Euskadi fue la primera comunidad autónoma en proponer un modelo de ESO enriquecido con horas de refuerzo escolar fuera del horario lectivo. En septiembre de 2014, el Departamento de Educación permitió a los primeros trece institutos vascos que se acogieron al proyecto Hauspoa implantar la jornada continua de mañana. Se cumplía así una vieja aspiración de parte de la comunidad educativa, sobre todo del profesorado. A cambio de permitir la reestructuración del horario, estos centros educativos debían desarrollar un proyecto de innovación pedagógica con hasta 250 horas extra de actividades de refuerzo para el alumnado más atrasado y talleres (robótica, idiomas, cocina, teatro, radio, fotografía, cine...) fuera del horario lectivo.

Aquel proyecto pionero perseguía avanzar hacia la excelencia a través de la gestión autónoma de los elementos que delimitan la organización académica de los centros (el horario, la jornada lectiva del profesorado, la utilización de los espacios, los recursos...). Hay que decir que Hauspoa nació entre la desconfianza de ciertos sectores por miedo a que los centros usasen la flexibilidad horaria con fines dudosos y que de alguna manera se aprovechase Hauspoa para implantar la jornada intensiva sin más, sin extras. Hay que decir que los trece institutos que pilotaron el proyecto lograron incrementar el número de estudiantes de 4º de la ESO en pasar a Bachillerato y en el 100% de los casos se redujo el número de expulsiones y partes de incidencia.

Nueve años después, el Departamento de Educación decidió cerrar este programa –al que se habían sumado decenas de centros públicos– porque habían detectado “luces y sombras” en su desarrollo. Aunque la mayoría de los centros habían avanzado, no todos, ni con la misma intensidad. Sin decirlo abiertamente, esas “sombras” aludían a la dificultad de llevar adelante la programación extra porque la participación en las actividades de las tardes y la implicación del profesorado eran voluntarias. Además, en aquel periodo un porcentaje nada desdeñable de las direcciones de los centros no eran estables, un factor clave para que esta ESO enriquecida pueda tener éxito.

Así nació Hedatze (Extender en euskera) el año 2022, una versión mejorada del programa original, en la que se revisaron varios de los aspectos que cojeaban. Con Hedatze todos los departamentos del centro y el 100% del profesorado que imparte docencia en Educación Secundaria tiene que participar en el proyecto. Además, es obligatoria la participación del alumnado con materias pendientes de cursos anteriores, así como la de quienes no hayan superado la evaluación competencial de alguna materia o ámbito en las evaluaciones a lo largo del curso. Participar en Hedatze no supone, en ningún caso, la desaparición del servicio de comedor y, las propuestas deben contemplar la compatibilidad con el servicio de transporte. Además, se dan unas pautas claras para compatibilizar el programa sin lesionar los derechos laborales del profesorado.

Para garantizar y posibilitar la reorganización de la actividad lectiva y no lectiva, cada docente destina como mínimo una hora semanal de las contempladas como horas de impartición lectiva y/o de refuerzo educativo (no pudiendo exceder estas de 18 horas semanales) o una hora de las siete horas semanales contempladas para actividades complementarias, para la interacción directa con el alumnado durante el horario dedicado al proyecto. Los horarios son más claros. La propuesta ha de ser de, al menos, seis horas semanales y 180 horas anuales.

Versión mejorada

Desde ese año 130 institutos vascos (76 públicos y 52 concertados) se han sumado a esta iniciativa. Tras la valoración “positiva” realizada durante los dos últimos cursos, el Departamento de Educación ha abierto a los centros por dos cursos más la posibilidad de seguir impulsando propuestas renovadas. La convocatoria incluye novedades. Sumará a los objetivos de siempre (mejorar la calidad, la autonomía de los centros, fomentar el uso del euskera o la convivencia, el refuerzo cultural, social y emocional…) impulsar la competencia lectora, uno de los mayores problemas que arrastra la escuela vasca.

Cabe recordar que el último Informe PISA y las sucesivas Evaluaciones de Diagnóstico realizadas por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa vienen alertando de que el alumnado vasco ni lee, ni comprende todo lo bien que debería. De hecho, el Departamento de Educación acaba de actualizar la Estrategia de Lectura del Sistema Educativo Vasco que lanzó en 2018 con recursos de apoyo para mejorar la competencia lectora del alumnado e impulsar su afición a la lectura. De hecho, conocer esta estrategia es una de las condiciones nuevas para poder participar en Hedatze.

En el último Informe PISA, los estudiantes vascos de 15 años obtuvieron 466 puntos, por debajo de los 475 de media de la Unión Europea y los 474 de media del Estado. Euskadi se sitúa así en el furgón de cola del conjunto del Estado, la número 14 de 17 comunidades autónomas. Es más, solo el 3% de los alumnos vascos están en el nivel más alto de rendimiento en lectura. Respecto a 2012, el informe refleja que Euskadi sufre un descenso significativo del rendimiento, con la segunda bajada más acusada del Estado: Euskadi (-32 puntos) y Catalunya (-38).

