Las cifras del tabaco en Gipuzkoa: más de 300 millones de eurosIker Azurmendi
Dicen los expertos que fumar sigue teniendo tirón entre los jóvenes vascos, aunque sea a través de fórmulas nuevas como el vapeo, el tabaco de liar o los cigarrillos electrónicos. Y aunque es cierto que la prevalencia del tabaquismo sigue bajando en términos generales, no es menos cierto que lo hace porque la sensibilización de los fumadores más veteranos es cada vez mayor; y no tanto por las nuevas generaciones, entre las que el peso de las personas fumadoras aumentó en 2023, según los últimos datos obtenidos por el Gobierno Vasco.
Hoy, día Mundial sin tabaco, y a las puertas de un nuevo giro de tuerca legal hacia su limitación, el hábito de fumar sigue reportando a Gipuzkoa un negocio gigantesco de 318 millones de euros, según datos del Ministerio de Hacienda. Las ventas siguen al alza después de la pandemia, aunque estamos muy lejos de consumos como los que se registraban antes de la Ley antitabaco de 2011, la que prohibió fumar en bares.
La comparativa no ofrece lugar a dudas. Los casi 729.000 habitantes que tiene Gipuzkoa representan hoy el 1,55% de la población de todo el Estado español. Sin embargo, en nuestro territorio se vende el 2,55% de todo el tabaco que se distribuye por vías legales.
El territorio, con el 1,55% de la población del Estado, vende el 2,55% de todo el tabaco legal en España
Esta proporción va en aumento. Hace exactamente 20 años, por ejemplo, éramos más habitantes en Gipuzkoa en términos relativos (1,60% de la población estatal), pero vendíamos menos: el 2,18%. Justo antes de la pandemia, vendíamos un 2,34% del conjunto del tabaco que se despacha en España y al cierre de 2023, el 2,55%.
Parecen subidas pequeñas, pero esconden cantidades millonarias de ventas. De hecho, si atribuyésemos a la población guipuzcoana un consumo o compra de tabaco similar a la media de Euskadi o del conjunto del Estado, los guipuzcoanos gastaríamos alrededor de 186 millones de euros al año. Sin embargo, hasta 318 millones facturados en 2023, hay un salto de más de 131,5 millones de euros. ¿Por qué sucede esto?
Al otro lado de la muga
La respuesta está al otro lado de la muga: Gipuzkoa sigue siendo la tienda para muchos ciudadanos y ciudadanas francesas, donde la guerra contra el tabaco es mucho más decidida que a este lado del Bidasoa.
Francia ha decidido atacar el bolsillo de los y las fumadoras como estrategia para reducir su consumo y es el segundo país del mundo, después de Irlanda, con la cajetilla de tabaco más cara: prácticamente 10 euros por los 20 pitillos que buena parte de los fumadores habituales pueden llegar a consumir en un solo día.
Con la mitad de unidades vendidas, Gipuzkoa se acerca al récord de facturación de 2009 por el efecto francés
En el Estado español, según los últimos datos publicados por Eurostat, las cajetillas de cigarrillos, que son las que reportan el 80% de los ingresos por tabaco, cuesta una media de 4,53 euros. Y ello provoca que muchos franceses vengan a nuestro territorio a aliviar esa tensión.
La realidad es que en Gipuzkoa se vende mucho tabaco. En 2023, 51.679.386 cajetillas de 20 cigarrillos: una media de casi 71 por habitante al año. Sin embargo, es sólo un 38% de las que se vendían en 2005, un año en el que los estancos del territorio dieron salida a más de 136 millones de cajetillas.
Colas de franceses en los estancos de Behobia el primer día en que podían retirar hasta cuatro cartones de tabaco
Lo preocupante para las autoridades sanitarias, que no para Hacienda, es que la cifra va en aumento tras la pandemia de covid, y en el primer trimestre de 2024 ha experimentado un aumento extra, no sólo en facturación, sino también en unidades vendidas. En concreto, en el primer tercio del año se han vendido un 1,8% más de cajetillas que en el mismo periodo del año pasado.
Si continuásemos en estos términos, nos situaríamos al final de este año muy cerca del récord de facturación registrado en 2009: 329 millones de euros. Eso sí, vendiendo exactamente la mitad que entonces, lo que muestra lo que ha subido el tabaco también aquí en estos 15 años.
Contra el tabaquismo
La realidad es que España y Europa, en general, buscan fórmulas para reducir el consumo de tabaco. Francia e Irlanda apuestan por atacar el bolsillo, mientras Reino Unido acaba de aprobar una drástica medida que pasa por prohibir la venta de tabaco de por vida a los nacidos después de 2009.
La ministra de Sanidad española, Mónica García, ha descartado que España vaya a adoptar esta medida recientemente aprobada por la Cámara de los Comunes británica, pero no la descarta a futuro y asegura que lo importante es avanzar hacia una “generación libre de tabaco”.
Reino Unido ha prohibido la venta de tabaco de por vida a los nacidos a partir de 2009 y Francia cobra un 80% de impuestos
Así lo contempla el Plan Integral de Prevención y control del Tabaquismo que dibuja un futuro “libre de humo” en los espacios públicos. La propia ministra ha asegurado recientemente que todas las medidas antitabaco que “se quedaron pendientes” desde 2010 se irán activando a partir de ahora.
Entre estas nuevas medidas que ya se están contemplando figuran algunas como la prohibición de fumar en terrazas, marquesinas, playas o incluso en vehículos particulares si viajan menores.
Cambio de tendencia
Se desconoce el efecto disuasorio que pueden obtener, pero pocas regulaciones han sido tan efectivas a la hora de reducir el tabaquismo como la prohibición de fumar en bares en 2011.
