El tren de Cercanías de las 7:28 de la mañana llega a las 7:37 a la estación de Renfe en Ordizia. Pese a los nueve minutos de retraso, un grupo de jóvenes estudiantes universitarios que viaja hasta Tolosa, anda con “tiempo suficiente” para coger frente a la plaza de toros el autobús directo (8:10 horas) de Lurraldebus que les llevará hasta Amerika plaza de Donostia, a unos pocos minutos a pie de la universidad pública UPV/EHU. 

Uno de estos jóvenes se mueve entre la resignación y la frustración cuando le preguntamos si los retrasos son habituales. “Sí, siempre anda tarde. Es normal”. Y aunque es media hora la que tienen de margen (el tren debería llegar a Tolosa a las 7:41), son ya “varias” las veces que han tenido que llamar a familiares o amigos para que les lleven en coche y poder coger el autobús, porque el tren “no llega”. “Tenemos el Civis (directo) unos minutos antes, a las 7:21, pero suele ir a tope, y este de las 7:28 va más tranquilo y en teoría tenemos tiempo de sobra”, señala. 

Lo peor, apunta otra usuaria, es “que un día son cinco minutos y otro quince. No hay manera de saberlo y los que tenemos un horario de entrada al trabajo, andamos con incertidumbre siempre. El retraso muchas veces no es grande, pero el horario está para algo y a primera hora de la mañana, no te apetece andar esperando más de la cuenta”.

Después de que recientemente se publicase en la sección de Cartas a la Dirección de este diario una dura carta remitida por usuaria criticando el servicio de Cercanías de Renfe entre Brinkola e Irun, NOTICIAS DE GIPUZKOA se sube al tren para pulsar el sentir y recoger las experiencias de algunos de sus usuarios y usuarias. 

Las quejas y la resignación se palpan a partes iguales en un servicio que, eso sí, aún sigue siendo totalmente gratuito para los abonados que realizan al menos 16 trayectos en cuatro meses. La mayoría de estos usuarios valoran esta medida y algunos reconocen que “quizá si no fuera gratis”, las quejas serían mayores. Sin embargo, el trayecto de ida y vuelta para este reportaje, sin ningún tipo de descuento, le ha costado a este redactor 6,90 euros desde Ormaiztegi hasta Donostia. ¿Los vale?

“Hay gente que optó por dejar el coche para pasarse al tren y se está arrepintiendo”

Arantza de Ozio - Usuaria habitual de Cercanías Renfe

En 2018, la propia Renfe admitió, en una respuesta dada por el Ministerio de Fomento, que todas sus redes de Cercanías, sin excepción, habían empeorado de forma notable su puntualidad en los últimos años. Lejos quedaba el dicho popular Eres más puntual que la Renfe, que llegó a marcar época también en Gipuzkoa, con trenes que clavaban el horario al minuto y ofrecían certeza a los y las viajeras.

El operador consideraba entonces, que “un tren es impuntual cuando acumula más de tres minutos de retraso”. En 2018, precisamente, Renfe admitió que tres de cada cien trenes, circulaban con un retraso mayor al admisible en el trayecto de 80,5 kilómetros de vía que separan Irun del barrio legazpiarra de Brinkola. Pero en la actualidad, sin datos oficiales que lo corroboren, la realidad parece ir mucho más allá, y “se puede decir que los trenes llegan diez minutos tarde por norma”, asegura a este periódico un hombre de mediana edad, usuario habitual.

La situación viene de lejos, pero no parece que se solvente con el tiempo. Algunos viajeros consultados han reconocido estar “hasta el gorro” con esta situación, mientras que otros muchos asumen los retrasos con naturalidad y resignación. Y otros directamente rehuyen contestar.

NOTICIAS DE GIPUZKOA ya realizó un reportaje similar hace dos años y se puede decir que los problemas serios comenzaron con las obras del tercer hilo entre Donostia e Irun a partir de abril de 2017. Pero han ido a más. Y hoy en día, incluso en tramos sin obras, los retrasos son “constantes”, según reconocen la mayoría de los usuarios consultados. Las explicaciones, “demasiado vagas”, no convencen a Arantza de Ozio, vecina de Brinkola, que es la autora de la carta enviada a este periódico.

15/12/2023. Retrasos de 10 minutos en los trenes de Cercanias , linea Donostia-Brinkola. Estación de Donostia. IKER AZURMENDI Iker Azurmendi

Supresiones de trenes

En ocasiones, Renfe se ve forzada a suprimir servicios sin previo aviso o hacer que algunos trenes no completen el recorrido previsto y paren antes, seguramente “para recuperar el tiempo de retraso”, sospecha esta usuaria. 

