Pedir la compra por Internet e ir a recogerla andando, junto con la compra tradicional, es decir, acudir a pie al comercio de proximidad, son las opciones con menor impacto ambiental, según ha concluido el estudio Foodelivery, llevado a cabo por los clústers vascos de Alimentación (Basque Food Cluster), Medio Ambiente (Aclima) y Logística (MLC-ITS Euskadi), en colaboración con la Diputación de Gipuzkoa.

El estudio, que ha sido presentado esta mañana en el Mercado de San Martín de Donostia, ha analizado el desplazamiento de las personas consumidoras (andando, en coche...), el tipo de establecimiento en el que se hacen las compras (hipermercado, supermercado, tienda de barrio u online), los modos de llevar la compra hasta casa (con medios propios o con envío a domicilio) y los elementos de empaquetado y bolsas empleadas para el transporte.

Teniendo en cuenta estas variables, el click and collect –el término en inglés de hacer el pedido online y acudir a recogerlo andando– e ir a pie a los comercios del barrio son las formas más sostenibles de hacer la compra. El pedido por Internet y la posterior recogida a pie es más sostenible aún que la compra tradicional, ya que exige un menor consumo derivado de la climatización e iluminación de la tienda, ya que la persona que prepara el pedido lo hace en menos tiempo que una persona que se desplaza a la tienda, por lo que los costes energéticos son inferiores. Esta opción reduce un 99,98% las emisiones de CO2 en comparación con hacer la compra en coche.

El estudio, que no hace sino confirmar cuestiones de “sentido común”, como han reconocido Olga Martín, directora general de Aclima, también concluye que las bolsas reutilizables reducen el impacto ambiental en un 59% respecto a utilizar bolsas de plástico cada vez que se acude a hacer la compra. Además, el estudio incluye una encuesta realizada a consumidores, de los cuales el 50% estarían dispuestos a cambiar sus hábitos si conociera el impacto de sus actos.

Foodelivery es un “primer paso” hacia el objetivo a medio y largo plazo de que la compra de alimentación sea más “sostenible” y aspira en el futuro a “contar con métricas en todas las etapas del proceso que permitan adoptar medidas concretas y efectivas con las que reducir el impacto ambiental de las compras”.

Los clústers vascos participantes en el estudio y la Diputación de Gipuzkoa se marcan como retos la reducción del embalaje, potenciar la compra online (con recogida por parte del cliente en lugar de envío a domicilio), reforzar la compra tradicional y disminuir el uso del vehículo privado. Este último es el reto más “difícil”, ya que el uso del coche a la hora de hacer la compra está muy “interiorizado” por parte del cliente.

Está previsto poner en marcha una campaña de concienciación en las taquillas del mercado de San Martín que recorrerá también el centro de Donostia en un bicicarro para difundir entre la ciudadanía la importancia de los gestos cotidianos. Y es que llevar a cabo compras más sostenibles para el medio ambiente es la “suma de las pequeñas acciones de muchas personas”.