Las retenciones en el peaje de Biriatu en dirección en Iparralde son un quebradero de cabeza para la Diputación de Gipuzkoa y un problema constante para los conductores que circulan por la A-8 y las carreteras de la comarca del Bidasoa.
Se trata de un tema candente, que afecta sobre todo a los vecinos de Irun y Hondarribia y de la comarca navarra de Bortziriak, y que provoca tiranteces entre la Diputación y el Ayuntamiento de Irun. El alcalde de Irun, José Antonio Santano, en más de una ocasión ha dirigido las críticas al Departamento Foral de Infraestructuras Viarias, a pesar de que las retenciones de tráfico que provoca el peaje de Biriatu no son competencia de la Diputación ni del Gobierno Vasco, ya que los controles fronterizos son de competencia estatal, ya sea francesa o española.
El asunto está en la agenda política, en mitad de unas elecciones en las que el PNV trata de romper la hegemonía del PSE y de Santano, que gobierna en Irun desde hace 21 años. Según la última encuesta de EITB Focus del pasado viernes, la distancia entre la candidatura del PSE que encabeza Santano, y el candidato jeltzale, Xabier Iridoy, se estrecha, si bien los socialistas lograrían el triunfo. El sondeo otorgaba entre 8 y 9 ediles a los socialistas, que en la actualidad tienen diez, mientras los jeltzales conseguirían ocho ediles, uno más que ahora.