El incendio forestal declarado el sábado en Añón de Moncayo (Zaragoza) obligó ayer a evacuar a unas 1.300 personas de ocho poblaciones y se encuentra en una situación crítica, mientras que la Unidad Militar de Emergencias (UME) se suma a las tareas de extinción en Vall d’Ebo (Alicante) y el incendio de Jumilla (Murcia) se estabiliza. En total, medio millar de efectivos de la UME trabajaron ayer en tareas de extinción de estos tres incendios. La situación del incendio declarado en Añón de Moncayo es el más grave. Se declaró el sábado sobre las tres de la tarde y a la media hora ya se comenzó a evacuar población y su situación es “crítica” por la “compleja meteorología” de las últimas horas, explicó el director general de Medio Natural y Gestión Forestal de Aragón, Diego Bayona. El comportamiento del fuego fue “muy virulento” durante toda la noche y se vivieron situaciones “muy complicadas”. Tiene tres focos activos, ya afecta a unas 8.000 hectáreas –datos provisionales– y su previsión “es preocupante”, aunque el panorama no es “tan demoledor como el sábado”, según señaló el presidente de Aragón, Javier Lambán.