Rememora su dilatada trayectoria futbolística y dice no haber tenido mayores problemas. Juan Remigio Cuyami Vaz, más conocido como Yoni Cuyami, comenzó su carrera en el Añorga, para llegar después a la cantera txuri-urdin como juvenil. Una trayectoria que se mantuvo, asegura, alejada de esos cánticos racistas que salpican estos días el mundo del fútbol. “Parte de la sociedad nunca cambiará, pero en mi caso he tenido suerte. Sí que pudo haber algún comentario de chaval, pero creo que más desde el desconocimiento. El negrito este del Añorga. Cosas así. Salvo algún caso puntual, nunca ha llegado a sentir rechazo”, asegura.

El delantero, de familia ecuatoguineana, se abrió paso en el mundo del fútbol guipuzcoano en la década de los 80. Lo hizo siendo prácticamente el único jugador de color en un territorio muy alejado de la realidad social actual. “Hay un amigo que me suele decir que de mí se acuerda todo el mundo precisamente por eso”, dice sonriente el deportista de 50 años, orgulloso de haber debutado el 22 de enero de 1994 con John Benjamin Toshack en liga ante el FC Barcelona. Un encuentro que la Real Sociedad venció por 2-1. Una época en la que se podía escuchar en las gradas: Ari, ari, ari, Cuyami Lehendakari.

“Cuando salí de aquí también me trataron bastante bien. Es verdad que hay ciertos sectores que no van a cambiar. Hay quien lleva ese rechazo en los genes, pero en Euskadi no lo percibo. Cuando voy a Anoeta, compruebo que hay mucho respeto por el equipo contrario, y yo me he criado con ese respeto”, admite.

El único recuerdo un tanto amargo fue a su paso por Sabadell. “Bueno, fue en la recta final de mi trayectoria. Había un grupo de hooligans y surgió algún que otro rifirrafe, pero todo muy controlado. Por lo demás, tanto en Almería, en Huelva, en Ceuta, Burgos y Palencia, la gente me ha querido bastante. Hay una parte de la sociedad a la que es muy difícil educar en el respeto, pero en general veo una mayor tolerancia”, dice el delantero. “Cuando estaba en activo, me solían preguntar sobre el racismo en el fútbol. Siempre decía lo mismo. He tenido suerte, me he sentido uno más”, insiste.