Eneko Apaolaza Ercibengoa, de Errenteria; Aiora Gaztañaga Mugica, de Villabona; y Josu García Taboada, de Altza, en Donostia, han obtenido las tres mejores puntuaciones durante el Examen de Acceso a la Universidad (EAU) en Gipuzkoa, la antigua Selectividad. Los tres coinciden en que el deporte les ha ayudado a ser mejores estudiantes. Han obtenido varios dieces y la nota más baja en algún examen sigue siendo un sobresaliente alto.

Eneko quiere ser profesor y se quedará a estudiar Filología vasca en Gasteiz. “Si pudiera, en la Universidad, y si no, en Bachillerato o Secundaria”; Aiora, por su parte, aún duda entre estudiar Enfermería o Medicina y Barcelona es una de las opciones que baraja. Y Josu tiene claro que estudiará Física en la Complutense de Madrid, donde le apetece mucho ir. Sueña con “trabajar de investigador en Física para descubrir cosas nuevas e la naturaleza. Algún sitio como el CERN, por ejemplo”, la Organización Europea para la Investigación Nuclear.

Los tres aseguran que hacer deporte les ha ayudado a ser mejores estudiantes

Así son los mejores expedientes del curso 2022-2023 en Gipuzkoa, donde 4.372 alumnos y alumnas han realizado esta semana las pruebas de Selectividad. Más de 12.000 en Euskadi. Ayer supieron sus notas y hoy además les han dicho que son los mejores de toda la prueba. El diez es para ellos territorio conocido.

Eneko Apaolaza: un profesor para nuestros hijos

Eneko Apaolaza

“Hizkuntzak gustatzen zaizkit esta euskara, ikaragarri”. Así se presenta Eneko Apaolaza, aún sin cumplir los 18 años, el alumno de Oiartzo Batxilergo Ikastola (venía de Orereta Ikastola) que ha obtenido la mejor nota durante la Selectividad en Gipuzkoa. No se lo esperaba. “Salí a gusto del examen, pero no me lo esperaba de ninguna manera. Es hijo del veterano y conocido por su voz periodista deportivo de Euskadi Irrati Joxe Mari Apaolaza. Y sí, es una calcamonia de su aita; solo que 40 años más joven. Su madre estudió también Filología Vasca. Ya durante el Bachillerato, tuvo claro que “ésta era mi carrera”.

Hizkuntzak gustatzen zaizkit eta euskara, ikaragarri"

Eneko Apaolaza Ercibengoa - Nota más alta de la Selectividad en Gipuzkoa

Amante de la música: toca la trikitixa, el piano (tiene un Yamaha eléctrico en casa),, aprecia la música clásica, y ha dado clases de armonía también. Se aficionó primero a la trikitixa, de niño, "durante las romería de San Marcos". Además, ha jugado a pelota y ha sido también remero y patrón en el club de remo Hibaika de Errenteria. Ha competido en bateles y trainerillas, y ha sido patrón en muchos entrenamientos con la primera trainera de Hibaika. Dice que todas estas actividades le han ayudado a “organizarme mejor” y a “despejar la cabeza y no volverme loco” en momentos clave en que los exámenes aprietan.

Su nota final es de 13,656 sobre 14. Para hacer su carrera, le piden un 9,2 sobre 14. Traía un 9,68 sobre 10 del Bachillerato y su nota ha sido la más alta en la selectividad, un 9,82 sobre 10 que le ha arrojado una nota ponderada de Bachillerato y Selectividad de 9,736 sobre diez también. Sus dos notas más bajas han sido en euskara y castellano, 9,6 y 9,5, respectivamente. En Historia, Latín e inglés ha obtenido sendos dieces.

Su próximo reto es obtener el título Advance en las pruebas oficiales de inglés el próximo día 24, por lo que aún mantiene un punto de tensión.

Aiora Gaztañaga: Médico o enfermera

Aiora Gaztañaga2

Aiora Gaztañaga cumplirá 18 años “dentro de nueve días”. Confía en sacarse el teórico para el carné de conducir el próximo julio , pero antes también se enfrenta al examen oficial de inglés para obtener el Advance el próximo 28 de junio. Ella ha obtenido la segunda mejor nota de todo Gipuzkoa en la Selectividad. Es natural de Villabona, ha jugado a fútbol en el Danena de la vecina Zizurkil durante años, y ahora ha desembocado en el Aiztondo, proyecto compartido del fútbol femenino que Villabona, Zizurkil y Asteasu acaban de emprender esta pasada temporada por primera vez. Juega de lateral o extremo, según se tercie. Y asegura que allá donde vaya, se plantea buscar un equipo para seguir entrenando, porque “me gusta jugar a fútbol”. Y le gusta mucho la música. Toca el piano también.

