El día a día en una unidad de tratamiento para TCA difiere mucho de la atención que se recibe en los recursos de la CAV, desperdigados y dirigidos a casos agudos, en su mayoría. La unidad Infantojuvenil del ala de Psiquiatría del Hospital Donostia y el Equipo de Psiquiatría Infantojuvenil de Antiguo (EPI) son insuficientes para el seguimiento que requieren estos trastornos. También lo es el comedor existente en el hospital, que sólo abre a mediodía, entre semana, y una sola enfermera se encarga de “acompañarles a comer”, cuenta Marijo.

El día a día de Nagore en Albacete dista mucho de lo que viviría en Gipuzkoa de no haber conseguido esa plaza. Su madre destaca que “un equipo que es único” se encarga de atender a las personas con TCA en todas las fases de tratamiento y recuperación. Desde la primera consulta, hasta la atención en futuras posibles recaídas. Por el camino, terapias individuales y grupales y distintas fases de aislamiento con el exterior, pudiendo estar ingresada las 24 horas del día o, cuando hay avances considerables, acudir como a un centro de día y dormir en casa.

El proceso al que se enfrenta Nagore es “lento” y “va para largo”, debido a que su anorexia es grave y está “enquistada”. De momento, cuenta José Julián, “le han quitado mucha medicación”, para que “consiga superar ciertas cosas sin el apoyo” de esas sustancias recetadas. En cuanto al contacto familiar, “si tiene permiso”, hablan por teléfono los viernes y la visitan una vez al mes. Además, desde el 1 de mayo, Marijo vive en Albacete, porque “como quieren ir haciendo ciertas cosas”, uno de ellos debe estar cerca.

Pero lo que más destacan es el hecho de convivir con personas en distintas fases de recuperación; “a ella le hace bien ver cómo hay otras que están mejoran”, confirman. También para ellos. “Siempre hemos tenido que ir con Nagore, cuando estaba mal, de la mano a ingresarla; y, estábamos ahí, esperando para ingresar en Albacete, y venían unas chavalas que estaban en el hospital de día, tranquilamente, hablando entre ellas, con la mochila, a desayunar”.