La Federación Gipuzkoa Merkatariak ha celebrado este domingo en Getaria su asamblea anual, la última de Julen Maiz como presidente, que deja su cargo después de seis años. Un periodo de tiempo “muy intenso, con muchos retos y grandes alegrías”, según ha confesado a este periódico el donostiarra, que reclama a las instituciones “más implicación con el comercio local”, así como la aprobación de presupuestos “acordes al PIB y al empleo que genera el sector”.
En el transcurso de la asamblea, como es habitual, se han dado a conocer las nuevas Singular Dendak de Gipuzkoa, una selección de tiendas que además de dar vida a las calles destacan por su originalidad y autenticidad. Comercios cuyo trabajo no resulta siempre sencillo. “El sector todavía no se ha recuperado y sigue sin alcanzar los niveles prepandemia”, destaca Maiz.
La sombra de la crisis sanitaria sigue siendo alargada. Desde que irrumpió el covid-19, según viene observando la Federación Mercantil, se ha ido instalando un cambio de hábitos de los consumidores, que parecen haber pasado a priorizar la inmediatez por encima del trato de cercanía. El ocio también ha superado al comercio durante estos últimos años. “Son factores que exigen la adaptación del comercio local, que no acaba de dar con la tecla al 100%”, lamenta el presidente saliente de la federación.
El sector se ve obligado a un ejercicio de adaptación constante ante un panorama muy cambiante. Además de la pandemia, otra de las novedades reseñables de estos últimos seis años ha sido el Ticket Bai, el nuevo sistema para controlar los ingresos de todos los autónomos. También la revisión del Plan Territorial Sectorial con la limitación de superficies comerciales de periferia, o la regulación de la Zona de Bajas Emisiones de Donostia.
Un sector "tocado, en situación preocupante"
Cambios que afectan a un comercio local que “está tocado, en una situación preocupante”, reconoce Maiz. “El sector está atravesando un momento complicado. El gasto de ocio frente al de consumo ha crecido exponencialmente, los hábitos de compra han variado, y la irrupción de conflictos bélicos -Ucrania y Gaza- ha hecho que la economía se resienta y se encarezcan mucho algunos productos y suministros”, explica.
La Federación Mercantil de Gipuzkoa señala en ese sentido que si las grandes multinacionales se han resentido durante este primer cuatrimestre del año, con unas ventas inferiores a las previstas, “qué vamos a decir de las nuestras”. Piden por ello medidas directas “para resistir e innovar”, con el objetivo de volver a colocar al sector como la primera opción de compra de los consumidores.
“Cada vez vemos más comercios tradicionales que van cerrando sus puertas. Muchos de ellos no se vuelven a abrir, y otros lo hacen a través de franquicias o multinacionales”. El problema -según observa Maiz- no sólo pasa por la viabilidad y los gastos que conlleva poner en marcha un negocio sino por “algo tan importante como el relevo generacional”, uno de los mayores retos.
“Nuestro objetivo, dentro de nuestras posibilidades, es mantener la mayor cantidad de comercios locales abiertos en Gipuzkoa, y buscaremos todos los recursos y acciones que lo hagan posible”. Desde la Federación Mercantil de Gipuzkoa entienden que es necesario un plan estratégico “valiente” con todos los agentes, así como trabajar en aspectos como la sostenibilidad, la huella del CO2 o el kilómetro 0.
A nivel fiscal, piden bonificaciones y deducciones de impuestos que hagan al sector atractivo a nuevos emprendedores. “De 2020 a 2024 los presupuestos han sido de resistencia. Si el comercio local es tan estratégico para todas las instituciones, tienen que apostar por él y acometer de verdad los problemas de fondo del sector”, reclama Maiz.