En la pescadería de Josebe, como en otras muchas, ya hay quien ha empezado a comprar las kutixis que llenarán nuestra mesa en estas fechas navideñas. Si tenemos un buen arcón o congelador, es una buena opción, porque podemos ahorrar dinero, especialmente en la pescadería, pero también en la carnicería. Un aspecto a tener en cuenta en este 2022 en el que los precios de la alimentación han registrado la mayor subida en 34 años.

El encarecimiento de las cosas del comer es del 15,3% en Euskadi en los últimos doce meses. De octubre a octubre. El doble que la inflación general, más contenida (6,9%) después del verano. Solo en lo que va de año, en diez meses, el alza de la alimentación es del 12,8% y seguirá subiendo estas Navidades. No hay ninguna duda.

Lo que es “imposible de saber” es cuánto subirán los precios. “Fíjate, es casi tan difícil como que te toque la lotería”, bromea Josebe Peralto, dueña de una pescadería con 54 años de historia en la comarca de Goierri.

Las compras ya han arrancado en los hogares más previsores. Mayoristas consultados por este periódico confirman que “ya se está notando más movimiento”. El ritmo de las ventas irá a más, puesto que ya falta menos de un mes para Nochebuena, el culmen del buen comer, donde más dinero nos gastamos. Es el día del solomillo, el cordero, el buen pescado y el marisco, un “artículo de lujo”, según reconocen los propios vendedores en muchas pescaderías. El pistoletazo de salida está dado.

“Están congelando chipirones de rellenar. Los cocinan y los congelan. Ahora, pon que están a trece euros y pico: entre 12 y 15; yo he solido tener traer a 28 euros el kilo en Navidad. Este año no sé si se va a duplicar, pero otros años sí lo hecho”, asegura Josebe.

Los mayoristas de carne y pescado reconocen que ya se está notando movimiento en las ventas; la clave es el congelador

Sin embargo, otros pescados bajan: “pescaditos que de normal vendes, y como ahora la compra se concentra en otras cosas, igual bajan”. Fanecas a “7 euros el kilo”, un pescado “más insípido”, pero rico si le haces un buen tximitxurri. Pescados “ricos y baratos” que, sin embargo, admite esta pescadera, la gente no busca Navidad. El consumo se concentra en unos pocos productos y eso es lo que dispara los precios. “La oferta es la misma y la demanda es brutal”.

Es solo un ejemplo que indica lo que todos repiten. Desde mayoristas a minoristas. Adivinar los precios que van a tener el pescado y el marisco especialmente, pero también la carne, “es imposible”. Solo se sabe que subirán. Es la oferta y la demanda. Y eso si no hay temporal en la mar. Si lo hay, agárrense.

Más barato en pueblos

Tampoco es lo mismo comprar en un pueblo que en Donostia, por ejemplo. “En las ciudades suele estar más caro”. Las diferencias pueden llegar a ser importantes, confirman mayoristas de carne y pescado consultados por este periódico.

Un cordero que sale del almacén del mayorista a 13,50 euros el kilo (con cabeza incluida) más IVA esta misma semana, se está vendiendo al público “mínimo a 26 en Donostia, pero ponle 28”, mientras que Iñaki, un carnicero de Ormaiztegi asegura que “yo no puedo poner esos precios aquí”. Ni en otros pueblos tampoco, dice.

En su establecimiento tiene ahora mismo el cordero a 18 euros el kilo, pero reconoce que tiene ventaja, porque le compra directamente al pastor, saltándose un intermediario. Si tuviera que comprarlo del almacén a ese precio, “igual tendría que cobrarlo a 24 euros. Por lo menos”.

Se puede ahorrar mucho

Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo. El lema del icónico spot de una marca de detergentes para lavadora de los años 80 sigue teniendo sentido. “Teniendo un poco de ojo, podemos ahorrar mucho”, reconoce Josebe en su pescadería.

“Ahora aquí están congelando. Hay pescados que, entre comillas, no pierden. Yo, por ejemplo, una merluza no la congelaría, pero sí el rape, los chipirones, que se congelan cocinados. Cosas que luego salen. Kokotxas también se suelen vender mucho ahora porque se dejan hechas y listo”.

Las “navidades han cambiado mucho”. Antes, sin ir más lejos, “las amatxos que cocinaban no salían de casa; ahora, por ejemplo, mucha gente joven se va fuera de vacaciones en fin de año. Todo lo que traigas hecho, se vende el doble”, dice. Ejemplo: los langostinos cocidos.