En este sentido, el instituto que quiera implantar la jornada intensiva debe incluir en el plan de formación para el curso 2024-2025 el compromiso de que todo su profesorado participe en la formación sobre desarrollo de la competencia lectora organizada por el Departamento de Educación, con el fin de planificar e implementar la estrategia lectora del centro. Esta formación tendrá una duración máxima de cinco horas.

Según la resolución, los objetivos de esta formación son “conocer las principales claves de la nueva Estrategia de Lectura; interiorizar la importancia de trabajar específicamente la lectura en todas las materias de la Educación Secundaria y adquirir estrategias para ello; ofrecer estrategias y herramientas para fomentar el hábito lector y el gusto por la lectura en el alumnado; y explorar vías para que el alumnado desarrolle la competencia lectora en el marco del proyecto de Hedatze”.

Hedatze

  • ¿Qué es? En 2022 Hedatze sustituyó a Hauspoa como proyecto de reorganización horaria en Secundaria. Transcurridos dos cursos escolares en los que han participado 76 centros públicos y 52 concertados, el Departamento de Educación ha publicado una segunda convocatoria. El proyecto durará dos cursos académicos y al finalizar cada uno de ellos se realizará una evaluación para medir el grado de consecución de los objetivos previstos (mejorar la calidad educativa y la equidad, promover la mejora de los resultados escolares y de la convivencia positiva, fomentar el uso del euskera y desarrollar la autonomía del alumnado, entre otros). La propuesta de horario no lectivo ha de ser de, al menos, seis horas semanales y 180 horas anuales.
  • Condiciones. Todos los departamentos y el 100% del profesorado que imparte docencia en Educación Secundaria ha de participar en el proyecto. Será obligatoria la participación del alumnado con materias pendientes de cursos anteriores, así como la de quienes no hayan superado la evaluación competencial de alguna materia o ámbito en las evaluaciones a lo largo del curso. Participar en Hedatze no supondrá, en ningún caso, la desaparición del servicio de comedor y, las propuestas planteadas deberán contemplar la compatibilidad con el servicio de transporte.
  • Plazos. Las solicitudes podrán presentarse hasta el 15 de junio de 2024 y los centros seleccionados deberán concretar el proyecto antes del 30 de septiembre de 2024.


Referéndum en los centros

Ahora, tanto las familias como el claustro y el alumnado tienen de plazo hasta el 15 de junio para votar si quieren seguir en Hedatze o sumarse al proyecto por primera vez. En este último caso, la propuesta del centro debe ser aprobada en el OMR por mayoría absoluta. En el Claustro debe lograr una mayoría cualificada de 2/3 de los votos emitidos y un 100% de participación, el mismo porcentaje entre las familias, con un mínimo de participación del 50%. El proyecto también debe ser consultado con el alumnado de 3º y 4ª curso de ESO y deberá ser aprobado con una mayoría cualificada de 2/3 de los votos emitidos y una participación mínima del 50% del censo. En el caso de los centros educativos que ya participaron en la convocatoria anterior, han realizado la memoria final antes del 22 de mayo de 2024 y deben aprobar el proyecto por mayoría absoluta en el OMR y en el Claustro por 2/3 de los votos emitidos y un 100% de participación.

Las solicitudes podrán presentarse hasta el 15 de junio y los centros seleccionados deberán concretar el proyecto antes del 30 de septiembre de 2024. Las actividades propuestas serán evaluadas trimestralmente (cada centro debe crear una Comisión de Seguimiento formada por familias, alumnado y profesorado presidida por un miembro del equipo directivo que deberá reunirse con una periodicidad mínima trimestral). La selección de los centros que ya han participado en el proyecto estará condicionada a la evaluación positiva de la Inspección Educativa.

En la resolución de la convocatoria Educación sostiene que los retos que el inicio de esta tercera década del siglo XXI plantea al sistema educativo vasco hacen necesarias “ideas innovadoras, planificando una oferta educativa atractiva pero eficaz, que vaya más allá de los parámetros tradicionales y que tenga capacidad de actualización permanente”. A través de los nuevos modelos organizativos y de gestión, los centros educativos “deben facilitar al alumnado la posibilidad de combinar las horas lectivas con los momentos educativos no lectivos, con el fin de favorecer el éxito educativo de todas y todos”. En este contexto el Departamento de Educación considera que hay que “repensar algunas inercias internas de los centros, especialmente en la actividad del aula, en la metodología de trabajo y en la oferta educativa más allá del horario lectivo, todo ello con el compromiso de los claustros y bajo la dirección de equipos directivos estables”.