El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, insistió ayer en que la planta de tratamiento de Artajona recibió residuos no autorizados de manera irregular de la incineradora de Zubieta.

Aierdi compareció ayer en el Parlamento foral después de que el miércoles el diputado de Sostenibilidad de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, negase las irregularidades y acusase al consejero de verter “falsedades” al detallar que desde la planta de Zubieta se han enviado en los últimos dos años cerca de 5.500 toneladas de lixiviados líquidos a la planta de Artajona –de la empresa Ecofert Sansoain–, que tan solo cuenta con autorización para tratar residuos sólidos o lodos consistentes.

Esta misma semana el Gobierno foral ha decretado el cierre cautelar de la instalación de Artajona por estos hechos, que, precisamente, también han llevado al socialista Asensio a ser investigado por un juzgado de Donostia. La Fiscalía consideró irregulares los envíos de lixiviados después de una denuncia de la asociación GuraSOS, que afirmaba que la planta de Zubieta habría generado lixiviado líquido “dándole un código de residuo y un concepto erróneos de forma consciente” y “habría encargado el tratamiento de parte de estos residuos a la empresa Ecofert Sansoain de Artajona”, sin que esta cuente con la autorización para gestionar sustancias líquidas.

Asensio, además de negar las irregularidades en el envío de residuos, también se mostró molesto por unas supuestas “insinuaciones” de que los lixiviados eran tóxicos, cuando las pruebas habían dado negativo en toxicidad, pero Aierdi dejó ayer claro que “no hemos calificado como ecotóxico el residuo procedente de Gipuzkoa, simplemente hemos manifestado que la planta de Artajona tiene una autorización ambiental integrada para tratar compost”. “El residuo que llegaba de Gipuzkoa, en este caso un residuo líquido, no podía recibirse en la planta de Artajona”, defendió, e insistió en que “cualquier residuo líquido que pudiera llegar a la planta de Artajona estaría prohibido, por lo que un residuo líquido procedente de la planta de Zubieta no debía recibirse”.

Ante la documentación presentada el miércoles por Asensio para tratar de justificar que los envíos de residuos se ajustaban a la normativa, Aierdi matizó que el contrato que había entre la planta de Zubieta y la de Ecofert Sansoain, firmado en agosto de 2022, hablaba de lodos, por lo que “hay una disconformidad entre lo recogido en el contrato y lo que realmente se traslada”. Para más inri, el consejero destacó “la gravedad de estos hechos” ya que Zubieta siguió enviando lixiviados líquidos a Artajona incluso después de que el Gobierno foral comunicase a Gipuzkoa la irregularidad de los envíos. “Los técnicos del departamento en noviembre se pusieron en contacto tanto con las autoridades ambientales del Gobierno Vasco como con las de la planta. Esa visita da como consecuencia una notificación el 27 de noviembre de paralización absoluta de ese tipo de funcionamiento y la planta sigue recibiendo residuos hasta el 18 de diciembre”, explicó ayer Aierdi.