El caso de Ainhoa Díaz llama la atención. A sus 52 años, esta enfermera donostiarra aún no tiene plaza y eso que a sus espaldas hay un buen número de oposiciones. La primera la hizo en 1996, hace 22 años. "Tengo hechas un montón de oposiciones por la edad que tengo. Todas las he aprobado, con buenas notas, pero no he conseguido plaza todavía", lamenta esta enfermera, que ha perdido la cuenta de las OPEs realizadas. "Creo que son seis", enumera.

En su opinión, "el problema que tenemos las enfermeras es que cada oposición que haces va con su lista de contratación. Entonces, merecer la pena no es que merezca, estás obligada a hacer la oposición. Si no me presento, yo no entro en la lista de contratación de esa oposición", explica Ainhoa. Es más, "mientras no saques una plaza, estás obligada a presentarte", confirma. Sin embargo, pese a lo afirmado con anterioridad, Ainhoa no se va a presentar a la oposición del 3 de julio en el BEC. Es una excepción derivada por la pandemia: "Tiene las mismas bases que la última. Nos guardan la nota", asegura. La razón es obvia porque "si me presento y suspendo, quedo suspendida y no entro en la lista de contratación", argumenta.

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Es una situación complicada en la que se encuentra Ainhoa Díaz. "Si la situación para los más jóvenes es difícil, para mí, que tengo 52, un poco más. Para estudiar no estás con la mente fresca como están estos chavales", valora. "No puedo compaginar casa, hijos, jornada completa del hospital...", explica. Sin olvidar, claro está, que "estamos en planta covid. Parece que la pandemia se ha acabado, pero nosotros estamos prácticamente igual que el primer día". Ainoha lanza un mensaje de lamento: "No sé qué tengo que demostrar tras 27 años trabajados en Osakidetza como enfermera".