Perder a una mascota es un momento difícil para cualquier persona que haya compartido su vida con un animal de compañía. Cada vez para más familias, se trata de un miembro más del hogar, y su despedida merece un trato digno, con respeto y sensibilidad. Con esa filosofía nació hace 18 años Beti Zurekin, uno de los primeros tanatorio-crematorios de mascotas de Euskadi, ubicado en Astigarraga (calle Troia 25, local 5). Fundado por Javier Rivero, un amante de los animales y criador de perros, este servicio ha sido pionero en el sector y se ha consolidado como un referente en Gipuzkoa y en todo el territorio vasco.

Desde el inicio, la filosofía de Beti Zurekin ha sido ofrecer un trato cercano, profesional y transparente, con el convencimiento de que el duelo por una mascota merece la misma empatía y respeto que cualquier otra pérdida

Un servicio necesario y pionero

Antes de la apertura de Beti Zurekin, la única opción disponible en Gipuzkoa para las mascotas fallecidas era su traslado a una fosa común en San Marcos. Para quienes deseaban incinerarlas, la única alternativa era desplazarse hasta Francia, donde sí existía este servicio. “Fuimos pioneros, solo había cuatro crematorios en todo el Estado”, recuerda Javier Rivero. Su iniciativa supuso un cambio radical, ofreciendo a las familias un lugar donde despedirse de sus animales con la misma dignidad con la que los habían acompañado en vida.

Los collares con una pequeña muestra de las cenizas son uno de los recuerdos más demandados. Arnaitz Rubio

Desde el inicio, la filosofía de Beti Zurekin ha sido ofrecer un trato cercano, profesional y transparente, con el convencimiento de que el duelo por una mascota merece la misma empatía y respeto que cualquier otra pérdida. “Es un momento muy duro, nosotros también hemos pasado por eso y sabemos lo mal que se pasa. Por eso es fundamental que las personas que están atravesando este trance se sientan acompañadas”, explica Rivero.

“Cada vez más familias buscan despedir a su mascota de manera digna, brindándole el adiós que realmente merece”

“Cada vez más familias buscan despedir a su mascota de manera digna, brindándole el adiós que realmente merece”

Un adiós digno y respetuoso

Beti Zurekin ofrece un servicio 24 horas, los siete días de la semana. Cuando una mascota fallece, el equipo se encarga de su recogida, ya sea en la clínica veterinaria o en el hogar de la familia. Una vez en sus instalaciones, brindan a los allegados la oportunidad de despedirse de su compañero por última vez. Este es el servicio de tanatorio: “Preparamos al animal, lo aseamos y lo colocamos en un sudario para que su familia pueda despedirse en condiciones. Es muy importante que sientan que su animal es tratado con el máximo respeto”, subraya Rivero.

La incineración puede ser individual o colectiva, según la decisión de cada familia. Para aquellos que optan por la incineración individual, se entrega una urna con las cenizas, debidamente identificada. Beti Zurekin ofrece una amplia variedad de urnas, que van desde modelos de cerámica o aluminio hasta opciones biodegradables y personalizadas con la foto de la mascota.

Además, con una sensibilidad especial hacia el duelo, el tanatorio ofrece recordatorios emotivos y entrañables, como pulseras con la huella de la mascota o colgantes con sus cenizas. También, como muestra de apoyo a las familias, entregan una pulsera de acero con el nombre del animal. Esto último es un detalle incluido en el servicio de incineración.

Demanda en auge

A lo largo de estos casi 20 años, Beti Zurekin ha sido testigo de cómo la sociedad ha evolucionado y ha dado más importancia al duelo por las mascotas. “La gente está cada vez más sensibilizada con la despedida de sus animales, y hemos notado un aumento significativo de la demanda en los últimos años”, explica Rivero. A pesar de su experiencia, admite que sigue pasándolo mal cuando ve sufrir a las familias, especialmente a las personas mayores que viven solas y para quienes su mascota lo era todo. “Es muy triste”, confiesa.

A lo largo de estos casi 20 años, Beti Zurekin ha sido testigo de cómo la sociedad ha evolucionado y ha dado más importancia al duelo por las mascotas

Además de su labor como tanatorio-crematorio de mascotas, Beti Zurekin también desempeña un papel fundamental en la recogida e incineración de animales fallecidos en las carreteras, como corzos, jabalíes, zorros, perros y gatos. Esta labor contribuye no solo a la sanidad ambiental, sino también al respeto por todos los seres vivos.

Innovación y sostenibilidad

Ser un referente en el sector implica una adaptación constante a las nuevas necesidades y desafíos. En este sentido, Beti Zurekin apuesta por la sostenibilidad, implementando hornos y sistemas más eficientes para reducir su impacto ambiental. La empresa sigue evolucionando, manteniendo su esencia de respeto y sensibilidad, y consolidándose como una opción imprescindible para quienes desean dar un último adiós digno a sus mascotas.

Beti Zurekin no solo ha cambiado la forma en que se despide a los animales de compañía en Euskadi, sino que ha marcado un antes y un después en la relación de la sociedad con sus mascotas, demostrando que el amor y el respeto no terminan con la vida.