Donostia Oissy, la firma nipona que ha desarrollado un sensor gustativo basado en Inteligencia Artificial (IA), resultó ayer ganadora de la tercera edición de Culinary Action! On The Road, la competición itinerante de empresas emergentes impulsada por el programa de emprendimiento gastronómico del BCC. El LABe-Digital Gastronomy Lab de Donostia acogió la final del concurso una vez culminadas las competiciones locales en Tokio, Copenhague, Nueva York, Londres y Buenos Aires.

El creador de Oissy, Ruyichi Suzuki, que puso en marcha la empresa en 2008, fue el encargado de recoger el galardón de manos de la directora de Emprendimiento de Hazi, Mentzia Otxoa de Zuazola. Oissy ha desarrollado una tecnología llamada Leo que utiliza IA para realizar análisis de productos y calcular la fortaleza del mismo en los cinco sabores fundamentales: dulce, salado, ácido, amargo y “umami”. Esta palabra japonesa designa el quinto sabor, que se asocia con el contenido en péptidos y proteínas de los alimentos, por lo que desempeña un papel crucial en la regulación de la ingesta rica en proteínas.

Oissy se impuso frente a las otras cuatro finalistas de Culinary Action!. La Inteligencia Artificial es también la herramienta que utiliza Alcheme Bio, que se erigió como vencedora en Nueva York, y que busca hacer que los alimentos cultivados en un laboratorio sean “deliciosos a propósito”.

En Dinamarca, la galardonada fue koskabet (armario ecológico, en danés), una empresa que ofrece un sistema sostenible de entrega de productos que los clientes pueden encargar y recoger en una especie de minioficinas postales refrigeradas, automáticas y abiertas las 24 horas. El chocolate sin cacao de WNWN Food Labs resultó ganador en Londres. Esta startup plantea un chocolate creado con ingredientes de origen vegetal –sin incluir cacao, lácteos, cafeína o aceite de palma- y basado en la sostenibilidad del producto alimenticio. La inteligencia artificial está también en el centro de la empresa argentina Biotango, que utiliza esta herramienta para ayudar a los productores frutícolas a desarrollar cultivos más sostenibles.