Donostia– Cuando se hace referencia a las intoxicaciones alimentarias, éstas acostumbran a vincularse con determinados productos, pero la realidad es que todos los alimentos “pueden estar potencialmente contaminados por patógenos dañinos”, aunque algunos estén más frecuentemente vinculados con ciertos patógenos concretos.

Los huevos, con la salmonella; la carne y productos cárnicos, con la salmonella, campylobacter y listeria; los crustáceos, mariscos y moluscos están frecuentemente implicados en brotes causados por norovirus o toxinas bacterianas; las verduras, mientras, se asocian a brotes originados por una amplia gama de agentes patógenos.

La contaminación, generalmente, se debe a una manipulación o almacenamiento incorrectos o a la transferencia de patógenos, hecho que se da por motivos diversos como el uso compartido de cuchillos, tablas de cortar, etc.

Las intoxicaciones conllevan, en general, consecuencias no graves aunque molestas para la salud, pero pueden ser mortales en algunos casos, como intoxicaciones por E. coli.

Las distintas administraciones han extremado el celo en la vigilancia y control para que, en cada etapa de la producción y manipulación de los alimentos, se garanticen las adecuadas condiciones de higiene, investigando también las causas y el origen del brote.

En Gipuzkoa los distintos brotes contabilizados han pasado de 18 en 2013 a seis en 2023. Si se atiende sólo a la salmonella, fuente más frecuente de intoxicaciones, el número de brotes ha descendido de forma evidente en la última década, con 33 en 2003 y seis en 2023. En todos los casos el covid supuso un parón.

Si se atiende a los alimentos causantes de los brotes, en 2013 los que mayor número generaron, ocho en total, fueron la tortilla, los revueltos y los rebozados con huevo. En 2022 no se contabilizó ningún brote por esta causa, ni tampoco con origen en ensaladillas, mahonesa o huevo crudo.

A partir de 2017, aunque en pocas ocasiones, comienzan a contabilizarse algunos brotes, pocos, por consumo de queso curado, habiéndose detectado uno en 2022 y otro en 2023. Si lo que se observa es el agente causante de los brotes, la salmonella entenderitis sigue siendo el más activo, aunque el número de casos causados por la misma ha descendido de diez a dos desde 2013 a 2023.

Le sigue el norovirus, presente frecuentemente en crustáceos, mariscos y moluscos, pasando de cuatro ocasiones en 2013 a dos en lo que va de año.

Respecto al lugar de exposición a los agentes que provocan la contaminación, el reparto es casi de igual a igual entre los establecimientos hosteleros y los hogares.

Según los datos que se barajan en el conjunto de la UE, los brotes totales y las hospitalizaciones notificadas en 2021 fueron por promedio más bajos que los años previos a la irrupción de la pandemia.

A nivel europeo, en los últimos años se han notificado anualmente 5.000 brotes de enfermedades transmitidas por alimentos, causando 50.000 casos.