A lo largo de este pasado mes de marzo, vieron la luz las tres ediciones de la VII Encuesta Sociolingüística de Euskal Herria, aquellas que reflejan la situación actual del euskera en la CAV, Navarra e Iparralde. Los tres documentos, basados en datos correspondientes al año 2021, reflejan una imagen muy desigual en las diferentes áreas administrativas del país: mientras que la lengua vasca goza de estable y relativa buena salud en la CAV y ha recibido oxígeno en Navarra en los últimos años, la tendencia a la baja de unas cifras ya de por sí mermadas al otro lado de la muga, a pesar de los esfuerzos, son motivo de preocupación.
La primera edición de esta encuesta, que se edita cada cinco años, se publicó en 1991. En la CAV, la publica el Gobierno Vasco; en Navarra, lo hace el Gobierno foral, junto con Euskarabidea; en Iparralde, en cambio, el ente encargado es Euskararen Erakunde Publikoa (Oficina Pública del Euskera).
El propio conocimiento del idioma, factor base para completar este estudio, es ya fuente de desigualdad. Así, en la CAV, un 54,8% de la población habla euskera de manera fluida o es capaz de entender la lengua, superando así la barrera del millón de personas; además, supone un aumento de 261.000 hablantes activos en las últimas tres décadas. En cuanto al territorio navarro, el porcentaje correspondiente a este grupo poblacional roza el 25%, mientras que en Iparralde alcanza el 29,5%, que se traduce en 75.000 personas; un descenso de 5.500 en las últimas dos décadas, aunque la cifra ha tenido un repunte en años recientes.
La edad es un factor determinante en este aspecto. Tanto en la CAV como en Navarra son las personas más jóvenes las que mayor porcentaje de conocimiento tienen: en la franja de 16 a 24 años, 3 de cada 4 hablan euskera con soltura en Euskadi (un 90,6% si se extiende a quienes también lo entienden), cifra que va bajando según aumentan los años. En el territorio navarro, son el 28% de estos jóvenes quienes dominan el idioma (llegando al 40,2% con los vascohablantes receptores). En cambio, en Iparralde no hay diferencias relevantes entre unos grupos y otros, ya que el 21,5% de las personas entre 16 y 24 años hablan euskera, mientras en las mayores de 65 años, el porcentaje es del 25,7%.
Cuando se pregunta a la ciudadanía cuál es su primera lengua, la situación del euskera es claramente mejorable: un 18,4% en la CAV, un 6,1% en Navarra y un 13,3% en Iparralde son nativos únicamente en este idioma, y otros 6,5%, 3% y 6%, respectivamente, comparten euskera y castellano (francés, en el caso del otro lado de la muga) como lenguas maternas.
La diversidad de las realidades políticas y sociales hace que la fluctuación de la primera lengua entre los grupos de edad sea diversa en cada territorio administrativo. En la CAV, Un 24,1% de las personas entre 16 y 24 años tienen el euskera como único idioma materno; el porcentaje baja según aumenta el rango, hasta que sufre un repunte entre la tercera edad, hasta llegar al 20,1%. En Navarra, el movimiento es parecido, empezando en un 6,5%, descendiendo ligeramente y volviendo a despegar entre las personas mayores de 65 años, con un 7,6%. En Iparralde, no obstante, la tendencia es exponencialmente a la alta: apenas un 3,7% de los adolescentes y jóvenes hasta los 24 años consideran el euskera su primera lengua, dato que va aumentando hasta llegar al 21,9%.
A pesar de que la adquisición de conocimiento del euskera a través de la educación se ha tornado importante durante los últimos años, la transmisión familiar sigue demostrando ser una buena baza. Cuando ambas personas progenitoras son vascohablantes, el 85,5% de su descendencia recibe el conocimiento del idioma en Euskadi; en Iparralde, se trata del 63,1%, mientras que en territorio navarro lo hacen alrededor de 3 de cada 4 personas.
En el caso de que sólo sea conocedora del idioma uno de los padres o las madres, el porcentaje baja considerablemente: un 46% de los retoños se convierten en bilingües de nacimiento en euskera y castellano en la CAV, y un 26% en el caso de los territorios que están en el Estado francés. Navarra no señaló esta cifra en concreto en su informe con los datos de la encuesta.
