trata de mejorar la vida de quienes habitan los edificios. Y es que, la rehabilitación es un derecho que garantiza viviendas más saludables, confortables y accesibles.
José David Ros, gerente de SEOM Rehabilitadores, subrayó la importancia de entender a los vecinos antes de acometer cualquier obra: “Cuando llegamos a una comunidad, lo primero que nos preguntamos es qué les duele, qué les preocupa y cómo podemos mejorar su vida. Nada es más importante que poder entrar y salir de tu casa sin dificultades. Sin embargo, las obras de rehabilitación pueden generar molestias, como la imposibilidad de utilizar la escalera durante un tiempo. Por eso es crucial una buena planificación y una comunicación fluida con los vecinos”.
Además, los invitados incidieron en que la industrialización en la construcción es una de las soluciones para garantizar calidad y eficiencia. “No solo permite ahorrar tiempo y costes, sino que también facilita la precisión. En obras complejas, como la sustitución de escaleras, la industrialización permite montar la nueva estructura en muy poco tiempo, minimizando las molestias para los vecinos”, explicó Ros.
¿Cómo distinguir una buena rehabilitación de una mala?
Monreal lanzó una pregunta clave: “¿Somos capaces como usuarios de detectar si nos han hecho una mala rehabilitación? Problemas de humedades, aislamiento deficiente o ruidos son algunas de las consecuencias de un mal trabajo”.
Ros corroboró esta preocupación con una experiencia concreta: “Nos hemos encontrado con casos en los que hemos tenido que hacer la rehabilitación de la rehabilitación. Lo barato sale caro. Si un trabajo no está bien hecho desde el principio, los problemas aparecerán en pocos años”.
Respecto al factor económico, el arquitecto advirtió que “vemos comunidades que optan por la oferta más barata sin considerar las consecuencias. Es una mala decisión. Si se da una garantía de 10 años, necesitamos asegurarnos de que la empresa existirá dentro de una década. Además, el coste financiero actual es igual o inferior a la inflación. Hacer una obra dentro de cinco años será mucho más caro que hacerla ahora”.
“No se trata solo de precio, sino de entender qué queremos y qué necesitamos para la vivienda de hoy y del futuro”, concluyó.
La jornada contó con el apoyo de Caja Laboral y Onhaus Global System, así como con la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN), el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Gipuzkoa (COAATG), el Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Gipuzkoa y Álava (CAFGUIAL) y SEOM Rehabilitadores.