El Boletín Oficial de Gipuzkoa (BOG) ha publicado la declaración realizada por el Gobierno Vasco el pasado 24 de octubre de otorgar la categoría de Bien Cultural de Protección Especial al Ferrocarril Vasco-Navarro. Con esta medida, tanto el trazado ferroviario como las diferentes infraestructuras del tramo guipuzcoano, 47 kilómetros situados en la comarca de Debagoiena, pasan a estar protegidos.
Según se detalla en el BOG, la declaración como Bien Cultural de Protección Especial, con la Categoría de Conjunto Monumental, protege los 47 kilómetros del trazado por suelo guipuzcoano –también quedan protegidos los 63,5 kilómetros en Araba–, pero también la obra civil (puentes, pasos elevados e inferiores, túneles...), la arquitectura (estaciones, almacenes...), los elementos auxiliares (apeaderos, trincheras, pequeños puentes sobre arroyos…) y patrimonios muebles (locomotoras y vagones).
De este modo, a partir de ahora, cualquier intervención en este tramo, que atraviesa seis municipios de Gipuzkoa –Bergara, Oñati, Arrasate, Aretxabaleta, Eskoriatza y Leintz-Gatzaga–, deberá ser autorizada por la Diputación. Cada uno de estos elementos, además, han sido recogidos en una lista en función de su tipología y su nivel de protección asignado para cada caso.
De Bergara a Estella
El Ferrocarril Vasco-Navarro unió durante casi ocho décadas Bergara con Estella pasando por Gasteiz. En total, 143 kilómetros de tramo, inaugurados en 1889 y clausurados en 1967, que la convirtieron en la línea de mayor envergadura de todas las que se hicieron en el Estado y en una de las primeras en ser completamente electrificada.
Tras su cierre, gran parte del trazado alavés fue reutilizado como vía verde, mientras que en Gipuzkoa, en parte, este ha sido invadido por la trama urbana e industrial en Aretxabaleta, Arrasate, Bergara y Oñati y algunos inmuebles han sido reutilizados. En las zonas rurales, como Leintz-Gatzaga y Eskoriatza, por su parte, se conserva en su mayor parte.