La menopausia es mucho más que cifras. Cada mujer la vive de una manera. Pero lo que es cierto es que llega. NOTICIAS DE GIPUZKOA habla de esta etapa con la ginecóloga Lorea Barinaga-Rementeria.

La menopausia es mucho más que la retirada de la regla. 

Sí, sin duda. La menopausia es un periodo fisiológico en la vida de las mujeres que ocurre cuando cesa la función del ovario porque se han agotado los óvulos que teníamos en ellos. Esto produce una disminución marcada de las hormonas que se generan en los ovarios. La retirada de la regla es un síntoma de esa fase, el síntoma más objetivable, pero ocurre un cambio mucho más amplio que ése en todo el metabolismo.

¿Se puede preparar el cuerpo ante la menopausia?

El tipo de alimentación, la presencia o ausencia de hábitos tóxicos y la práctica de ejercicio físico influyen determinantemente en el estado en el que llegaremos a esa fase. Cada uno de ellos es un factor de protección o de riesgo que afectará a la salud de la mujer en la menopausia. Una alimentación equilibrada y variada a lo largo de todas las épocas de la vida, evitando tanto la obesidad como la carencia de diferentes nutrientes; evitar el tabaco y otras sustancias tóxicas, y la práctica de ejercicio físico regular y saludable, están claramente relacionados con la protección de la salud física y mental, y por lo tanto, harán que lleguemos mejor a la menopausia.

¿Qué conlleva la menopausia?

La menopausia conlleva el cese de la producción de óvulos y de las hormonas que se sintetizan en los ovarios, sobre todo estrógenos, y también gestágenos. Esto provoca, por un lado, el cese definitivo de la fertilidad y la ausencia de menstruaciones y, por otro, cambios a nivel del metabolismo de todo el cuerpo. Estos cambios se observan, por ejemplo, en la piel y las mucosas, atrofia de órganos genitales, la aceleración de la descalcificación de los huesos, con un mayor riesgo de osteoporosis y fractura ósea; el desarrollo de un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, cambios a nivel cognitivo y cerebrales, etc.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

Uno de los síntomas más característicos, aparte del cese de las menstruaciones, es la aparición de sofocos, pero también se puede notar sequedad vaginal, disminución de la líbido o deseo sexual, aumento de la frecuencia y urgencia en la micción y una mayor frecuencia de infecciones urinarias. Ocurre también una pérdida de la elasticidad de la piel y cambios en las mamas. Muchas mujeres notan también cambios en el estado de ánimo (irritabilidad, labilidad emocional, tendencia a la ansiedad-depresión), pérdida de memoria e insomnio.

¿Todas las mujeres sufren los mismos síntomas? ¿De qué depende?

Ni todas las mujeres sufren los mismos síntomas, ni todos los síntomas ocurren con la misma intensidad. Al contrario, hay mujeres que no refieren casi ningún síntoma y otras que, en cambio, notan muchos y muy intensos que les afectan muy negativamente en su calidad de vida. Esto puede depender de muchos factores. Entre otros, de si la menopausia ha ocurrido de forma natural o de forma provocada química o quirúrgicamente debido a una enfermedad, y también del estado de salud, tanto físico como psíquico y emocional, con el que ha llegado a esta fase de la vida.

¿Cada síntoma requiere de un tratamiento o cambio de hábito?

A todas las mujeres en general y sin excepción se les recomiendan unos hábitos de vida saludables, como el abandono del tabaco y todas las sustancias tóxicas, la ingesta adecuada de calcio y vitamina D en la dieta, el ejercicio regular y evitar tanto la obesidad como la pérdida de peso excesiva. Además, en función de los síntomas que se presenten y de su intensidad, se valora si se requiere tratamiento (y si es posible o adecuado darlo) o no. El tratamiento puede ser general o sistémico con terapia hormonal sustitutiva, ya que la mayoría de los síntomas están relacionados con el descenso de estrógenos. Puede ser también específico o local para alguno de los síntomas, como los urogenitales y los sexuales, se puede actuar para disminuir el riesgo de osteoporosis, etc. 

“Con el aumento de la esperanza de vida, una gran parte de la de las mujeres, actualmente un tercio, discurre en esta fase"

Lorea Barinaga-Rementería - Ginecóloga

Mito o realidad. ¿Cuanto más tarde llegue la menopausia, mejor?

La edad media en la que ocurre en los países de nuestro entorno es entre los 51 y 52 años, aunque algunos síntomas pueden empezar varios años antes. Como en todo, lo más conveniente es que ocurra a una edad normal. Una menopausia demasiado temprana no es conveniente, porque algunas de las consecuencias del cese de la función ovárica aumentan conforme antes se instaure, como el riesgo de osteoporosis y enfermedad cardiovascular. Tampoco es bueno que ocurra demasiado tarde, porque podría aumentar el riesgo de padecer algunos tumores hormono-dependientes, como es el de mama.

¿Porqué algunas mujeres tienen la menopausia a los 45 y otras a los 55?

El envejecimiento del ovario comienza desde el mismo momento de su formación en la época embrionaria. La edad a la que dejará de funcionar definitivamente está determinada de forma genética, aunque en algunos casos influyen diferentes enfermedades (metabólicas, autoinmunes, infecciosas), tratamientos médicos, quirúrgicos o radioterápicos.

¿Hay síntomas que se quedan?

Los sofocos y la labilidad emocional, por lo general, pueden durar meses o varios años, pero luego desaparecen. Otros síntomas persisten toda la vida, como son los síntomas uro-genitales, el aumento de riesgo de osteoporosis y riesgo cardiovascular, por ejemplo.  

¿La menopausia ya se vive como un proceso más en la vida?

Personalmente, creo que depende mucho del entorno socio-cultural. En algunos, se ha avanzado mucho en la normalización y aceptación de la menopausia como una fase más de la vida de las mujeres, aunque todavía queda un amplio margen de mejora. En otros, muchos fenómenos fisiológicos de la mujer, como la menstruación, la sexualidad y la menopausia, siguen siendo temas tabúes o, al menos, muy complejos de tratar.

¿Es importante la investigación?

Creo que es muy importante, ya que con el aumento de la esperanza de vida, una gran parte de la de las mujeres transcurre en esta fase. Actualmente es un tercio de nuestra vida y cada vez será un porcentaje mayor. Nuestro bienestar dependerá de avanzar en su conocimiento para mejorar su manejo.

¿En qué dirección debe ir?

Puede abordar múltiples aspectos: el conocimiento de las causas y diseño de estrategias que eviten la menopausia precoz, mejoras en los tratamientos o nuevas líneas de tratamiento para los síntomas, nuevas estrategias preventivas para los riesgos que se desarrollan a partir de esta fase, etc.