El Aquarium de Donostia ha reintroducido en el mar a tres ejemplares de tortugas Caretta Caretta, popularmente conocidas como tortugas bobas, tras ser halladas hace meses en estado grave. Las tortugas, bautizadas como Aquiles, Pirata y Portu, han sido liberadas en la mañana del martes a dos millas del puerto de la capital guipuzcoana después de varios meses de atención y cuidados.

Llegaron sin fuerza

Estas tortugas llegaron al oceanario donostiarra entre abril y junio de este año, "sin fuerza, desnutridas, deshidratadas y con infecciones en el aparato respiratorio", según fuentes del Aquarium. Cada tortuga fue diagnosticada mediante radiografías y alojada en acuarios de la zona de cuarentena, donde se mantuvieron a una temperatura constante de 25ºC. El tratamiento incluyó antibióticos, colirios y una dieta variada y completa, enriquecida con vitaminas. Una vez finalizadas las tareas de recuperación, han vuelto al Cantábrico entre los aplausos de las más de 50 personas que las han acompañado.

El Aquarium de Donostia suelta tres tortugas bobas al mar Arnaitz Rubio

En el acto que se ha llevado a cabo en la embarcación Aitona Julián Txalupa han participado la directora del Aquarium, Esther Irigaray; la directora del área de Biología del Aquarium, Arantxa Garmendia; el director del Centro de Investigación de Biología Marina Experimental y Biotecnología, Manuel Soto, y Guillermo López, miembro de Tragsa.

Las tortugas

La primera tortuga en ser rescatada fue Aquiles. Fue hallada el 13 de abril con un peso de apenas 1,69 kilos y 22 centímetros de longitud. Presentaba una pequeña infección respiratoria (neumonía) y, tras el tratamiento, ha logrado alcanzar un peso saludable de 2,15 kilos.

El segundo ejemplar, bautizado como Pirata, fue encontrado el 22 de abril en la costa de Mutriku. Apareció con una infección en el ojo, neumonía y el caparazón cubierto de algas. Tras varios meses en el Aquarium, ha recuperado su salud.

El tercero es Portu, quien apareció en la costa de la capital guipuzcoana. Se trata del más grande de los tres con 26 centímetros de largo y llegó muy debilitado con una grave infección pulmonar. Gracias a los cuidados que ha recibido, se ha recuperado perfectamente para volver a surcar las aguas del Cantábrico.

Tendrán seguimiento

A Portu y Aquiles se les ha implementado un transmisor satelital “con el fin de proporcionar a la ciudadanía información” sobre sus movimientos y ayudar a “mejorar el conocimiento de esta especie en su medio natural”. 

De hecho, el año pasado hicieron lo mismo con Bermiu, otra tortuga que fue hallada en estado crítico en la costa donostiarra, cuya señal “sigue funcionando”, tal y como ha informado Esther Irigaray: “Es un día muy especial que llevábamos tiempo esperando. De esta manera, podemos ver el trabajo que se hace día a día para tratar de ayudar a estos animales”.

El Aquarium de Donostia suelta tres tortugas bobas al mar Arnaitz Rubio

La directora del Aquarium ha reconocido que “este año se han encontrado más tortugas de lo habitual en Gipuzkoa: cinco con vida y dos muertas”. Además, en Bizkaia también han aparecido otras “cinco o seis”. Por su parte, Soto ha aconsejado que “en caso de encontrar un ejemplar así, no hay que tocarlo, ya que puede tener infecciones contagiosas o simplemente porque pueden morder”.

La mayoría de los ejemplares de esta especie que aparecen “suelen llegar desde Florida”, según han contado los expertos durante la suelta. Pero no hay seguridad al respecto. El seguimiento de las tortugas durante varios meses (la caducidad del sistema de seguimiento también arroja incertidumbre) permitirá dar más luz sobre sus movimientos y costumbres, y se podrá ver si cruza el Atlántico o se irá hacia el sur.