El besugo, artículo de “lujo”

“Se venden cosas diferentes” a las de antes. “Antes todo el mundo se llevaba besugo, lubinas salvajes, andeja (corvina), erla también. Hoy en día, “se sigue comprando mucho pescado para asar, para el horno”, pero el besugo, a lo largo del año “entre 40 y 50 euros el kilo” en pescadería, ha desaparecido de la mayoría de los hogares, al igual que el rodaballo y la lubina salvajes, que en navidades “se pondrán muy caros. Pero la mayor locura que ha visto es la de la angulas, que siempre tienen su público, “incluso cuando han estado a 1.000 euros”.

“El año pasado, en navidades, los que no quieren congelar y se esperan hasta el último momento para traer fresco, pagaron a 70 euros el kilo el besugo” en la pescadería de Josebe y seguramente lo harían más caro en las ciudades. “El besugo sí que dobla su precio” y una buena pieza puede acercarse a 100 euros el kilo en fechas señaladas.

“Históricamente, es el besugo el pescado que más sube en navidades. Y un rodaballo salvaje, también. No siempre hay rodaballo salvaje”, asegura Peralto, con amplia tradición pescadera en la familia. Su abuela en Beasain, su padre en Ormaiztegi, tías y aún hoy primos siguen en el negocio.

Precios sin secretos

“Pero a ver, la gente está equivocada. No es porque vienen las navidades, es que hay mucha más demanda y la oferta sigue siendo la misma. Entra lo que entra. Punto. Ha habido años de auténticas salvajadas con las merluzas, que últimamente suben en Navidad, pero no lo hacen tanto. Porque hubo épocas en las que no había”.

“Los precios no suben porque vienen las navidades, es que hay mucha más demanda y la oferta es la misma”.

Josebe Peralto - Josetxo Arraindegia de Ormaiztegi

Hoy, dice, las merluzas andan “un euro o dos para arriba o para abajo”, al menos en Josetxo Arraindegia, pero “no es lo mismo que vayas a un mercado grande donde hay mucha clientela.

Las almejas, otro clásico navideño, también se disparan en estas fechas. “Están ya a un precio… ¡Y en navidades ni te cuento! De las finas, ahora, yo las tengo entre 35 a 45 euros el kilo. Y la buena que tengo yo, anda entre 45 y 60. Tienes de lo que quieras. Y luego vamos a ver el tiempo que hace en Galicia. Porque queremos la gallega”, asegura Josebe.

El marisco, “todo un mundo”

Carabineros a 60 euros el kilo, con margen para subir “otros tres o cuatro” en las próximas semanas; langostinos entre “veinte y pico y treinta y pico”, pero también más caros, depende del tamaño. “Es como la gamba de Huelva, que puede llegar hasta 100 y pico, que no es broma. Hay todo un mundo”, asegura. Lo mismo con el mejillón.

Changurros, centollos vieiras, ostras a cinco euros la unidad, un buen bogavante… Piezas que “da pena congelar”: “El marisco bueno es un artículo de lujo, pero no solo en navidades”, asegura Peralto, que ve a la gente “expectante” en la actual coyuntura inflacionista. “El camarón, la quisquilla, todos esos, últimamente están a 55 euros el kilo. Es mucho. Los mayoristas tampoco no traen como antes. Ya empiezan a preguntar si te hace falta”.

En la carnicería

Cordero, chuleta, solomillo y entrecot son los cuatro productos estrella de la carnicería para estas navidades. Y por si había alguna duda, “sí subirán” en las próximas semanas, aunque no se puede saber cuánto. “Cinco euros tranquilamente podría subir el cordero, pero luego cae en picado. Es cíclico”. No así la chuleta, el entrecot o el solomillo, que “mantienen el precio más estable durante todo el año”. Las subidas ahí serán menores.

“El cordero podría subir cinco euros de aquí a Navidad, pero las diferencias entre un pueblo y la ciudad son grandes”

Iñaki Murua - Carnicero

“El entrecot igual ahora está a 28 euros el kilo y en Navidad puede estar a 30. El solomillo ahora está aquí, calcula que a 38 euros, mientras que en otros sitios, en Donostia, igual está a 45 y podría ponerse a 50 o más. Aquí no creo que pase de 40”, asegura en su establecimiento.

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Dice que las costumbres con la carne siguen manteniéndose en Navidad. Somos de solomillo y cordero en Nochebuena y Navidad; y de txuleta y entrecot en Nochevieja y Año Nuevo. “Con diferencia”, enfatiza. Sin embargo, durante el resto del año, “cada vez se vende carne más barata. La tendencia es esa y va a más. Desde la pandemia ha cambiado mucho”.