La maniobra más habitual, y que esta semana se ha repetido ya el lunes, miércoles y jueves, es que el tren con destino a Brinkola finalice su recorrido en Zumarraga y deje “tirados” a los usuarios de Legazpi y Brinkola, un pequeño barrio de apenas 130 habitantes (sin ofrecerles alternativa en algunas ocasiones). También se han parado trenes en los últimos diez días en Gros y Lezo/Errenteria, sin completar su trayecto hasta Irun. Los extremos de la línea son los paganos en este caso, en especial el extremo que menos usuarios mueve, el de Brinkola.

Los retrasos son recurrentes. En el reportaje realizado por este periódico en 2021, se contabilizaban 45 incidencias en el canal oficial que Cercanías Renfe de Gipuzkoa tiene en la red social X (antiguo Twitter) entre los días 16 y 26 de noviembre. En el mismo periodo de este año, son unas 70. Y “no todas se recogen ahí”, afirma Arantza. Son retrasos superiores a ocho minutos los que se reportan, normalmente de 10 o 15 minutos, pero también superiores.

En los tres trenes que hemos cogido en diferentes horarios y sentido para testar el servicio y pulsar las opiniones de algunos usuarios, el primero, con origen en Brinkola y destino a Irun, llegó con ocho minutos de retraso a la estación de Beasain en plena hora punta, a las siete y media de la mañana. 

Los trenes que interrumpen su trayecto en Zumarraga sin llegar a Legazpi son “un clásico” que esta semana se dio el lunes, miércoles y jueves

El segundo, con origen en Irun y destino a Brinkola, llegó a la estación de Donostia también con ocho minutos de retraso, a las 14:28. Rangos que la mayoría de los usuarios entienden y aceptan. 

Y el último lo hizo con sólo dos minutos de demora a la estación de Zumarraga, a las 15:52, procedente de Brinkola en su camino hacia Lezo/Errenteria; y nos dejó en Beasain prácticamente sobre el horario previsto, con los citados dos minutos de retraso. Este último iba prácticamente vacío. Los tres que cogimos presentaban un buen estado.

En todo nuestro recorrido, eso sí, nos hemos encontrado con dos viajeros de Zaldibia que se mostraron “encantados” con el servicio. Al preguntarles por los retrasos, respondieron que eran “la excepción”, pese a que el tren que esperábamos en Donostia proveniente de Irun llegó con ocho minutos de retraso. “No es normal. No sé qué le habrá pasado”, señaló la mujer, de entre 60 y 70 años, que calificó el servicio de “muy bueno”.

"Llego cinco minutos tarde” 

“La verdad es que mucha gente no presenta quejas. Yo creo que lo del transporte gratuito influye. No sé qué pasará ahora si lo quitan, pero creo que hay motivos para quejarse”, asegura otra mujer que recorre a diario el trayecto entre Tolosa y Donostia y cuando el retraso del tren es algo mayor del habitual, a veces le toca “llamar al trabajo para decir que voy a llegar cinco minutos tarde”.

En la misiva publicada en la sección de Cartas al Director de este periódico, se apuntaban otros muchos problemas como fallos en la accesibilidad para personas con movilidad reducida, la demora en la devolución de la fianza (10 euros) del abono gratuito, los fallos en las canceladoras y las averías en los rótulos de información.

Otra joven usuaria de Ordizia corrobora esta versión y señala que a los “retrasos, hay que sumar que la aplicación no va bien del todo, que las pantallas informativas no funcionan bien y que para colmo, en el tren, la información en pantallas alguna vez nos han puesto paradas de Madrid”.

Buena atención en la estación

En los trayectos realizados para este reportaje este jueves, sin embargo, los paneles encontrados en las estaciones de Ormaiztegi, Zumarraga y Donostia funcionaban con normalidad, informando del tiempo de espera hasta el siguiente tren y la información básica del mismo. También los de los trenes.

Solicitamos también información y ayuda en la estación de Donostia al operario con peto naranja que se encontraba junto a las canceladoras para informar y ayudar a la gente. Su atención fue exquisita. Nos ofreció ayuda para sacar el billete en la máquina y nos recomendó hacer el abono.

Actualmente hay más de 94.588 viajeros y viajeras de Cercanías que disfrutan del abono gratuito en todo Euskadi

Las peores horas son las de mayor afluencia. En eso coinciden las personas consultadas. No hay que olvidar, que sólo en los dos primeros meses de este año se registraron un total de 1,2 millones de trayectos en el servicio de Cercanías de Gipuzkoa, con una media de 20.871 viajeros al día, lo que representó un 73,6% más que un año antes, debido principalmente al abono gratuito. 

