Salud mental: el debate abierto sobre la figura del psicólogo educativo en las aulas
Profesionales de la salud mental inician una ronda de contactos con los partidos de la Cámara vasca para proponer su inclusión como “agente necesario”
Los Colegios Oficiales de Psicología de los tres territorios de la CAV han iniciado una ronda de contactos con los distintos partidos políticos con representación en la Cámara vasca para proponer que se incluya la figura del psicólogo educativo en los centros escolares de Euskadi como un "agente necesario". La pandemia ha sido relegada a una experiencia vital del pasado, pero debates que afloraron entonces, como es la importancia de velar por la salud mental, continúan muy vivos y presentes, y más en los centros educativos, escenario en el que discurren las vidas de menores y adolescentes que sientan los pilares de su transición a la vida adulta.
La escuela es el espacio donde pasan la mayor parte de su tiempo, donde convive una amplia comunidad integrada por docentes, alumnos y familias. Y el malestar emocional en las aulas, como en el conjunto de la sociedad, ha ido en aumento. Las consultas infanto-juveniles por este motivo han crecido un 30% desde 2017, y el absentismo escolar por problemas de salud mental llegó a afectar el curso pasado a un total de 140 adolescentes vascos.
Según explica Mireia Centeno, del Colegio Oficial de Psicología de Gipuzkoa, en la actualidad, cuando irrumpe el malestar psicológico entre el alumnado, hay dos opciones: “o bien dejarlo pasar, o que sea un tutor o tutora quien muestre su interés y se acerque a esa realidad desde un punto de vista humano. Cuando la cosa se agrava, se suele derivar al escolar al psicólogo clínico”. Según esta profesional, el problema es que los casos psicológicos leves, “o bien no se tratan, o se tratan mal, y llegamos tarde. También hay casos que se patologizan al derivar a ese alumno al psicólogo clínico cuando en realidad se puede trabajar en una simple intervención”, expone.
El psiquiatra Fernando González Serrano ya advirtió de que “el trabajo con el sistema educativo va a ser fundamental en los próximos años”. Así lo expuso en un encuentro organizado por el Ararteko, cita a la que asistió este periódico y en la que una quincena de profesionales reflexionaron sobre el modelo actual de atención a la salud mental en Euskadi, y los retos que le aguardan a futuro. Los psicólogos se suman ahora al coro de voces. “Creemos que crear esa figura en los centros es la forma de atender la demanda que hay actualmente a nivel social”, expone Centeno. Se trata de un perfil que comienza a implantarse en la red privada, y que los profesionales de la salud entienden necesario implantar con carácter general.
Malestar emocional: evaluación e intervención
Hacen una petición clara: que el Departamento de Educación del Gobierno Vasco vaya incorporando progresivamente personal experto en las plantillas de los centros, de tal manera que se reserve “tiempo y espacios adecuados” para el desarrollo de programas de evaluación e intervención. La propuesta nace al constatar el aumento de casos de “malestar emocional” en los escolares vascos, entre quienes cada vez son más frecuentes los cuadros de ansiedad y depresión.
Lo cierto es que promover el bienestar emocional del alumnado ha pasado a ser una cuestión prioritaria para el Gobierno Vasco. Así lo demuestran, por ejemplo, iniciativas como la que congregó en marzo a cerca de 1.800 profesionales de la educación, que recibieron formación en detección, intervención y prevención de conductas suicidas.
Acudieron a la cita representantes de algo más 900 centros que imparten Educación Primaria, ESO, Bachillerato, Formación Profesional y Educación de Personas Adultas, fundamentalmente miembros de los equipos BAT -Bullyingaren Aurkako Taldea-, puestos en marcha con la iniciativa Bizikasi para la convivencia positiva y contra el acoso escolar.
Más allá de este tipo de programas, los colegios oficiales proponen la creación de unidades de psicología integradas en los centros escolares “que pasen a formar parte de los equipos interdisciplinares necesarios para el buen desarrollo de los fines educativos”. Una cuestión que fue abordada en el Parlamento Vasco a comienzos de año. “Hay diferentes opiniones entre los partidos políticos. Una vez planteado el debate, nos hemos reunido con los grupos parlamentarios para presentar el diseño de esta figura, que se ha hecho desde el Consejo de la Psicología y desde los diferentes colegios”, explica Centeno.
Una figura que por el momento no se ha implantado en el Estado, si bien diferentes comunidades van abordando el modo de darle acomodo. “La pandemia nos ha dejado en evidencia esta necesidad, y existe una demanda social que es obvia”, asegura esta profesional. “El malestar psicológico es claro en toda la sociedad, pero hace falta dar una respuesta al público infanto-juvenil”, incide.
"Vemos que no se consulta a los expertos"
El Departamento Vasco de Salud ya anunció el mes pasado la creación un hospital de día para adolescentes en Gipuzkoa, además de sendas unidades específicas de Trastorno de Conducta Alimentaria (TAC) en Araba y Bizkaia. Necesidades que el Colegio Oficial de Psicología de Gipuzkoa también traslada a las aulas.
Los profesionales señalan que la apuesta del Departamento de Educación pasa por formar en esta materia al profesorado. “Tienen mucho que hacer y no podemos darles más responsabilidad. Pedimos que se cuente con nosotras a la hora de hablar de salud mental. Más allá de la figura que proponemos, muchas veces vemos que no se consulta a los expertos de Psicología para abordar el malestar psicológico”, expone Centeno.
Y hacerlo, añade, facilita la capacidad de detección temprana y de intervención en el momento oportuno en las aulas. Señala esta profesional varios estudios al respecto. Tanto la BPS-British Psychological Society, como la European Comision, así como la Organización Mundial de la Salud, manifiestan que los contextos escolares “resultan uno de los entornos más importantes para la promoción de la salud y las intervenciones preventivas entre niños y jóvenes”.
En esa misma línea, las investigaciones realizadas por la National Association of School Psychologist (NASP) avalan los beneficios de incorporar a los profesionales de la psicología en el sistema educativo. “Lo que pedimos es que el psicólogo educativo sea parte del colegio, no tanto un agente clínico que esté haciendo tratamientos. Hablamos de un profesional que realiza evaluaciones psicopedagógicas y que trabaja con programas de intervención en el ámbito educativo”, detalla la experta.
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