Día de luto para la comunidad franciscana de Arantzazu en la despedida de 2023. Este sábado ha fallecido a los 84 años Nikolas Segurola, fraile franciscano, pastor y dinamizador del pastoralismo, fundador de la Escuela de Pastores de Arantzazu, bertsolari y cofrade del queso de Idiazabal, entre otros, que en el año 2020 recibió el premio Baserritarron Laguna (Amigo de los baserritarras) por parte de la organización agraria Enba, que ha sido la que ha informado de su fallecimiento en un comunicado.

Segurola, hijo de un pastor, ha sido un referente del sector agrario y dinamizador de la profesionalización del oficio de cuidar ganado: ovejas.

Nació en 1939 en el caserío Largarate Goikoa de Matxinbenta, en la parte de Azpeitia, aunque fue bautizado en Beasain. Pero a los 12 años, su familia lo envió a estudiar a Arantzazu y ha desarrollado toda su vida como fraile, donde vivió los años de bonanza y la decadencia de un monasterio que ha ido quedándose cada vez con menos frailes.

Chistoso y bromista”, Segurola ha dejado huella. Solía decir que su perro era el único que le obedecía y que cuando leyó las palabras que el rector del santuario de Arantzazu, Joxe Mari Arregi, le dedicaba en el libro Nikolas Segurola: fraide, artzain eta bertsolari, se sorprendió de escuchar tan "bonitas palabras" de quien tanto le había reñido.

En la sinopsis de su biografía, publicada en 2016 y coordinada por el periodista Xabier Euzkitze, se apunta que “sus conocimientos agrícolas hicieron que comenzara a trabajar en el caserío Gomiztegi de la comunidad franciscana, primero con vacas, gallinas y cerdos, y desde 1980 con ovejas, lo que le colmó de felicidad. Luego llegó la quesería y finalmente una granja-escuela que ya es un referente internacional.

Maradona y Sabrina

Cuentan de él que es un “personaje irrepetible, de estantería”, y que “sería difícil entender la evolución de los quesos Idiazabal y del pastoreo en Euskadi”. También dicen que conocía a sus ovejas por los nombres (Maradona y Sabrina, entre otras).

Es difícil entender la figura de Segurola sin su pasión por los bertsos. Andoni Egaña y Sebastián Lizaso fueron progagonistas en el homenaje que se le realizó en 2016 por parte de la comunidad franciscana. Sin embargo, Uztapide fue su referente como bertsolari. También Baxarri.

Le gustaban los bertsos “desvergonzados, no los agresivos o de temas políticos”, aunque en su última entrevista con este periódico, en 2016, el propio Segurola reconocía su compromiso político, “siempre del PNV”. Sin embargo, quienes le conocían bien siempre valoraron y destacaron que “la moderación ha sido su gran valor”.

En esa entrevista que concedió a NOTICIAS DE GIPUZKOA, él mismo se definió a la perfección: "Soy fraile de vocación, pastor de profesión y bertsolari de hobby". Hasta entonces, en 2016, vivía solo en el caserío Gomiztegi de Arantzazu, y conducía los escasos kilómetros que le separaban del santuario para ir a misa y comer con sus hermanos frailes; Segurola mantenía un gran arraigo con Oñati. Ha sido un fraile entre ovejas, animales que ya cuidada de niño en su caserío, y quesos. En el caserío-escuela de pastores de Arantzazu “es donde mejor estoy”, solía decir. “Para mí tener fe es muy importante”, reconocía en aquella entrevista. Hoy nos ha dejado. Goian bego!