El Gobierno francés ha solicitado a Bruselas una moratoria para mantener los controles fronterizos hasta el 30 de abril de 2023. Sería una nueva prórroga de seis meses, desde el 1 de noviembre hasta el 30 de abril, para unos controles que comenzaron a finales de 2015 tras los atentados yihadistas en París y que se han ido manteniendo en el tiempo hasta ahora.

En un documento revelado por Gerard Sadik, miembro de Cimade, se comprueba que, además de para frenar los posibles atentados terroristas, Francia alega otras razones incuída la pandemia de coronavirus.

Esta prórroga, concretamente, se basa, según dicho documento, en "nuevas amenazas terroristas, delincuencia organizada, grupos organizados de traficantes", flujo de "refugiados" e inmigrantes "ilegales", etcétera..., así como la propia situación derivada de la guerra de Ucrania.

Esta decisión choca contra la petición de los gobiernos de la Eurorregión: CAV, Navarra y Nueva Aquitania, que esta misma semana reclamaban reabrir los pasos fronterizos; o la reciente denuncia de Irungo Harrera sobre el peligro que están corriendo los jóvenes migrantes que llegan a Irun y que acaban lanzándose al río Bidasoa en un intento desesperado por evitar los controles policiales de los pasos terrestres.