Dos de los cuatro nuevos examinadores de tráfico asignados a Gipuzkoa todavía no se han incorporado a sus puestos de trabajo, algo que se sigue esperando en las autoescuelas del territorio como agua de mayo, ya que desde que comenzó el año observan con preocupación que el tapón de alumnos provocado por la falta de evaluadores no ha dejado de crecer. 

Fue el propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien avanzó el pasado mes de febrero que el Gobierno central iba a asignar a Gipuzkoa cuatro nuevos examinadores de tráfico, algo que tres meses después todavía no ha acabado de materializarse. Dos de ellos ya están operativos, por lo que actualmente asciende a seis el número de examinadores del territorio. 

El resto es previsible que se incorpore “en los próximos días”, una vez agotado el mes de plazo legal desde su designación. “En dos semanas hemos podido subir cuatro circulaciones por autoescuela, algo que de algún modo refleja que empieza a desbloquearse la situación aunque todavía no es suficiente. Seguimos a la espera de que se incorporen los examinadores, y de que lo hagan pronto”, indica Arantxa Bravo, portavoz de la Asociación de Autoescuelas del territorio (GAE).

Días hábiles

Los exámenes de conducir en Gipuzkoa se realizan en Donostia, Azpeitia y Beasain. Son los evaluadores asignados a la capital guipuzcoana quienes se van desplazando al resto de municipios en función de las necesidades, de tal manera que hasta diciembre del año pasado le correspondía a cada centro una convocatoria de examen cada doce días hábiles, en torno a dos pruebas por mes, lo que permitía ir dando salida al alumnado. 

Desde que arrancó el año las cosas han cambiado ya que la falta de examinadores ha provocado que las pruebas se estén realizando cada quince días hábiles, con el consiguiente tapón de alumnos. A la espera de que se solucione definitivamente el problema, la entidad ha criticado estos meses atrás la situación de “absoluta dejadez” en la que se ha encontrado el territorio por parte de la Jefatura Provincial de Tráfico y la Administración central y ha solicitado al Gobierno Vasco que exija la transferencia de estas pruebas, imprescindibles para optar a puestos de trabajo. 

La GAE entiende que durante el año pasado se logró “parchear el problema” con la incorporación de nuevos efectivos, pero se da la circunstancia de que los examinadores se acogen a su derecho a cambiar de destino, y dejan con ello su plaza vacante, con el consiguiente trastorno para el alumnado.

Se trata de un problema que se viene registrando en buena parte de la geografía estatal. Para aliviar a las administraciones de esta demanda, la DGT refuerza estos días su plantilla con la incorporación de 54 nuevos profesionales distribuidos en 25 jefaturas provinciales, cuatro de los cuales corresponden a Gipuzkoa.