Diez millones de euros al año de media tirados por la borda. Así durante un cuarto de siglo. Las inundaciones, los embates de mar, las tempestades ciclónicas y los fuertes vientos ocasionados por el cambio climático habrían provocado solo en Gipuzkoa daños con un coste económico total de 270 millones de euros en el periodo 1994-2020. Con ese dinero, hoy en día, podríamos reconstruir tres veces el estadio de Anoeta desde cero, además del polideportivo de Altza, en Donostia, y rehabilitar dos veces el puente de Deba que colapsó hace ahora cuatro años.
El diputado guipuzcoano de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio; y David Zabala, director de Naturklima, han presentado esta mañana el tercer Informe Informe de Impacto y Vulnerabilidad al Cambio Climático de Gipuzkoa, elaborado por Naturklima, que alerta de las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global en las próximas décadas. Unos efectos que irán a más, también en nuestro territorio, y podrían provocar daños cuantiosos, muy superiores a los ya citados, si no se adoptan medidas.
Según el citado informe, desde hoy hasta el año 2100, “si no somos capaces de frenar el calentamiento global”, en el escenario “más pesimista”, el cambio climático podría traer a Gipuzkoa un aumento de la temperatura media anual de hasta 3,8 grados centígrados, mayores y más virulentas precipitaciones y la subida del nivel del mar hasta 70 centímetros, lo que podría acarrear costes enormes en el futuro.
La temperatura media anual podría aumentar 3,8 grados centígrados en 2100 y el mar subir su nivel casi un metro
“Los datos nos indican que estamos en la década decisiva para aumentar la ambición climática y ahora es el momento ejecutar las políticas de mitigación y adaptación para alcanzar un escenario más amable que las actuales proyecciones”, ha asegurado esta misma mañana el diputado guipuzcoano de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio.
Según dicho informe, el principal riesgo natural del territorio son las inundaciones con 80% del coste total. A modo de ejemplo, cada embate de mar provoca daños en nuestro litoral por valor de 10.000 euros, según ha dado a conocer hoy la Diputación de Gipuzkoa.
Cada embate de mar provoca una media de 10.000 euros en daños en nuestro territorio
Carreteras y electricidad serán las infraestructuras críticas más sensibles ante los efectos del cambio climático en Gipuzkoa. El riesgo de inundaciones por efecto de la lluvia afectará principalmente la red viaria y las temperaturas máximas generarán alteraciones eléctricas importantes, afectando a la seguridad y el bienestar social y económico de la ciudadanía, según prevé Naturklima.
La reciente ola de calor nos hace tener más presente si cabe esta realidad. En estos daños provocados principalmente por temporales e inundaciones y valorados por el Consorcio de Seguros, no se contemplan los daños indirectos que por ejemplo estas olas de calor pueden estar teniendo sobre nuestra salud y su repercusión en nuestro sistema sanitario. Pero pesan.
Temperatura: 50 años sin parar de subir
La temperatura media del territorio no ha parado de subir en los últimos 50 años, y desde mediados del siglo pasado ha aumentado 1,5 grados centígrados. Precisamente, la última década ha sido la más cálida de los últimos 30 años y siete de los diez años más cálidos de lo que llevamos de siglo se han registrado en la última década.
Siete de los diez años más cálidos que llevamos de siglo se han producido en la última década
Además, Según indican los datos recogidos en este informe, las precipitaciones acumuladas también han aumentado un 2,3% respecto al periodo de referencia 1981 y 2010. A la que vez que se constata una “aceleración en la subida del nivel del mar en las últimas tres décadas en comparación con los datos obtenidos en el siglo pasado. En concreto, desde los años 90, el nivel del mar en el litoral del Golfo de Vizcaya está experimentando un incremento de 2,5 cm por década.
Fenómenos meteorológicos extremos
El informe considera que los fenómenos meteorológicos extremos pueden provocar daños en las infraestructuras críticas y lastrar la operatividad o interrumpir las cadenas de suministro o servicios auxiliares.
En el lado positivo, y aunque las inundaciones han sido históricamente el principal riesgo natural del territorio con un 78% del coste total, el informe constata que en los últimos años se ha registrado una disminución de los daños generados por inundaciones, probablemente debido a las distintas obras llevadas a cabo para disminuir el riesgo de inundación.
Estamos en la década decisiva para aumentar la ambición climática
El transporte por carretera se ha llevado la peor parte durante los últimos diez años, debido a los cortes en la circulación por efecto de heladas, nevadas, inundaciones, lluvias intensas o deslizamientos. Las previsiones indican que estos eventos extremos irán aumentando en frecuencia e intensidad.
Otro sector que ha presentado una alta frecuencia de impactos es la electricidad, asociado a eventos de fuerte tormenta de viento, que provocan cortes dejando sin luz a determinadas poblaciones, o a inundaciones que anegan transformadores eléctricos y afectan al suministro. Del mismo modo que los servicios de emergencias han soportado cargas mayores y un coste extra inducido, lo que ha provocado que el subsector “Seguridad Ciudadana” muestre un nivel de impacto más elevado en los últimos diez años.
Balsas de agua en las carreteras
El informe concluye que en nuestras carreteras aumentará el riesgo de que se produzcan balsas de agua y desperfectos que ralenticen e incluso interrumpan la circulación. Los resultados del estudio señalan que el riesgo se incrementará en las próximas décadas. Y también de que las crecientes temperaturas máximas afecten a la capacidad de transporte de las líneas eléctricas, principalmente en las de mayor tensión (Debagoiena y Donostialdea).
Las olas de calor que estamos sufriendo confirman que el cambio climático está aquí y tiene consecuencias sobre nuestro medio ambiente y también sobre la salud de las personas, sobre la economía y nuestro bienestar”, ha dicho José Ignacio Asensio, diputado de medio ambiente y obras hidráulicas.