Pero del mismo modo, algunos usuarios reconocen que en los últimos meses “el tren ha perdido usuarios que había atraído del coche” y que “mucha gente que había optado por dejar su vehículo particular, se está arrepintiendo”. En Euskadi, en el trimestre actual son 94.588 los usuarios y usuarias que cuentan con el abono gratuito.

El miércoles, Renfe suprimió cuatro trenes por “avería” y el viernes el trayecto entre Lezo e Irun se desactivó durante dos horas punta

Los retrasos, las supresiones y las alteraciones del trayecto se reflejan en la propia información oficial que el servicio de Cercanías de Renfe en Gipuzkoa ofrece a los usuarios y usuarias, donde “no aparecen todas las incidencias”, aseguran algunos usuarios. Pero atendamos a la información oficial de esta última semana:

Este viernes, por ejemplo, el primer tren que partió desde Brinkola hacia Irun a las 5:40 horas, acumulaba un retraso de 24 minutos en la estación de Lezo/Errenteria. Renfe se lo atribuyó a una avería y en las próximas tres horas, hasta las 8:53, los trenes dejaron de operar entre Irun y Lezo/Errenteria en ambos sentidos, ofreciendo “transporte alternativo” a los y las viajeras que no podían completar este trayecto, ya que los trenes con origen en Irun partían de Pasaia, y los que venían de Brinkola o Beasain paraban también en Pasaia o en Errenteria/Lezo. 

Por si eso fuera poco, ya por la tarde, “causas operativas” llevaron a anunciar que el tren con origen Irun y destino Brinkola de las 18:29 “hoy no presta servicio”.

"Causas operativas"

Las “incidencias” sin especificar, “causas operativas” y las “averías”, sin precisar si son de trenes o de la infraestructura, son la causa principal de la mayoría de los numerosos avisos diarios que reporta Renfe. 

El jueves, por ejemplo, el tren que iba de Lezo a Brinkola a las 14:05 terminó su recorrido en Zumarraga, y el siguiente que debía ir de Brinkola a Irun partió de Zumarraga, sin dar servicio a las estaciones de Brinkola y Legazpi, una población con más de 8.300 habitantes. Lo mismo sucedió el miércoles. Así, tres días esta misma semana, entre el lunes y el viernes.

El miércoles, día de Santa Lucía, una jornada especial e intensa, con refuerzo del servicio habitual por parte de Renfe, el operador se vio forzado a suprimir cuatro trenes. Todos ellos por “avería”: Lezo a Beasain de las 13:54; Beasain-Lezo de las 15:06; Lezo-Tolosa de las 16:06. Tolosa-Lezo de las 17:03 horas. Estas supresiones de servicio repentinas provocan a veces que trenes directos tengan que cambiar de plan y hacer paradas adicionales para recoger a las personas que se han quedado en otras estaciones.

“Estas situaciones se repiten todas las semanas. Llevo unos 20 años utilizando el tren y viendo el proceso de deterioro de Renfe. Ya no es cuestión de hacer reclamaciones a Renfe, sino ir al defensor del pueblo”, lamenta Arantza, la autora de la carta publicada en este periódico. 

La transferencia de Cercanías a Euskadi

El pactado traspaso de las líneas de Cercanías de Renfe a Euskadi marca el tempo político actual en las relaciones entre el PNV y el Gobierno central, que negocian con discreción la fórmula en la que se deberá ejecutar esta transferencia en breve. Según lo pactado entre el PNV y PSOE, el traspaso de las líneas de Cercanías, o al menos el contenido del mismo, debería estar definido para el próximo mes de marzo, aunque su ejecución podría resultar más compleja y requerir más tiempo. En este escenario, la consejera de Gobernanza Olatz Garamendi, se reunirá este mismo martes con el ministro de política Territorial, Ángel Víctor Torres. Aunque el traspaso de Cercanías es una prioridad y está sobre la mesa, fuentes del Gobierno Vasco aseguran, que este encuentro es una primera toma de contacto con el recién nombrado ministro, pero es cierto que los jeltzales ya han manifestado claramente que no van a permitir más retrasos.El propio presidente jeltzale, Andoni Ortuzar, ha llegado a calificar este traspaso como la “prueba del algodón” que determinará la voluntad del Gobierno central de cumplir lo pactado con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez.