La Enfermedad Hemorrágica Epizóotica llegada a Gipuzkoa este verano arroja un balance de 3.030 contagios y 392 cabezas de vacuno muertas hasta el pasado viernes, según datos facilitados por la Diputación de Gipuzkoa. Los contagios han afectado a un total de 822 explotaciones del territorio y los ganaderos confían ahora en que el frío que llega esta semana ayude a frenar esta nueva infección vírica que, según “todos los indicios”, ya se encuentra “en descenso”.
El Departamento de Equilibrio Territorial Verde señala que “la incidencia de la enfermedad está en descenso, aunque no aún con la intensidad que nos gustaría”. Fuentes del Ejecutivo foral explican que “todo indica que lo peor ya ha pasado, aunque mantenemos todas las cautelas y seguimos reuniéndonos con los agentes del sector periódicamente en la Mesa de colaboración habilitada para ello, para hacer un seguimiento de la enfermedad y estudiar las medidas para hacerle frente”.
Los más de 3.000 contagios referidos son contagios acumulados, ya que muchos de esos animales ya se han recuperado o están en vías de hacerlo.
La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por la picadura de insectos (Culicoides spp.). En ningún caso es contagioso para los seres humanos y la carne de estos animales se puede consumir sin ningún problema.
El virus ha circulado históricamente en América del Norte, Australia, Asia y África, pero se detectó por primera vez en el Estado español el 18 de noviembre de 2022 en dos explotaciones de bovino andaluzas. Y desde entonces, la escalada continúa hacia el norte y el este de la península.
La enfermedad ha contagiado a más de 3.000 animales en 822 explotaciones de bovino del territorio
El frío es, en teoría, el arma perfecta para hacer desaparecer al mosquito que propaga los contagios entre los animales. La enfermedad les provoca dolorosos síntomas que pueden impedir alimentarse al ganado, provocándole la muerte por deshidratación. La única medicina que funciona es estar “muy encima del ganado, pendiente todo el rato”, para detectar si las molestias y dolores le impiden alimentarse, afirman fuentes veterinarias.
En bovinos, los síntomas pueden llegar a ser también fiebre, anorexia, disfagia, emaciación, estomatitis ulcerosa, cojera, dificultad respiratoria y eritema de la ubre. Y la única ayuda para aliviarlos son unos pocos antiinflamatorios, además de insecticidas para ahuyentar a los mosquitos.
La Diputación Foral de Gipuzkoa puso en marcha el pasado octubre una línea de de ayudas para paliar los daños ocasionados por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) en el sector ganadero bovino. Los ganaderos podrán solicitarlas hasta finales de este mes.
Una medida extraordinaria a la que se destinarán 400.000 euros, y con la que la apuesta por seguir apoyando a los y las ganaderas ante la situación que están viviendo. La Diputación recuerda que ya tomó la decisión de sufragar al 100% el tratamiento de urgencia que se aplica a los animales para combatir la enfermedad, a lo que luego se sumó esta otra medida.