La magia de la repostería cobra vida a diario en el Polígono 27 de Donostia: el corazón de Aramendia Pastelería. En este obrador un equipo de experimentados pasteleros convierte las materias primas en auténticas delicias para todos los sentidos. Un trabajo cuidado al más mínimo detalle, que respeta los tiempos y los procesos de cada elaboración; “a base de pasión, harina y mantequilla de primera calidad, huevo, azúcar, agua, cacao, fruta y mucho mimo”, explican desde la firma pastelera que atesora más de dos décadas de trayectoria. Exactamente 24 años conquistando y alegrando los paladares de las y los guipuzcoanos, y visitantes.
Entre los productos que salen del obrador se encuentra el pastel vasco, el icónico postre que en Aramendia Pastelería dominan a la perfección. De hecho, se declaran “verdaderos amantes” de este clásico del recetario, del que han sabido mantener su esencia, pero imprimiéndole un toque muy personal. Único.
La maestría del equipo de pasteleros de Aramendia da vida a un producto con ingredientes seleccionados de forma minuciosa: la harina, base de la receta, y la mantequilla, que impregna a la masa de ese sabor tan particular
Tradición y gastronomía en un mismo bocado. Exquisita masa quebrada a base de mantequilla y harina de primera calidad, rellena de una inconfundible crema pastelera. Lo que hace especial al euskal pastela, etxeko biskotxa o gâteau basque (en francés) de Aramendia Pastelería no es solo su sabor, sino también el empeño por conservar las técnicas de elaboración. Cada pastel es una experiencia inolvidable de sensaciones en boca; una magnífica mezcla de ingredientes seleccionados cuidadosamente, de suaves texturas y equilibrios perfectos.
Jugoso. Con un juego de sabores increíble. La famosa creación de Aramendia Pastelería ha conseguido mejorar la tradicional receta para lograr de forma magistral una estupenda combinación entre masa y relleno. Por este motivo, el pastel vasco que distingue a esta firma pastelera es considerado como el mejor por todas aquellas personas que han experimentado este dulce placer. Este reconocimiento queda patente en las numerosas reseñas que se suceden en internet, redes sociales…, que describen al pastel vasco de Aramendia como “maravilloso”, “espectacular”, “muy fresco y con sabor casero”. A este derroche de halagos se unen otros comentarios que lo califican como “impresionante”, “la mejor versión” que han probado o, incluso, hay quienes lo colocan en el pódium de los pasteles vascos.
Todo un referente de la repostería artesanal
Aramendia Pastelería es, sin duda, uno de los establecimientos referentes de la repostería artesanal vasca. Una merecida distinción que ha logrado gracias a su principal secreto, el obrador, en el que diariamente transforman las materias primas en verdaderas obras de arte de la pastelería. Se trata de un trabajo cargado de pasión y respeto por los ingredientes y sus procesos, que garantiza que cada elaboración preserve la máxima frescura y calidad desde que sale del horno hasta que llega a las manos del cliente.
Aramendia Pastelería es uno de los establecimientos referentes de la repostería artesanal vasca. Una merecida distinción que ha logrado gracias a su principal secreto, el obrador
En formato ración o en tarta. Esta última, siempre por encargo, es ideal para redondear el menú en las reuniones familiares o en eventos especiales. El pastel vasco de Aramendia Pastelería es una de sus señas de identidad, que no puede faltar en la rica y variada oferta gastronómica de este veterano negocio guipuzcoano con veinte años de andadura a sus espaldas. La flexibilidad en los tamaños de su emblemático postre permite que cada cliente disfrute del pastel según sus necesidades, manteniendo en todo momento la misma calidad y sabor excepcional.
Calidad en la materia prima
La maestría del equipo de pasteleros de Aramendia se acompaña de una gran dedicación que da vida a un producto que se selecciona de forma minuciosa: la harina, que constituye el verdadero soporte de la receta, y la mantequilla, que impregna a la masa de ese sabor tan particular que se perfecciona con su cocción en el horno.
En cuanto al relleno, en Aramendia se decantan por una sabrosa crema pastelera elaborada a partir de leche fresca de kilómetro cero, que refleja, una vez más, su compromiso inquebrantable con la calidad de sus productos y el respeto por la tradición repostera vasca.
Consumidores y clientes valoran y ensalzan el buen hacer de Pastelería Aramendia; todo un legado de tradición, pasión y dedicación. Con once tiendas en Donostia, ha sabido expandir el negocio a otros puntos del territorio: Errenteria, Lasarte, Tolosa, Villabona, Zarautz e Irun. En esta última ciudad, donde cuenta con dos establecimientos, su aclamado pastel vasco se está convirtiendo es uno de los dulces “más demandados”, destacan. Y es que si se prueba resulta difícil resistirse.
Entre las mejores de 2024
Bollería, pasteles, tartas, chocolates, pastas… engrosan el amplio y variado surtido de Aramendia. La visita a sus pastelerías es toda una experiencia sensorial, donde sus expositores bien nutridos y el aroma a repostería recién hecha invitan a disfrutar de todas estas delicias.
No es de extrañar, por tanto, que Aramendia Pastelería haya sido reconocida como una de las mejores pastelerías de 2024. Es un destino obligado para los amantes de la buena repostería, que acuden a sus tiendas cautivados por el inconfundible sabor y calidad de sus productos. Su popular pastel vasco es una de las obras maestras de estos virtuosos de la pastelería. Un deleitable bocado que seduce en el universo dulce de Euskadi. ¿Te animas a descubrirlo? No te arrepentirás.