La venta de tabaco cayó en toda España a raíz de esa normativa. En concreto, la venta de unidades de tabaco en Gipuzkoa descendió un 16% de un año para otro; y un 28% en sólo dos años. De consumir más de 87 millones de cajetillas en 2010 se pasó a 73,5 millones en 2011 y casi 63 en 2012. Se calcula que cerca de un 10% de personas fumadoras lo dejó casi de la noche a la mañana.
Sanidad considera que se ha perdido el impulso que provocó la Ley antitabaco de 2011 y piensa nuevas medidas antitabaco
Esa tendencia a la baja en las ventas duró hasta 2017 en nuestro territorio. Fueron años de reducciones sostenidas y acumuladas en la venta de tabaco en Gipuzkoa, donde hace apenas 6 años se vendían 2,9 millones de cajetillas menos que hoy se facturaban 56,5 millones de euros menos.
Pero en 2018 se rompió esta tendencia con una subida apreciable en los dos años siguientes, y aunque la pandemia de covid supuso un freno importante en 2020 e hizo retroceder a las ventas, de nuevo nos hemos situado al cierre de 2023 en cifras muy parejas a las de 2019 y con un arranque de 2024 en la misma línea.
2024 empieza fuerte
Son casi 11,7 millones de cajetillas de tabaco vendidas entre el 1 de enero y el 31 de marzo en Gipuzkoa, además de 9,3 millones de puros y casi 44.000 kilos de tabaco de liar. Siguen siendo cifras importantes, pese a los esfuerzos realizados para reducir el consumo.
El Gobierno español está preocupado y también el Gobierno Vasco. Euskadi, de hecho, ya intentó ir más allá de la Ley estatal de 2011 creando la suya propia, pero finalmente se guardó en el cajón dos medidas que contempló: prohibir el tabaco en los coches particulares si estos estaban ocupados por menores de edad y prohibir la venta de tabaco en gasolineras.
También se intentó ir más allá con la Ley de Adicciones en 2016, limitando el consumo de tabaco y alcohol en parques e instalaciones deportivas al aire libre, y se han anunciado iniciativas hacia un escenario deseado de “pueblos sin humo (Kerik Gabeko Herriak)”
Sin embargo, desde el propio Ejecutivo admiten que “no hemos conseguido el efecto que queríamos en las y los adolescentes”, pese a que prácticamente el 80% de los vascos ya no fuma y sólo un 17,6% lo hace a diario.
En concreto, la encuesta de Adicciones de Euskadi 2023 indica que la edad de iniciación al tabaquismo es la más baja de la serie desde 1996: 16,5 años en Euskadi.
A día de hoy, de hecho, el 26,5% de las personas que han fumado alguna vez, asegura haber empezado antes de los 15 años y un 45,2%, entre los 15 y los 17, por lo que las autoridades han puesto el foco en cortar la iniciación en la adolescencia.
Prohibiciones y medidas antitabaco
1988: Colegios y hospitales. En junio de 1988 entró en vigor la prohibición de fumar en colegios, hospitales y centros de salud (salvo en zonas especialmente habilitadas), así como en los transportes colectivos donde hubiera plazas de pie.
1992: Tampoco en el avión. El Real Decreto 510/1992 prohibió fumar en los vuelos nacionales de menos de 90 minutos.
1999: Trenes y barcos. En 1999 se prohíbe fumar en todos los autobuses y en todos los vuelos estatales sin límite de tiempo, lo que incluye los vuelos a las Canarias. También se prohíbe fumar en trenes y barcos, salvo en cubierta.
2006: Sin humo en el trabajo. Si bien la ley 28/2005 de 26 de diciembre se aprobó a finales de 2005, entró en vigor el 1 de enero de 2006, hace quince años y prohibía fumar en el trabajo, y todos los transportes, sin excepción. Aunque desde 1988 un trabajador podía exigir que no se fumara a su alrededor y se regulaba específicamente la situación de embarazadas y personas sensibles, la realidad es que hasta 2006 no se atajó esta situación. Según esta ley, está prohibido fumar en los centros de trabajo, salvo en los espacios al aire libre. Se crea, sin embargo, una anomalía: los trabajadores de la hostelería se quedan como los únicos que respiran humo en su puesto de trabajo en un espacio cerrado. Aunque ellos no puedan fumar, tienen que soportar el humo de los clientes. Y se suprimen las excepciones o zonas habilitadas en colegios, universidades y centros de salud. En 2006 también se prohíbe fumar en los taxis y en cualquier lugar del metro, tampoco en las estaciones.
2011: Se prohíbe en los bares. La reforma de la Ley Antitabaco que entra en vigor el 1 de enero de 2011 prohíbe fumar sin excepciones en bares y restaurantes. Se permite fumar al aire libre, es decir, en las terrazas, siempre y cuando no estén cubiertas o lateralmente rodeadas por más de dos paredes o muros. En hoteles y hostales solo se permite fumar al aire libre y en las pocas habitaciones reservadas para fumadores. No se podrá fumar en los recintos de los centros sanitarios (hospitales, centros de salud...), ni siquiera en el exterior, ni en parques infantiles.
Claves
Precios en Europa. La cajetilla más cara, según los datos publicados recientemente por Eurostat, se venden en Irlanda (12,81 euros de media). Seguido de Francia (9,70 euros) y Finlandia (8,60). Mientras que en España es de 4,53. Este precio sitúa al Estado español en mitad de la tabla europea.
Uno de cada cinco. El porcentaje de población fumadora en España y Euskadi está ligeramente por debajo del 20%, mientras que en países como Bulgaria (28,7%) y Grecia (23,6%) se fuma mucho más.