Un total de 1,20 kilos por semana. Esa es la cantidad de alimento que cada persona que vive en Gipuzkoa desperdicia de media en su hogar. En el resto de territorios de la CAV la cifra es similar; 1,21 kilos en Bizkaia y 1,19 en Araba. Los datos se extraen de un estudio llevado a cabo por el Gobierno Vasco en torno al desperdicio alimentario existente en Euskadi, que el ejecutivo ha realizado a expensas de las directrices de medición establecidas por la Comisión Europea, que exige que todos los Estados Miembros de la UE tengan sus datos listos para este 2022.

El documento se ha dado a conocer la mañana de este jueves en Donostia y los resultados obtenidos han sido comunicados por el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz; y por la directora de la fundación Elika, Arantza Madariaga.

En una perspectiva general, la cifra de alimento que no se aprovecha es abultada: 313.558 toneladas en la CAV cada año, si se tienen en cuenta todas las áreas y sectores; es decir, 142 kilos por habitante, de los cuales 40 son comestibles, un 28% del total. El resto corresponden a huesos, espinas, peladuras y otros elementos similares.

De ese total de desperdicios a lo largo de la cadena alimentaria, casi la mitad, un 44,7% se produce en los hogares y el comercio minoritario; el resto, se reparte entre la distribución (20,4%), la industria (23,8%), la producción del sector primario (1,6%) y la hostelería (9,5%).

Cabe destacar, asimismo, lo que desde el Gobierno Vasco han denominado como "materiales potencialmente aprovechables", que es aquello que se desecha en la fase de producción y transformación de los alimentos, pero sería posible darle uso. En este caso, se desaprovechan 4.332.945 toneladas al año, lo que establece un amplio margen de mejora sostenible.

Y es que la disminución de desperdicio alimentario, tanto en la CAV como a nivel global tiene que ser sustancial, si se quieren alcanzar los Objetivos de desarrollo Sostenible de la ONU, que piden reducir los desechos en los hogares y los comercios minoritarios en un 50% para 2030, así como que se rebaje en el resto de sectores.

Este estudio, en el que han participado más de 1.000 empresas y 150 hogares, ha servido para hacer un diagnóstico de la situación en la que se encuentra la CAV e identificar el origen y las causas del despilfarro alimentario, según sus impulsores. La cuantificación del problema permitirá poner en marcha políticas de prevención, que son el "principal mecanismo de reducción" del desperdicio de comida.

"Este diagnóstico que hemos hecho no es para sacarle colores a nadie", ha manifestado Madariaga. "Son los datos que son; necesitábamos saberlos, pero todos somos responsables de todo. No podemos echar la culpa a un eslabón más que a otro. Esto es un sistema alimentario y somos corresponsables".

La directora de Elika ha incidido en que "somos el problema" y también "las soluciones" al mismo, y ha puesto el foco para ello en "un diálogo continuado entre todos los agentes de la cadena".

Con estos datos sobre la mesa, Madariaga espera que "cada uno en su ámbito, en la medida de lo posible, tenga en cuenta que la comida tiene mucho valor". No sólo económico, sino también medioambiental y social. "Al final, hay mucha gente pasando hambre y nosotros tiramos comida".

Este análisis del desperdicio alimentario en la CAV forma parte de la iniciativa Basque Green Deal-Euskadiko Itun Berdea del Ejecutivo vasco, pero también responde a la solicitud de la Comisión Europea de conocer las cifras de todos los Estados Miembros a lo largo de 2022, después de que en 2019 estableciera unas directrices de medición homogéneas para todos. Así, los resultados de todos los estados serán comparables entre sí.

Por poner un ejemplo, los 142 kilos de desperdicio alimentario al año por persona en Euskadi son inferiores a la media europea actual, de 179 kilos. Sin embargo, Oroz ha rechazado confrontarlas, ya que el dato general de la UE se recogió antes de la unificación de parámetros, y puede cuantificar elementos diferentes.

El informe de desperdicios la CAV ha sido el primero presentado a nivel estatal y también uno de los primeros de Europa.