Tras el parón del pasado día 7, las plantillas de la OTA y de Grúas de Gipuzkoa “acelerarán” este fin de semana su reivindicación yendo a la huelga desde este viernes hasta el domingo. Será el segundo aviso antes de un nuevo parón el próximo fin de semana y una huelga que podría ser indefinida a partir del 9 de noviembre si la patronal no acepta sus exigencias: una subida salarial acorde al IPC y la aplicación de la jornada laboral a 35 horas.

“Son dos años de pelea, de tiras y afloja sin llegar a sentarnos. Nadie quiere la huelga, pero no nos ha quedado más remedio”, explica a este periódico uno de los delegados del sindicato ELA, que junto a LAB y CCOO ha convocado la huelga para todo Gipuzkoa a partir de este viernes. Después de doce reuniones de la mesa negociadora, la situación se encuentra estancada, por lo que las plantillas de la OTA y de Grúas de Gipuzkoa recorrerán las calles de Donostia a partir de las 10.30 horas tras una concentración frente al Ayuntamiento con el objetivo de que “las instituciones hagan algo”.

La reclamación, por un lado, es una subida salarial del 6,5%, acorde con el IPC del 2021, algo que la patronal no está dispuesta a hacer y fija la subida en un 4,5% entre los años 2001-2004. “El precio de la OTA sigue subiendo y la recaudación va a más, pero nos dicen que no se puede. Solo pedimos lo correspondiente a la realidad”, apuntan desde el sindicado ELA, sin entender cómo Ayuntamientos como el de Donostia, donde se dan la mayoría de los afectados al tener un convenio de empresa con IPC, “no hacen nada” a pesar de las constantes reuniones que han mantenido.

La segunda petición, por su parte, tiene que ver con las horas laborables. En la actualidad, la mayoría de los trabajadores de la OTA tienen la jornada laboral de 35 horas, excepto los de Donostia, donde el convenio marca las 1.592 horas anuales obligándoles a trabajar en doble turno –de 9.00 a 13.30 horas y de 15.30 a 20.00 horas- impidiéndoles “la conciliación laboral”. “Es un horario que te anula por completo. No puedes hacer otra cosa, como un simple trámite administrativo o cuidar de tu familia”, apunta el delegado, que recuerda que el resto de subcontratas del Ayuntamiento donostiarra ya tienen fijada las 35 horas semanales. “Es una clara discriminación”, añade.

Las reuniones con la patronal no han avanzado en este periodo e incluso, tal y como aseguran desde los tres sindicatos firmantes, se han propuesto recortes en la antigüedad y en los complementos de bajas. “Sé que somos un colectivo bien visto, pero pasamos muchas horas en la calle, con el tiempo que toque y aguantando en muchas ocasiones la protesta y los insultos de la gente, lo que ha inducido a más de uno a la baja, con el miedo de que eso sea perjudicial para nosotros”, asegura.

Tal y como explica el delegado de ELA, la situación de los trabajadores de la OTA en Gipuzkoa no ha variado en décadas, con la única excepción de las máquinas. “Por seguir, siguen siendo iguales hasta los mismos recorridos. O dos calles o con suerte cinco y no repetirte tanto. Es el mismo sistema desde que entramos, lo único que cambia es el precio, que no para de subir”, observa.

Varias movilizaciones

La huelga que comienza este viernes y terminará el domingo es “un primer aviso” que tendrá su continuación el próximo fin de semana. Desde las 10.30 horas los trabajadores de toda Gipuzkoa se reunirán en Donostia, incluso los afiliados a UGT, el único sindicato que “no ha querido saber nada del tema”. 

En caso de que estás protestas no tengan efecto, los trabajadores intensificarán el parón con una huelga del 9 al 16 de noviembre que podría llegar incluso a más allá. “Creemos que será entonces cuando se den cuenta y decidan actuar”, prevé el delegado, que opina que una huelga indefinida podría ser “muy perjudicial” para los ayuntamientos guipuzcoanos.