Más de 460 socorristas y cooperantes fueron víctimas el año pasado en ataques contra los lugares en los que prestaban sus servicios, según datos reunidos por Naciones Unidas, que los ha presentado a pocos días del día mundial dedicado a la ayuda humanitaria.

De ellos, 140 murieron, la cifra más alta desde 2013, dijo hoy el portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jens Laerke, que precisó que con excepción de dos muertes, el resto fueron trabajadores nacionales de organismos locales e internacionales.

Además, 203 trabajadores humanitarios fueron heridos y 117 secuestrados mientras cumplían con su labor.

Laerke señaló que desde inicios de 2022 hubo 168 trabajadores humanitarios víctimas de ataques y que 44 de ellos fallecieron.

"Las necesidades humanitarias nunca han sido tan importantes y el personal humanitario tiene que trabajar en entornos cada vez más peligrosos para poder ayudar a personas que lo necesitan", dijo el portavoz.

El Día Mundial de Ayuda Humanitaria se conmemora cada 19 de agosto, fecha que se escogió para conmemorar el aniversario del atentado con bomba contra la sede de Naciones Unidas en Irak, que en 2003 mató a 22 trabajadores humanitarios, entre ellos el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, el brasileño Sergio Vieira de Mello.

La ONU ha decidido lanzar una campaña de sensibilización al respecto en las redes sociales, bajo el tema #TodosUnPueblo, como reconocimiento a la labor humanitaria, que en muchos casos -como el de las sociedades nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (en el mundo musulmán)- es realizada por voluntarios.