¿Cuáles son las razones de una natalidad tan baja?

Tenemos una maternidad muy tardía y una emancipación también muy tardía. Este año se ha hecho una encuesta del 28 de marzo al 1 de abril, para ver cuántos hijos querría tener cada pareja; y a los jóvenes, les hemos preguntado cuándo les gustaría emanciparse; y las diferencias que se producen ahí son importantes. Se ve que los vascos tenemos menos hijos de los que queremos. Querríamos tener 2,2 de media, mientras que la tasa actual es de 1,28 hijos. Por otra parte, la edad media de primera maternidad es de 32,6 años, y nos gustaría tener hijos con 28. Del mismo modo, la edad de emancipación es de 30,2 años ahora y nos gustaría hacerlo con 25 años. 

"La centralidad de nuestra estrategia tiene que ser el proceso de emancipación de nuestros jóvenes"

¿En qué se basa la estrategia vasca para revertir esta situación?

La centralidad de esta estrategia tiene que ser el proceso de emancipación de los jóvenes. Hemos diseñado un plan de acción hasta 2030 y tiene dos apartados principales: por un lado, impulsar una serie de actividades con efecto inmediato y ahí se prevén, las que se han anunciado: ayudas directas de 200 euros al mes por hijo de 0 a 3 años y luego, en el caso de las familias numerosas, tendrían un seguimiento hasta los siete años. Se quiere poner a partir del próximo año, haciendo un esfuerzo importante, la gratuidad en la etapa de 0 a 2 años. Y el segundo programa es de cara a los jóvenes, un plan de préstamos ambicioso para vivienda, emprendimiento o formación. Y eso conlleva un esfuerzo presupuestario importante. Esas serían las ayudas a corto. Y a largo plazo, se le está dando una importancia especial a la emancipación de los jóvenes, a la construcción de proyectos familiares, al impulso de la vida autónoma de personas de avanzada edad, y también a la inclusión social de los inmigrantes. Medidas que ya se estaban implantando, pero de un modo más ordenado. 

¿Dónde está la clave del problema?

Cuando hablamos de reto demográfico se habla en España de despoblación, pero ese no es nuestro problema principal, salvo en algunos municipios concretos de Araba. Nuestro problema es que tenemos muy pocos hijos y es porque los jóvenes se emancipan tarde, y porque somos padres tarde. Y desde las instituciones públicas tendríamos que actuar en lo que demandan los jóvenes. Y es que queremos tener un mayor número de niños, que somos padres cuatro años más tarde de lo que querríamos, y que nos emancipamos también cinco años más tarde de lo que querríamos. Luego aparte hay razones culturales y antropológicas de peso importantes, pero nuestra acción pública debería ser principalmente en eso otro, a través de una política pública adecuada.

"Los vascos queremos tener un mayor número de niños, somos padres cuatro años más tarde y nos emancipamos cinco más tarde de lo que querríamos"

¿Se puede decir entonces que no hay un cambio cultural profundo, un modo de vida que renuncia atener familia?

En el Observatorio de la Juventud, siempre sale lo mismo. Muchas mujeres tienen, desde su perspectiva, hijos muy tarde y sí hay un punto de arrepentimiento, cuando preguntas si habrían tenido hijos antes, en la mayoría de los casos la respuesta es que sí, y desde las instituciones públicas se quiere responder a eso. 

Se podría decir, en términos compartivos, al menos en el conjunto del Estado, que Euskadi es una sociedad próspera. ¿Cómo se explica, si queremos tener más hijos, y nuestra situación económica es mejor que la de otros, que tengamos una natalidad tan baja?

Aunque vivimos relativamente bien, el poder adquisitivo de los jóvenes ha descendido. La gente tiene empleo, pero no está tan bien pagado como lo estaba hace unos años. Los ingresos de trabajo de los jóvenes no han crecido tanto como el aumento del precio de la vida y la vivienda. Y cada vez una parte más grande del sueldo se tiene que dedicar o bien al alquiler o a la compra.

¿Tenemos algún referente en las medidas implantadas para aumentar la natalidad? 

Hemos visto dos experiencias. Francia y Suecia y en los dos casos vemos que se ha hecho una apuesta notable hacia la emancipación de los jóvenes y la construcción de una familia, y han puesto líneas de ayuda diferentes. Y es cierto que en ambos casos la tasa de fecundidad ha aumentado, porque se ha adelantado la emancipación. 

¿Y ha sido rápida la reacción en Francia y Suecia o costará que den frutos estas medidas?

Han necesitado tiempo, sí. Nuestro horizonte ahora es 2030 y la primera evaluación la haríamos en 2025. Nuestro objetivo de cara a 2025 es cambiar, romper esa tendencia negativa, y empezar a ver que la tasa de natalidad va a aumentando. Y viendo cómo ha funcionado en otros países, creemos que podríamos ver cambios en la tendencia en 2025.

Desde luego, no estamos ante un problema coyuntural por el covid

La pandemia ha sido la puntilla, pero no es coyuntural, no. Es un problema estructural, que viene de lejos, pero hemos visto que es el momento de poner el tema en el centro de la agenda política. Aquí no hay recetas milagrosas, ni varitas mágicas.

Durante años hemos asumido que tras el 'baby boom', debían ser los inmigrantes quienes engordasen nuestra población. Hemos interiorizado eso quizás. ¿La solución entonces no solo son los inmigrantes?

Acoger inmigrantes está bien, pero no es la única solución. Hay que incidir en diferentes aspectos. En los inmigrantes, muchas decisiones no están en nuestra mano, la regularización de los permisos de residencia son competencia del Estado, pero estaría en nuestras manos hacer una integración adecuada de los que vienen. Tienen que tener una vida en condiciones dignas. 

"Acoger inmigrantes está bien, pero no es la única solución"

Al menos, la baja natalidad no es un problema exclusivo nuestro.

En Europa es general. Al final, está claro que cuanto mejor nivel de vida tenemos, menos hijos y ese es el principal problema de los países desarrollados, lo que sucede es que nosotros estamos especialmente mal, si nos comparamos con el resto de países desarrollados. Y dentro de la UE, han hecho un esfuerzo importante en Suecia y Francia. Y Canadá, por ejemplo, ha hecho un gran esfuerzo de cara a la integración de los inmigrantes, y es un ejemplo a tener en cuenta, sin duda. 

¿Cuánto tiempo podrían durar estas ayudas al impulso de la natalidad en Euskadi?

Estas ayudas ha llegado para quedarse. Esas ayudas se incorporarán en el sistema de protección social vasco, sin ninguna duda. Es una apuesta estructural.