Desde hace un tiempo, las farmacias están obligadas a convivir con el desabastecimiento de ciertos medicamentos. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) cataloga actualmente a entre 600 y 700 fármacos como muy difíciles de adquirir y la solución no parece estar cerca. “El problema con el suministro de medicamentos no se va a solucionar a corto-medio plazo”, asegura a este periódico Miguel Ángel Gastelurrutia, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa (COFG), quien, no obstante, hace un llamamiento a la tranquilidad, ya que la mayoría se tratan de medicamentos sustituibles.

“Ahora mismo, no sé si es por el periodo vacacional o no, hay cierta bonanza en las farmacias. No hay apenas falta, pero eso no quiere decir que en poco tiempo no vuelva a haberla”, indica Gastelurrutia, que cita medicamentos como efferalgan y orfidal como los más complicados de encontrar. “Hay una demanda brutal de ellos, sobre todo del orfidal, que está agotados desde hace tiempo”, indica sobre un medicamento de actividad hipnótica y sedante que se usa frecuentemente para combatir el insomnio.

No obstante, la ausencia de estos medicamentos no supone un peligro grave, ya que todos ellos cuentan con fármacos similares con los que poder ser sustituidos en la propia farmacia. Hay, sin embargo, otros, como el avamys, un corticoide oral mediante inhalador para el tratamiento crónico de asma, que para poder ser reemplazado necesita de una nueva prescripción médica de otro medicamento similar.

De este modo, Gastelurrutia asegura que en torno al 97% de las personas que se acercan a una farmacia del territorio salen de ella con un fármaco muy similar al que venían a buscar. “Aunque la lista de medicamentos que faltan es grande, lo importante es que no suponen un problema. Es raro que alguien se vaya sin un fármaco insustituible”, apunta.

Convenio entre los agentes

Esta labor de sustitución contará a partir de ahora con una nueva red de comunicación gracias a un acuerdo firmado este lunes entre el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Euskadi y los almacenes de distribución. Hasta ahora, eran las propias farmacias las que comunicaban el desabastecimiento cuando un paciente acudía a ellas en busca de un medicamento que no estaba disponible, pero, gracias al acuerdo, serán los propios almacenes mayoristas los que puedan detectar esa falta con antelación.

“A nivel provincial teníamos nuestro plan para paliar el problema, mientras que ahora podremos trabajar a nivel autonómico”, explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa.

Esta comunicación entre los diferentes agentes implicados llevará a que las farmacias puedan prepararse con antelación ante futuros desabastecimientos, ya que estos serán detectados directamente por los distribuidores. Además, la coordinación con Osakidetza permitirá trasladar a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios al momento la falta de suministro con el objetivo de determinar las acciones necesarias de forma conjunta.

“Se trata de trabajo coordinado, conjunto e informado en tiempo real y para toda Euskadi, lo que es muy relevante, teniendo en cuenta que el problema de suministro lleva dándose desde hace tiempo”, añade Gastelurrutia sobre una problemática que parte de varios factores como la externalización de la producción de gran parte de los medicamentos o la ausencia de ciertas materias primas para poder llevarlos a cabo.