Los compañeros del Hospital de Cruces de la mujer asesinada en la localidad cántabra de Castro Urdiales, donde residía, han recordado este viernes a Silvia L.G. con una concentración a la entrada del centro sanitario vizcaíno.

El cadáver de la mujer fue hallado la noche del pasado miércoles en un garaje de la urbanización de Castro Urdiales donde residía, maniatado de pies y manos en el asiento trasero de un coche, con una bolsa de plástico en la cabeza y con signos de haber recibido una puñalada.

Esa madrugada la Guardia Civil detuvo a los dos hijos adoptivos de la mujer, que estaban desaparecidos, de 15 y 13 años.

La titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Santander acordó el internamiento en régimen cerrado durante seis meses del hijo mayor por la "presunta comisión" de un delito de asesinato, mientras que el de 13 años, que no es imputable por tener menos de 14 años, ha sido trasladado a un centro de menores.

Los compañeros de trabajo de Silvia L.G., de 48 años, en el Hospital de Cruces, en Barakaldo, de donde era natural la víctima, se han concentrado hoy en silencio durante cinco minutos ante la entrada principal del hospital.

Unos dos centenares de trabajadores, muchos de ellos celadores y personal de la unidad de Medicina Nuclear, han participado en el acto de recuerdo, que ha acabado con un aplauso.

Muchos de los participantes, que no han hecho declaraciones a la prensa, se han mostrado visiblemente afectados por la muerte de su compañera.