Gipuzkoa triplica la cantidad donada a ONG a través de los testamentos solidarios

La opción de legar el patrimonio a una organización, una elección cada vez más conocida por la ciudadanía, se materializa mediante la campaña Haz Testamento Solidario, que engloba a cerca de una treintena de entidades de carácter humanitario. Desde la plataforma, en la que confirman que casi la mitad de las personas que firman estas sucesiones son solteras, corroboran también que cada vez son personas más jóvenes quienes se plantean esta fórmula de contribuir a un fin que no les condiciona en vida. La constatada caída libre de la natalidad, junto al aumento de hogares unipersonales, hace pensar que esta tendencia crecerá en un futuro cercano.

“La sociedad vasca responde muy bien para colaborar con este tipo de fórmulas”, asevera Maite Alzueta, responsable de testamento solidario en Médicos Sin Fronteras. A nivel estatal es el territorio donde más testamentos solidarios recibieron, sólo por detrás de Madrid y Barcelona. Echando un vistazo a los datos generales de Haz Testamento Solidario, por su parte, Euskadi fue la segunda del Estado con 3.954.915 euros en 2021 –último año del que hay datos, a falta de que las ONG cierren sus memorias anuales de 2022–, buena parte de esa cifra correspondiente a Gipuzkoa (1.461.309). Como portavoz de esta plataforma, Alhelí Quintanilla valora como algo muy positivo que el número de testamentos prácticamente se triplicase en el territorio con respecto a los dos años anteriores –540.049 euros en 2019 y 487.450 en 2020–. “Significa que cada vez más personas saben que es un documento indispensable para asegurar que se respeten sus últimas voluntades”, apunta.

Las mujeres son mayoría (suponen el 58%) en un “perfil del testador” en el que abundan los solteros (48%), frente a los casados (30%), divorciados (12%) o viudos (10%). “No se puede comprobar que el hecho de que haya más personas solas o sin descendientes implique más testamentos solidarios, aunque es evidente que son perfiles más proclives”, atestigua Quintanilla, quien en cualquier caso confirma que quien deja un legado es un “persona solidaria” que quiere seguir siéndolo cuando ya no esté “porque, además de su familia, le preocupa el futuro de los que se quedan”. Por edades, las personas que realizan testamentos solidarios corresponden en su mayoría a la franja de 60 a 69 años, seguida por la de 70 a 79 años. Sin embargo, destaca que las franjas de 50 a 59 años y de 40 a 49 años han ascendido desde 2018 en un 56% y en un 186%, respectivamente.

¿Y suele haber relación anterior con la ONG? “En Médicos Sin Fronteras nos sorprende que hay muchas personas que nunca antes habían colaborado, ni haciendo donaciones ni como socios”, explica Alzueta, quien concreta que el año pasado el porcentaje de testadores que corresponden a dicha casuística se elevó al 60%. Sin embargo, según datos que maneja Haz Testamento Solidario, lo habitual es que el 77% de las personas que anuncian que han realizado su testamento solidario sean donantes o socios de la organización. En ese sentido, la propia Alzueta expone que hay testadores que no anuncian previamente su última voluntad. “Siempre hay una parte en la que estamos a ciegas y no sabemos si nos van a tener en cuenta”, expone esta portavoz de Médicos Sin Fronteras, quien, no obstante, indica que también se ha duplicado el número de personas que ha anunciado la voluntad de legar sus bienes. “Animamos a que nos lo comuniquen para poder tener tiempo de agradecer el gesto”, señala Maite Alzueta.

Desde joyas u obras de arte hasta acciones o un porcentaje del patrimonio. Lo donado por los testadores abarca una amplia variedad de bienes. “Y no sólo recibimos dinero, también recibimos inmuebles. En estos casos lo que queremos es liquidez para poder responder ante emergencias”, ilustra Maite Alzueta, quien concreta que tienen unos protocolos “muy exhaustivos” y “transparentes” para ejecutar estas ventas. “La tasación de los inmuebles la llevan a cabo peritos independientes y, después, se contratan agencias inmobiliarias”, apostilla Alzueta, quien asevera que en Médicos Sin Fronteras –una de las primeras entidades que se sumó a la campaña– reciben bienes inmuebles en la misma proporción en la que les donan cuentas bancarias. Desde Haz Testamento Solidario especifican que la media de las donaciones suele ser de 70.000 euros, una cifra que en el caso de Euskadi se eleva a 112.000 euros.

División de herencias

Entre los falsos mitos contra los que las ONG deben luchar destaca el siguiente: “Parece que hay que escoger entre la familia o una causa social a la hora de hacer el testamento”, indica Maite Alzueta, quien afirma que las ONG no pretenden “sustituir a nadie”, sino hacer respetar la ley. En ese sentido, Quintanilla corrobora que “en en Estado el reparto de bienes, en caso de tener descendientes, está muy regulado”. La portavoz de Haz Testamento Solidario se refiere a la división que hace el Código Civil, que establece que la herencia se divida en tres partes. El llamado tercio de legítima contempla que un tercio se reparta a partes iguales entre los hijos, mientras que el tercio de mejora contempla que el testador pueda repartir entre sus descendientes, pero no necesariamente a partes iguales.

Al margen de las diferencias entre las comunidades, desde Haz Testamento Solidario indican que un 79% de los que han decidido hacer testamento solidario ha compartido la decisión con su familia.