Pero ya se sabe que, a pesar de que el conocimiento del euskera es un paso importante en la mejora de la situación de esta lengua, su uso se torna en fundamental no sólo para su supervivencia, sino para la calidad de la misma. Así, en Euskadi son un 22% quienes utilizan la lengua vasca tanto o más que el castellano, con claras diferencia entre territorio: un 40,8% en Gipuzkoa, un 14,5% en Bizkaia y un escueto 7,8% en Araba. En Iparralde, son un 7,1% quienes escogen al euskera por encima del francés, lo que supone una caída del 10,1% respecto a quienes lo hacían en 2001. En Navarra el porcentaje es del 6,8%.
Respecto a la evolución de ese uso, las cifras alimentan la esperanza tanto en la CAV como en Navarra, ya que han vivido una tendencia ascendente en los últimos 30 años. Si en 1991 era 271.121 las personas las personas que utilizaban el euskera tanto o más que el castellano (un 15,5%), en 2021 lo hacen 412.821 personas. En territorio navarro, la cifra ha pasado de un 5,9% hace tres décadas al 6,8% actual; previsiblemente, la cifra no es mayor debido a las diferencias de conocimiento por zonas lingüísticas.
Al sumergirse en las opiniones acerca de la promoción del uso del euskera, contrastan mucho las cifras de unos territorios y otros; cabe plantearse si el posicionamiento administrativo e institucional de las últimas décadas, en una dirección u otra, ha afectado al imaginario colectivo, siendo una suerte de soporte o, por el contrario, traba en aumentar el apoyo popular . Y es que en la CAV, un 67% es favorable a estas prácticas para impulsar el idioma, un 26,3% tiene una opinión neutra y un 6,8% se muestra en contra. En Navarra, el 30% están a favor, el 33% son neutros y el 37% se muestra desfavorable, mientras que en Iparralde se trata del 36%, el 49,2% y el 14,5%, respectivamente.
Así las cosas, los datos hacen vislumbrar avances en el camino recorrido en Hegoalde, aunque las mejoras siguen siendo necesarias. No obstante, Iparralde se halla en una situación crítica, en la que pesa la implicación ideológica de la ciudadanía para vivir en euskera en un entorno relativamente hostil a ello. Siendo el mapa tan dispar, las posibles soluciones conjuntas para un futuro mejor se tornan una incógnita que tocará descifrar a las personas expertas en la materia.
Origen del conocimiento
Vascohablante de origen. Es el caso del 47,8% de las personas euskaldunes en la CAV y del 60,4% en el caso de Iparralde.
Bilingüe de origen. Un 15,4% de quienes hablan euskera en la CAV lo adquirieron en casa junto a otro idioma; en Iparralde, son el 22,2%.
Nuevo vascohablante. Un 36,9% en la CAV lo ha aprendido en otras etapas de la vida, lo que le ocurre al 17,4% de las hablantes en Iparralde.
Opiniones en la CAV
“Todos los niños y niñas deberían aprender euskera”
Un amplio 89,3% está a favor de esta idea, mientras que el 4,7% aporta una opinión neutra y un exiguo 5,6% se muestra en contra.
“Debe ser necesario saber euskera para entrar en la administración”
Tres de cada cuatro habitantes secundan esta iniciativa, un 6,3% tiene un parecer neutro respecto a ello y un 18,1% tiene una opinión desfavorable.
“Todas las radios y las televisiones deberían tener más contenido en euskera”
Casi la mitad de la población, un 49,3%, se posiciona a favor de que esto se pusiera en práctica, mientras que el 21,1% tiene una opinión neutra y el 22,7% se halla en contra.
“Es mejor que la gente estudie inglés que euskera”
Ésta es la opinión más controvertida y la que mayor rechazo causa; concretamente, a un 51% de las personas encuestadas. Sólo el 22,7% se muestra a favor de esta frase y el 24,8% traslada un parecer neutro.
Primera lengua
Euskera, en la CAV
16-24 años 24,1%
25-34 años 20,1%
35-49 años 16%
50-64 años 16,3%
65 años o más 20,1%
Euskera, en Navarra
16-24 años 6,5%
25-34 años 5,7%
35-49 años 5,1%
50-64 años 5,8%
65 años o más 7,6%
Euskera, en Iparralde
16-24 años 3,7%
25-34 años 5,1%
35-49 años 9,3%
50-64 años 15,2%
65 años o más 21,9%