El foco está puesto en la accesibilidad. En avanzar hacia un Oñati “para todos y todas”.La construcción de un pueblo inclusivo es imprescindible para que todas las personas puedan hacer un uso igualitario y autónomo de los espacios públicos. La accesibilidad no es solo una cuestión de infraestructuras, es la base de una sociedad más justa y cohesionada”, defiende la alcaldesa Izaro Elorza.

Acompañada del presidente de la Comisión municipal de Urbanismo Iñigo Ruiz, la primera edil recalcó ante los medios la “firme apuesta” del Gobierno que encabeza por hacer de Oñati “una localidad más accesible, en clave universal”. 

Entre las actuaciones de muy diversa índole incluidas en la agenda de 2025, algunas ya en marcha y otras a punto de despegar, Elorza y Ruiz destacaron el barrio de San Lorenzo, donde los presupuestos de este ejercicio recogen una partida para acometer la fase número 11 del 'lifting' urbanístico de esta zona residencial, que suprimirá la barreras arquitectónicas en el entorno próximo a Larraña, desde la ermita hacia arriba. Mendiko kale es otro de los escenarios donde se intervendrá para “tener del todo conectado el barrio de Errekalde con el núcleo urbano, y se aprovecharán las obras para renovar las infraestructuras subterráneas”, detalló Ruiz.  

Usako, Plaza, Olaitturri y Etxaluze

En Usako, por su parte, ya han arrancado los trabajos de la primera fase del bidegorri que unirá Torreauzo con la popular presa, mientras que para la renovación integral del área entre el quiosco y el frontón de Foruen Enparantza, las obras afrontan la fase de licitación bajo el criterio del “urbanismo inclusivo”. En Olaitturri también está puesta la mirada con el objetivo, tal y como indicó Elorza, de potenciar el uso de la cancha para albergar actividades culturales y de ocio. “Se adecuará una rampa para vehículos pesados (destinada a labores vinculadas a los actos programados), que no cumplirá con la normativa de accesibilidad peatonal y, por tanto, se creará un acceso cómodo a pie desde las actuales escaleras. El proyecto se está redactando y la obra se hará este año”, avanzó Ruiz.

Y, de la misma manera, en la renovación del parque de Etxaluze (Parke Gorria), ideado como punto de encuentro y juego para adolescentes de ocho a 14 años, se han incorporado los fundamentos de la accesibilidad con “zonas de sombra, iluminación adecuada, ergonomía en el mobiliario…, teniendo en cuenta que, además de niños y niñas, este espacio tendrá más usuarios”, precisó Ruiz. 

Algunos de estos seis citados proyectos tienen sus obras en marcha, y en otros casos se materializarán o comenzarán este año.

Actuaciones ejecutadas

La alcaldesa inició su exposición haciendo repaso de las actuaciones realizadas desde que en 2011 EH Bildu se hiciera con la Alcaldía. En estos años se han invertido 5,8 millones de euros en rebajar a cota cero las aceras del barrio de Errekalde; hacer más accesible Olakua, con recorridos seguros para el peatón y nuevo alumbrado (cinco fases); colocar al mismo nivel la calzada y la acera en Martzelino Zelaia; materializar el bidegorri de Ugarkalde a Olabarrieta, y mejorar la seguridad en el entorno del centro escolar Urgain, y entre el polideportivo y Txantxiku ikastola, entre otras.

Próximos proyectos

La accesibilidad, como insistió Elorza, “no se trabaja de un día para otro”. Sobre un marco general y un plan que traza la dirección que hay que seguir, en estos momentos el Ayuntamiento tiene en su programa un buen número de proyectos para abordarlos en los próximos diez años (2025-2035). Entre ellos enumeraron: las fases finales de los barrios de Olakua y San Lorenzo; Kale Zaharra (abarca, asimismo, Lizaur kalea, Aita Madina, Otadui Zuhaiztia y Kasablanka), y Berezao.

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