Con el objetivo de profundizar en la relación entre el periodismo y las esferas de poder, la Universidad de Deusto ha acogido una nueva jornada de reflexión de la mano de DeustoForum, que en esta ocasión ha contado con dos importantes figuras de la comunicación: el periodista Iñaki Gabilondo, un referente del periodismo nacional, y el estadounidense Roane Carey, exredactor jefe del semanario progresista The Nation-USA. El encuentro tuvo lugar el pasado viernes, en el campus de Donostia, bajo el título What really matters (Lo que en realidad importa), y fue seguido con interés por los estudiantes del grado en Comunicación y el doble grado en Derecho + Comunicación que abarrotaron el auditorio Loiola Centrum. 

Tras las palabras del vicerrector del campus donostiarra, Xabier Riezu, la profesora e investigadora de la facultad de Comunicación, María Pilar Rodríguez, fue la encargada de moderar el diálogo sobre el papel que juegan hoy día los medios de comunicación en la vida política y sobre cómo la expansión masiva de las redes sociales ha debilitado los medios de comunicación tradicionales. 

“La política y el periodismo están condenados a entenderse. Ambos son hijos de la democracia y deben relacionarse inexorablemente. La cuestión, por tanto, no es si deben o no convivir, sino cómo deben hacerlo”, introdujo Iñaki Gabilondo. Para explicar cómo tiene que ser dicha convivencia el periodista donostiarra se valió de la parábola de los puercoespines de Arthur Schopenhauer, que cuenta la historia de dos puercoespines que en una noche de frío se buscan para darse calor, pero sin acercarse demasiado para evitar pincharse. “El periodismo debe, más que nunca, dar con la distancia precisa para ser intérprete de la realidad, pero sin quedar atrapado por el poder”, aseveró. 

Para Gabilondo, “el periodista debe ejercer como representante de la sociedad para vigilar al poder”, una tarea que, a su juicio, “se ha complicado mucho en los últimos años” por diversos motivos como la expansión de las redes sociales, las fake news, los gabinetes de comunicación con los que cuentan cada vez más organizaciones o la angustia financiera de las empresas de comunicación. “Actuar desde la ética es más necesario que nunca en nuestro oficio”, reflexionó. Sin embargo, el reconocido comunicador lamentó que “la sociedad hoy en día ve a los medios como piezas integradas en las estructuras de poder, lo que nos ha restado credibilidad”.

Ni rojo ni azul; del color del dólar

Roane Carey, por su parte, recordó algunos incidentes de la historia reciente de Estados Unidos en los cuales importantes medios de comunicación no estuvieron a la altura. “Tras los ataques del 11-S hubo medios de comunicación de referencia que se limitaron a transmitir los mensajes de la administración Bush en torno a la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar la invasión. Fue el caso, por ejemplo, del New York Times que no fue suficientemente crítico con el Gobierno”. 

Más grave fue el caso de Fox News, cuyos periodistas estrella han reconocido públicamente que eran conscientes de que mentían cuando apoyaban las teorías de fraude electoral lanzadas por Donald Trump con el objetivo de justificar un intento de golpe de estado que se tradujo en el asalto al Capitolio, sucedido el 6 de enero de 2021. “Murdoch (Rupert) dijo una vez que la Fox no era ni roja ni azul; era verde, como el color del dólar”, reseñó Gabilondo.

Carey: “En los últimos años han proliferado los medios extremistas en EEUU; hay un extremismo aterrador”

Para Carey que la prensa mienta “no es algo nuevo” y a menudo responde a la necesidad de “darle a la audiencia lo que quiere oír”. “En los últimos años, en Estados Unidos han proliferado los medios extremistas, sobre todo en las zonas rurales, donde triunfan las teorías conspiranoicas. En este momento, hay un extremismo aterrador en EEUU”, abundó. Al mismo tiempo, Carey advirtió de que “la credibilidad de los políticos y de los medios ha sufrido un fuerte declive en los últimos años”, por actitudes como la del expresidente Trump que ataca a aquellos medios que no le apoyan, o por los medios que solo recogen la opinión de aquellos políticos que son afines”.

Más periodismo de datos

Gabilondo, por su parte, añadió que aquí también “se están fabricando dos sociedades, que lejos de tenderse puentes, están enfrentadas, lo cual es realmente peligroso”. Ante la polarización de la sociedad, ambos convinieron en la necesidad de impulsar la diversidad en el mundo de la comunicación. “Estamos viviendo un gran terremoto, pero esto no significa que venga la hecatombe; el periodismo debe buscar nuevos caminos para acercarse a la realidad e interpretarla. Me refiero al periodismo de datos, de verificación y tantas otras iniciativas que vemos que están surgiendo”. 

Y es que para el donostiarra, ante los millones de señales que recibimos a diario y el riesgo de no diferenciar entre noticias verdaderas y falsas, es preciso que “el buen periodismo se haga presente, recuperando su verdadera esencia, la de servicio a la sociedad”. “En una inundación paradójicamente el agua potable escasea; algo parecido sucede hoy día con el diluvio informativo. Por eso debemos centrarnos en buscar agua informativa potable”, aclaró. 

Gabilondo:“Los periodistas somos más necesarios que nunca para ordenar e interpretar la realidad”

Gabilondo aprovechó la ocasión para dirigirse a los futuros periodistas que presenciaron el encuentro, lanzando un mensaje de esperanza con respecto al futuro de la profesión que han elegido, y que él con tanto rigor y pasión ha ejercido: “Hace tiempo, con el auge de las redes se pensó que no íbamos a necesitar periodistas, pero el tiempo nos ha confirmado que somos más necesarios que nunca para ordenar y entender la realidad. Habéis elegido un gran oficio, un oficio con futuro, en uno de los mejores momentos que ha habido para ejercerlo”.