El Gobierno Vasco pondrá más dinero sobre la mesa para frenar el declive demográfico y favorecer la emancipación juvenil, incentivando así que nazcan más niños. Por ello, este viernes se ha anunciado el programa Emanzipa, un significativo paquete de ayudas de 300 euros al mes para intentar adelantar la edad a la que los jóvenes abandonan la casa paterna que ahora se sitúa en los 30,2 años, cinco más que la media europea.

El lehendakari ha avanzado que la previsión es poner en marcha para el 2024 una ayuda de 300 euros al mes durante dos años, que estará dirigida a jóvenes entre 25 y 29 años en proceso de emancipación y que dispongan de ingresos inferiores a 28.000 euros. Hay que señalar que entre 1995 y 1999, los años en los que nacieron los vascos que podrían optar a estas prestaciones, hubo más de 80.000 nacimientos en Euskadi ya que cada año se producían entre 15.000 y 16.000 alumbramientos.

Junto a las ayudas directas de 200 euros al mes que empezarán a recibir las familias a partir del día 1 de marzo por cada hijo hasta los tres años, la concesión de 300 euros para aquellos que se animen a irse de casa es otro de los ejes sobre el que pivota la Estrategia Vasca 2030 para el Reto Demográfico. Todo ello con el objetivo de favorecer la emancipación juvenil ya que los jóvenes ven truncados su planes debido a las precarias condiciones laborales y el elevado precio de la vivienda.

Vivienda libre

Eso sí, la nueva prestación tiene sus requisitos, ya que estaría destinada a aquellos jóvenes entre 25 y 30 años que cuenten con un contrato de alquiler o que hayan adquirido una vivienda libre, por lo que quedan descartados los que residan en pisos de protección pública.

Además de residir en una vivienda libre, los beneficiarios deben disponer de ingresos inferiores a 28.000 euros anuales, estar empadronados en Euskadi el año previo a su solicitud y acreditar tres de empadronamiento en los diez últimos. Asimismo, el contrato de alquiler o compra debe ser de su domicilio habitual y tiene que estar en vigor o previsto dentro de los seis meses siguientes a la petición.

“El diagnóstico de la estrategia es claro: la edad clave para favorecer la emancipación se sitúa entre los 25 y 29 años. Esta medida se concentra en prestar una ayuda a ese grupo de personas. Es un espaldarazo para iniciar o para consolidar la emancipación”, ha dicho este viernes el lehendakari.

Todo ello con el objetivo último de que en 2030 esté viviendo de forma independiente la mitad de jóvenes de esas edades ya que hasta ahora apenas han salido de casa un tercio de ellos. Porque además estas cuantías serán compatibles con los 300 euros de Gaztelagun, las ayudas que se reciben por el alquiler. A los efectos de la renta de garantía de ingresos o el ingreso mínimo vital, computará como parte de los ingresos de la persona beneficiaria.

El anuncio se ha realizado en el pleno de control al Gobierno en la Cámara vascos, donde el parlamentario de PNV, Joseba Díez, ha preguntado al lehendakari sobre la aprobación de la Estrategia Vasca 2030 para financiar la emancipación juvenil. Allí, Urkullu ha afirmado que el adelanto de la edad de emancipación es “una prioridad” para el Gobierno, ya que su retraso “trastoca el desarrollo de los proyectos vitales de la juventud y contribuye al desequilibrio demográfico”.

Con este objetivo, ha informado de que trabajan en reducir la edad media de emancipación a los 28 años y elevar al 50% la tasa de emancipación para los jóvenes de 25 a 29 años. Es precisamente en el salto en la treintena donde se sitúa la edad media de emancipación en 2022, en 29,7 años en Euskadi. Por tramos de edad, la población emancipada de 30 a 34 años es del 71%, un porcentaje que se reduce al 33% en el caso de las personas de 25 a 29 años; y al 5% en la franja de edad de 18 a 24 años. Según un documento elaborado por el propio Gobierno vasco, en las últimas décadas, las sucesivas generaciones de jóvenes, especialmente las situadas en ese segmento de edad, han padecido problemas como la incertidumbre en el empleo y su calidad en términos de precariedad, temporalidad y/o bajos salarios; la carestía y escasez de vivienda, especialmente en alquiler; y rentas disponibles insuficientes. Sobre la base de este diagnóstico, se ha decidido introducir esta novedad y articular dicha aportación pública. Según ha resaltado el lehendakari, la Estrategia 2030 incluye diez proyectos tractores y 26 iniciativas complementarias estructuradas en cinco ámbitos: Empleo, Vivienda, Renta, Cohesión y Resiliencia.