Cuando nos vamos de vacaciones una de las tareas previas al viaje es dejar el frigorífico vacío para evitar que la comida se pudra y cree vida propia. Para evitar el desperdicio alimentario imperante en nuestro país -el año pasado se generaron un total de 3,61 millones de toneladas de desperdicio-, una solución fácil y al alcance de cualquiera es congelar la comida, ya que la mayoría de los productos alimenticios son aptos para guardar en el congelador.

Algunos alimentos responden mejor que otros al proceso de congelación, en función de la composición de cada uno. Hay tres factores que condicionan el proceso de congelación de un alimento: el aislamiento, la velocidad de congelación y un cocinado previo. Estos determinarán el estado del alimento durante todo el proceso.

¿Qué alimentos puedo congelar?

Carnes. Las carnes crudas aceptan perfectamente la congelación, siempre y cuando se congelen en buen estado. Quizás las partes grasas se amarilleen un poco, pero si se hace correctamente, no influirá en el sabor.

Pescado. Ocurre al igual que en las carnes, pero tiene más tendencia a exudar líquidos, por lo que es más importante usar táperes o bolsas de congelación.

Embutidos. Depende de la cantidad de grasa que tengan. En general, todos se pueden congelar, pero si tienen mucha grasa, responderán peor.

Frutas. En las frutas hay de todo y es imprescindible utilizar la congelación express, para que al descongelar la textura se conserve bien y no se poche y pierda jugo. Es recomendable congelarlas en bolsas. Los melocotones, ciruelas, fresas y otros frutos acuosos pueden funcionar, pero luego deben descongelarse en la nevera y el consumo debe ser casi inmediato, pues tienden a perder la textura rápido.

Verdura de hoja. Las espinacas o la lechuga, solo se pueden congelar en modo express y en una bolsa de congelación sin oxígeno, aunque luego el descongelado debe hacerse en nevera y hay que consumir rápidamente. Mejor las cortamos en porciones porque una vez descongeladas, degeneran deprisa.

Hierbas aromáticas. El perejil o el cilantro, pierden el sabor, por lo que no es aconsejable congelarlos.

Hortalizas. Salvo los tomates, el resto se pueden congelar bien. Desde cebolla a apio, rábanos, pimientos, ajos, etc.

Lácteos. La leche y el yogur se pueden congelar, pero siempre se respetará su posterior descongelado dentro de la nevera; no deben consumirse hasta que este no se haya producido totalmente.

Huevos. Pueden congelarse siempre que se introduzcan en un táper bien cerrado. Ahora bien, a la hora de descongelar, la yema no aparecerá turgente por lo que si es para huevos duros o fritos, mejor cocinarlos antes y congelarLOS después. Si son para tortillas, se pueden congelar crudos.

Guisos y estofados. Se pueden congelar sin problema, siempre que no contengan arroz o pasta.

Pan. Se puede congelar sin problemas y basta una bolsa de papel para protegerlo.

Quesos. Los quesos azules, los fundidos y los curados se pueden congelar bastante bien; también los tipo gouda, grouyere y emmental. Los que no se deben congelar nunca son los quesos frescos.

Postres dulces. Pueden congelarse sin problema, aunque debemos descongelarlos luego en la nevera y asumir que no quedarán perfectos, pero se pueden comer. Al descongelarlos hay que consumirlos con rapidez.

Salsas. La mayoría acepta bien la congelación, aunque algunas en el descongelado se cortan. Muy importante descongelarlas en la nevera o bien en el microondas, pero nunca a temperatura ambiente, por una cuestión de seguridad alimentaria.

Los alimentos congelados deben guardarse en una bolsa o táper. Freepik

Todos estos alimentos se conservarán en buen estado siempre y cuando el proceso se realice correctamente. En caso de tener claro que un producto recién comprado va a ser congelado, se recomienda envolverlo y guardarlo inmediatamente en el congelador, no hay que meter los alimentos sueltos.

En cuanto al proceso de descongelación, debe realizarse lentamente, sin hacer uso del microondas y por supuesto, no se debe congelar un producto que ha sido descongelado previamente.

A pesar de que la mayoría de alimentos sí se pueden guardar en el congelador, en algunos casos no es recomendable hacerlo ya que puede afectar a la textura y/o composición del alimento. En general, los productos que no se pueden congelar bajo ningún concepto son huevos duros con cáscara, verduras u hortalizas que vayan a comerse crudas, pasta o arroz (sin hervir), patatas, alimentos fritos y otros con alto contenido en grasa. Tampoco se pueden congelar latas, ya que corren el riesgo de explotar.