La Diputación Foral de Gipuzkoa ha descartado declarar zona catastrófica la red viaria del cauce del Urumea que el sábado pasado sufrió importantes daños debido a las lluvias torrenciales caídas en unas horas. Ésta era la solicitud de los alcaldes de Urnieta y Hernani, que junto con el representante de la entidad local menor de Ereñozu se han reunido este mediodía con la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide

Una vez realizadas las actuaciones más emergentes para devolver la normalidad a la red de carreteras en el valle del Urumea, el Ejecutivo foral ha trasladado a los responsables municipales que se si bien se han registrado daños, “no son tan relevantes como para atender una petición de zona catastrófica”, según explica a este periódico el alcalde de Hernani, Xabier Lertxundi, presente en el encuentro. 

Las intensas lluvias provocaron la subida del nivel del agua de los ríos y desprendimientos en varios puntos de la GI-3410, la carretera que une Hernani con Goizueta, competencia de la Diputación, que tuvo que cerrarse hasta que la bajada del nivel del agua y los trabajos de reacondicionamiento de la vía permitieron reabrirla al tráfico.

Tras el encuentro de este miércoles, tanto Lertxundi como el representante de Ereñozu, Unai Erroitzenea, y el alcalde de Urnieta, Jorge Segurado, han acordado continuar realizando a nivel municipal “y de manera consensuada” una estimación de los daños que dejaron las lluvias torrenciales. “Es algo que tenemos pendiente de realizar todavía con los propietarios de los caseríos”, señala Lertxundi.

“Hay daños en los caseríos, y también en los montes. Hay pistas de montaña que han desaparecido por el desprendimiento de tierras, y una vez que tengamos la valoración de daños en su conjunto iremos decidiendo los pasos a dar”, detalla Lertxundi, quien subraya que la zona de Pagoaga, en la muga con Arano, “ha sido la más afectada”.

A la estela de Navarra

El paso que han dado los ediles guipuzcoanos viene motivado por la reunión que mantuvieron con los alcaldes de las localidades navarras de Arano y Goizueta, municipios que resultaron muy afectados por las inundaciones. En ese encuentro los ediles tuvieron conocimiento de que el Gobierno de Navarra había tenido en cuenta las peticiones de ambas localidades, por lo que decidieron solicitar la declaración de zona catastrófica. “Entendemos que el fenómeno adverso ha sucedido en ambos lados, tanto en el lado navarro como en el de Gipuzkoa, y si desde Navarra se va a llevar a cabo una actuación, los ayuntamientos de la comarca del Urumea queremos valorar los daños para dar un paso en ese sentido”, explica el alcalde de Hernani. 

Las lluvias registradas el sábado marcaron un récord máximo en la presa de Añarbe. En tan solo tres horas, de 2.30 a 5.30 horas, se midieron 242 litros por metro cuadrado, es decir, 60 litros más que los registrados durante 24 horas en las inundaciones de 2011. “Fue un fenónemo muy curioso. Mientras en Hernani no caía ni una gota, según nos íbamos acercando hacia Ereñozu comenzó a caer algo, y llegado a Pagoaga la cantidad de lluvia era ya increíble”, reconoce Lertxundi.