Los Reyes Magos no han faltado a su cita con Donostia a pesar de que todos los fenómenos meteorológicos invernales se lo quisieron poner difícil. Ya habían advertido de que eran magos y que irían bien preparados para el mal tiempo, con sus rojos paraguas protectores. Sus Majestades de Oriente, además, han avisado de que no querían dejar pasar la oportunidad de conocer el parque de atracciones de Igeldo y de hacerse un selfie en el marco incomparable. Así pues han llegado a Donostia por el Oeste y, tras sacarse la consabida foto y divertirse en la Montaña Suiza, descendieron hasta Ondarreta en el funicular, acompañados de una veintena de niños y niñas seleccionados por sorteo. 

Nada más salir del tren inclinado, Melchor, Gaspar y Baltasar se han dado un primer baño de multitudes con las numerosas familias que acudieron a recibirles, todas ellas bien protegidas con gorros de lana, capuchas y mullidos abrigos. Los Reyes Magos no solo han recogido las cartas de los txikis sino que han charlado, han hecho bromas, han bailado y han abrazado a los pequeños que se les acercaron deseosos de recibir su cariño.

Tras montarse en su Rolls Royce descapotable, Sus Majestades del Oriente han iniciado su viaje por los barrios. Riberas de Loiola, Txomin Enea, Intxaurrondo, Altza y Bidebieta, entre otros puntos de la ciudad, ha ido un hervidero de gente que, aprovechando que el agua aún no había comenzado a dar la lata, se han concentrado en las plazas señaladas para esperar a los personajes. 

En todos y cada uno de los barrios se ha repetido la emoción por ver de cerca a los tres Magos, que han desplegado toda su simpatía en su día de visita por todos los rincones de Donostia.

Pero les quedaba aún mucho trabajo. Por la tarde, en el salón de Plenos del Ayuntamiento han seguido recogiendo cartas infantiles y conversando con los txikis que han hecho cola, pese al mal tiempo, para pasar un rato con su rey preferido. A las 17.30 horas han finalizado la recepción y se han dirigido a sus carrozas para dar inicio a su tradicional cabalgata.

Antes, han lanzado un sortilegio mágico, que ha evitado la lluvia durante el desfile, y ha permitido que las miles de familias que han ido a ver la cabalgata disfrutaran de ella sin mojarse más allá de cuatro gotas. De hecho, los paraguas han sido utilizados para otro cometido. Puestos del revés, se han usado para recoger caramelos en abundancia y con facilidad en más de un punto del recorrido.

El arranque de desfile de los Reyes Magos se ha retrasado unos doce minutos ya que la primera de las carrozas no arrancaba y tuvo que ser reparada. Solventado el contratiempo, el fuerte viento hizo de las suyas y ha molestado a pajes y otros personajes de pequeño tamaño, que no podían avanzar con las fuertes rachas. Por el mismo motivo, algunos globos que formaban parte del atrezzo del desfile han tenido que ser desinflados para poder seguir en el recorrido.

A pesar de los pequeños contratiempos, el griterío y la alegría de los pequeños han reinado a lo largo de todo el desfile, que finalizó como empezó el día, lleno de ilusión