El número de personas sin hogar atendidas en Gipuzkoa ha crecido por encima del 180% durante la última década. Se trata de un porcentaje superior al del resto de territorios históricos, por encima del 132,3% registrado en Araba, y más del doble en comparación con Bizkaia (70,9%). Dos de cada mil habitantes de Euskadi no tienen hogar. En el País Vasco se estima que la población sin techo ronda las 4.456 personas, lo que supone un incremento del 113% respecto al año 2012. Destaca el aumento de mujeres sin recursos, y también el de las personas de nacionalidad extranjera, en un 72,4% de casos.

Se trata de una de las capas más desfavorecidas de la sociedad, cuyo porcentaje se ha incrementado en más de un 10% durante la última década, según se desprende de los datos elaborados por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística (INE), que han sido difundidos este miércoles. El último estudio monográfico, referido a 2012, cifraba en un 60,1% el colectivo extranjero atendido en centros sociales de Euskadi.

La Encuesta sobre Personas sin Hogar (EPSH) revela que el perfil tipo del 'sinhogarismo' en la CAV es el de un joven foráneo de entre 18 y 44 años, soltero, con estudios secundarios y en situación de desempleo. En Gipuzkoa, el grueso principal de la población sin hogar es atendido en centros de Donostia, prácticamente cuatro de cada diez personas.

El informe detalla la situación en la que vive el colectivo mayor de 18 años que reside en municipios de Euskadi y que acude a los centros que ofrecen servicios de alojamiento o restauración. El drama de no contar con un techo parece perpetuarse en un porcentaje elevado de casos. El 37,5% reconoce que lleva más de 3 años sin un alojamiento propio. El 21,5% duerme en lugares no previstos para ser habitados, y el resto se reparte entre alojamientos colectivos -23,3%-, y pisos o pensiones cedidas por una entidad pública u ONG, en el 54,9% de los casos.

Sin ingresos y cada vez más jóvenes

Uno de los aspectos más llamativos, que se percibe a pie de calle, es el paulatino descenso de edad de la población atendida. De hecho, el grupo principal es el de jóvenes de entre 18 y 29 años -el 37,4% del total- con una tendencia más acusada en Euskadi que en el conjunto de las comunidades autónomas, donde el grupo más numeroso es el de personas de entre 45 y 64 años, que supone el 43,3%.

La vida en la calle nunca es fácil, como lo demuestra el hecho de que el 10,9% de las personas sin hogar haya sido víctima de agresiones, y el 16% de robos. Una vida jalonada de dificultades, y más cuando se padece una enfermedad grave o crónica, como ocurre con tres de cada diez personas atendidas. El 15,5% tiene una discapacidad. El 19,6% ha sido hospitalizado durante el último año. De las personas encuestadas, el 66,4% y el 70,4% no consume ni alcohol ni drogas, respectivamente, si bien, el 13% señala ser consumidor de hachís o marihuana. Casi tres de cada diez personas -el 28,1%- han sido detenidas en alguna ocasión. 

Personas sin hogar por nacionalidad y sexo N.G.

El sinhogarismo en el País Vasco también afecta al grupo de 30 a 44 años (32,7%), seguido del de 45 a 64 años (27,6%) y el de los mayores de 65 años, el menos numeroso, con el 2,2%. La mayor parte son hombres, casi ocho de cada diez, frente al 21,8% de mujeres, en un porcentaje similar al registrado en el conjunto del Estado.

La falta de ingresos es clamorosa. Un 2% reconoció no haber comido nada el día en que se mantuvo la entrevista para elaborar esta informacion. El 31,8% de las personas encuestadas no tiene ningún ingreso. Entre quienes disponen de algún medio económico, el 22,6% cuenta con alguna prestación social (incluida la RGI), mientras que el 16,3% dispone de una dotación que proviene de donaciones de ONG. Seis de cada diez personas entrevistadas destinan a la comida el principal gasto.

Las personas extranjeras proceden principalmente de África (81,2%), seguido de América (11,4%) y de Europa (5%). Por países, la mayor parte de personas sin hogar en Euskadi sonde Marruecos (47,9%) y de Argelia (11,3%), desde donde no cesa el flujo de migrantes a Canarias, a pesar del giro dado por España al apoyar el plan alauí sobre el Sáhara Occidental, lo que se tradujo a mediados de marzo en el cierre de la crisis con el Reino de Mohamed VI y, en paralelo, la airada protesta de Argel que desembocó en la suspensión del tratado de amistad.

Principales razones de pérdida del hogar

A este respecto, la encuesta del Eustat refleja diferencias entre 2012 y 2022 en relación a las razones que han llevado a las personas encuestadas a la falta de hogar. Durante este año, "se trata principalmente de la emigración (47,3%) y en 2012 fue la pérdida de empleo (25,6%)", según recoge el informe.

Futuro incierto: sólo el 4,4% tiene una ocupación

El 48,3% tiene estudios secundarios, seguido por el 32,8% que dispone de estudios primarios y el 9,5% que manifiesta haber cursado estudios universitarios. El 9,2% de las personas sin hogar declara no tener ninguna formación. En cuanto a la relación con la actividad, sólo el 4,4% afirma tener una ocupación.

Esta nueva encuesta del Eustat que actualiza la información estadística del colectivo sin hogar se ha hecho pública tras darse a conocer esta semana que el Gobierno vasco impulsará un programa de acompañamiento a 115 jóvenes sin red familiar que vivían en la calle para evitar su exclusión. Se trata de jóvenes entre 18 y 25 años a los que se les ofrece guía psicosocial, formación, intermediación laboral y recurso habitacional.

 La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, presentó el lunes en Bilbao el programa 'Trapezistak’, impulsado por el Gobierno Vasco y aprobado la pasada semana en Consejo de Gobierno. El objetivo es sacar a estas personas de una situación de exclusión social, dándoles herramientas y acompañamiento para que puedan desarrollar el inicio de su vida adulta "con garantías y dignidad".

 Un total de 112 chicos y tres chicas son los primeros 'trapezistak' del programa piloto que trabajan en Bizkaia y Gipuzkoa con 17 entidades sociales de referencia. El programa está coordinado por Agintzari, con la colaboración de Fundación Peñascal.