La guía presentada esta semana que invita a la reflexión en Euskadi en torno a las agresiones machistas en espacios culturales ha identificado cinco lugares de riesgo para las mujeres en los macroconciertos. “Existen una serie de zonas a las que se debe prestar especial atención”, recoge el documento, que se centra en la celebración de festivales pero sugiere trasladar ese diagnóstico a cada evento cultural “desde la seguridad e igualdad”.

Las zonas de acampada, “generalmente sin iluminación y sin puntos de orientación que indiquen donde te encuentras”, son uno de los lugares críticos señalados por la guía. Espacios que además, "no cuentan con ningún tipo de seguridad una vez pasas el control de acceso".

Asimismo, se señala como lugar a tener en cuenta el recorrido entre la zona de conciertos y la de acampada, que “puede ser largo, y no suele tener grandes puntos de iluminación, con numerosos espacios oscuros entre medias”.

La escasez de cabinas sanitarias y las conductas de riesgo

Una inseguridad que también se traslada a las duchas habilitadas en estos grandes recintos, “donde por la naturaleza del espacio, las personas tienen poca o ninguna ropa”. Lugares en los que suelen ser frecuentes “comentarios y conductas violentas hacia las mujeres”.

Agresiones que también se han producido en los baños “en más de una fiesta”. La escasez de cabinas sanitarias, o su propia incomodidad, hace que las mujeres “acudan a espacios no habilitados donde en numerosas ocasiones ocurren conductas de riesgo”.

La guía apunta también al backstage, ese espacio de uso restringido en los conciertos. Un escenario “donde ocurren agresiones más normalizadas y difíciles de explicitar” ya que, según recoge el informe, “acceder a él suele ser un símbolo de prestigio, por lo que supone estar cerca de los artistas y personas con poder en la organización de los eventos”.