Las notas de Aiora son un escándalo también. Puede hacer lo que quiera. El global apunta un 13,724 sobre 14. Ha sacado un 9,75 sobre diez e la Selectividad y traía un 9,89 del Bachillerato, lo que le ha arrojado una nota ponderada de 9,83 antes de las voluntarias, que finalmente han elevado su nota final hasta el citado 13,724.

Su futuro está por definirse aún. Aún no se ha decantado por “Medicina o Enfermería”, las dos opciones que baraja; ni sabe a dónde irá a estudiar. “No lo sé todavía. A lo mejor a Barcelona”, reconoce. Su nota más baja en esta Selectividad han sido sendos 9,45 en Biología y Lengua Castellana. 

"No sé a dónde ir todavía; quizás a Barcelona. Me gusta jugar a fútbol y tal vez busque un equipo para seguir jugando allí"

Aiora Gaztañaga Mugica - Segunda nota más alta de la Selectividad en Gipuzkoa

Asegura que le gusta tener tiempo para sí misma, que se encuentra a gusto en casa, y que le encanta estar con sus amigos y amigas: una cuadrilla formada por quince personas, trece chicas y dos chicos, entre los que hay "un poco de todo". Siente “pena” por el momento de separarse entre ellos. 

Dice que los dos entrenamientos semanales de fútbol durante la semana y los partidos de los fines de semana, le ayudan “cuando estoy de exámenes, porque en esas fechas te estresas un poco y eso te ayuda a tomártelo mejor y desconectar. Además de eso, también baila: Euskal dantzak.

De niña, estudió Primaria en Fleming Herri Eskola de Villabona y desembocó luego en Erniobea, como el resto de sus compañeros; más tarde fue a estudiar Bachillerato a Orixea Institutua de Tolosa. Tiene una hermana mayor y otro hermano más joven.

 Josu García Taboada: un investigador en ciernes

Josu García Taboada

 Josu ha estudiado toda su vida en Jesuitak Donostia. Es donostiarra, de Altza, y lleva la afición por las Matemáticas, la Física y la Química de serie, algo que descolocó incluso a sus padres, a los que “no les gusta esto”. Ha obtenido una nota final de 13,9 sobre 14. La más alta de los tres, aunque ha sido tercero en la Selectividad: obtuvo un 9,74 sobre diez.

 Josu sí se lo esperaba. “Siempre tienes esa duda, porque no sabes quién te va a corregir y te la juegas en tres días, pero en el fondo estaba tranquilo”, asegura. Traía un diez redondo desde el Bachillerato, así que poco más se podía pedir. 

Sus notas más bajas en esta Selectividad han sido sendos 9,4 en lengua castellana y euskera, “que no sé qué fallos habre tenido. Seguramente han pensado que podría haber aportado algo más. Y en Historia le he puesto tal cual el temario, como si lo hubiera copiado, y me ha puesto un 9,5. 

"En Matemáticas, Física y Química, que son las que a mí me gustan y las he preparado más, he sacado un diez. En Historia le he puesto el temario tal cual, como si lo hubiera copiado, y me han puesto 9,5"

Asegura, entre risas, que “me puedo catalogar como un poco raro. Cuando me miran, noto como que me ven un poco distinto. Le encantan la Física y las Matemáticas. Me gusta aprender y estudiar y veo muchos vídeos sobre ello. Yo no lo veo como estudiar, es lo que gusta. Me da sentido a la vida. Recuerda que ya de pequeño, para sorpresa de sus padres, le gustaba hacer “preguntas raras”, contar escaleras, mirar estrellas, y plantearse cuestiones que otros niños y niñas ni siquiera imaginaban. Cumplirá 18 años en agosto. 

Jugó a fútbol primero. Le gustaba más, pero se decantó por el baloncesto, porque sus amigos se fueron a jugar al Easo y prefería estar con ellos. Allí entrena y juega él, a caballo entre el juvenil A y el B, entrenando tres días a la semana, y jugando hasta dos partidos a veces. También ha hecho judo y juega al ajedrez. “Deporte he hecho un montón y he notado que me ha ayudado mucho en los estudios. Es bueno para desconectar”, reconoce. 

También le gusta leer. En música dice que “soy muy de Morat”, una banda colombiana de pop y rock latino. Y está absolutamente “ilusionado” con ir a estudiar a Madrid. “Para hacer Física, sí o sí tenía que salir de Donostia, y una vez que me tenía que mover... Me ilusiona mucho ir a Madrid. Además, allí va también una amiga mía. Vamos a la misma residencia”, afirma.  

En su cuadrilla de Altza, a la que también se han sumado “alguno del baloncesto”, hay “más chicos que chicas”, y no oculta cierta “pena” por el momento del cambio y separar sus caminos.